Política
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Chadwick, el nuevo «hombre fuerte» de La Moneda, fija el rumbo para el último año de gobierno

Ministro del Interior también revela entretelones del reciente ajuste ministerial. Asegura que, antes de irse a Isla de Pascua, Piñera le transmitió a su Comité Político que "buscaba un cambio mayor... entendimos que pensaba en La Moneda".  

por:  M. Eugenia Fernández y Paula Pincheira, La Segunda
viernes, 09 de noviembre de 2012
Chadwick

Foto Alfonso Díaz

En sus nuevas oficinas, en La Moneda, conviven un retrato de Jaime Guzmán -que lo acompaña en su despacho privado- y el óleo de Salvador Allende que adorna uno de los salones... Personajes antagónicos que reflejan de algún modo el carácter del nuevo ministro del Interior, Andrés Chadwick: fundador de la UDI y, a la vez, hombre de acuerdos que mantiene buenas relaciones con todo el espectro político, incluida la izquierda.

Desde el lunes ejerce la jefatura del equipo político de gobierno, en una destinación que no sorprendió a muchos pues hace rato era «de facto» el hombre fuerte de La Moneda. De hecho, como vocero -en los días previos al cambio de gabinete- le tocó recibir a los partidos de la Alianza y a los ministros presidenciables para hacer los últimos ajustes al nuevo diseño ministerial.

Chadwick fue uno de los «coroneles» de su partido que se negó a salir del gabinete para ser candidato a senador. Dice que hoy puede aportar mucho más al proyecto de la Coalición por el Cambio desde Interior, y niega que el último tercio del Gobierno vaya a estar marcado por el síndrome del «pato cojo».

Ayer almorzó con la directiva de la UDI en pleno -de hecho será uno de los oradores centrales del próximo Consejo Directivo Ampliado de la colectividad- y esta mañana continuó la ronda en un desayuno con RN y luego sucesivas reuniones con la Concertación.

-Con su nombramiento, se formalizó algo que ya ocurría en los hechos: que Ud. era el jefe del gabinete...

-No es así. En estos pocos días como ministro del Interior, si hay algo que tengo claro es que mi admiración por el ministro Hinzpeter ha aumentado. Este es un ministerio gigantesco con áreas muy diversas y que exige mucho a quienes están a su cargo. Con Hinzpeter, nosotros trabajamos muy bien en equipo.

-Pero Ud. hizo las gestiones previas al ajuste ministerial. ¿Eso era señal de lo que venía?

-No, no era ninguna señal. El Presidente nos pidió tomar contactos y preparar el cambio. Hinzpeter estuvo en el ámbito de RN y yo más en la UDI, y nos fuimos distribuyendo el trabajo.

-¿Cuándo se enteró de cómo sería el cambio? ¿Antes de I. de Pascua?

-Me enteré antes de que el Presidente fuese a Isla de Pascua, de la misma forma que el Comité Político. El Presidente nos transmitió que de vuelta pensaba concretar el cambio y que estaba viendo no sólo el tema de los presidenciables o el Parlamento, sino también un cambio mayor. Obviamente entendimos que pensaba en modificaciones en la propia Moneda.

-¿Esa modificación fue planteada por Hinzpeter o sólo fue decisión del Presidente?

-No sé de qué forma lo conversaron, pero sí tengo muy claro dos cosas. Primero, la relación de amistad entre el ministro Hinzpeter y el Presidente es extraordinariamente fuerte; y segundo, es una persona que, además de sus obvias capacidades y su inteligencia, es de una gran humanidad, nobleza y generosidad política. No me cabe la menor duda que en esa conversación con el Presidente, Rodrigo le pudo haber planteado al Presidente la posibilidad de un cambio, de generar una salida.

-¿Era necesario que el cambio esta vez pasara por La Moneda?

-Yo creo que sí. El Presidente lo asumió y entendió de inmediato tras la municipal, pues se produjo una derrota que nos dolió mucho. Y esa noche enfrenta el resultado y le dice al país ' yo he escuchado la voz de las urnas'. Es evidente que tiene que venir un cambio significativo. Tengo la impresión de que todos los ministros del Comité Político lo entendimos de una manera muy similar. Todos pusimos nuestros cargos a disposición del Presidente de forma inmediata.

-¿Todos lo entendieron?

-Todos entendimos en ese momento que teníamos que dejar en libertad al Presidente para que él pudiese reflexionar y ver por dónde hacer un cambio significativo políticamente para marcar una nueva etapa. Había que dar una señal de que habíamos entendido lo ocurrido y había que hacer un cambio.

-¿Y esa sensación fue compartida por el Presidente? Porque esa noche él no asume los malos resultados.

-La noche de la elección asumió como Jefe de Estado lo que había ocurrido en la primera elección con voto voluntario, y le habla al país de lo que esto significó y las exigencias que coloca.

Entre lunes y martes, el Presidente desarrolló una etapa de escuchar y tuvimos varias reuniones del comité político con él. Escuchó a distintos ministros y a los presidentes de los partidos. Yo creo que se fue a isla de Pascua con todos los antecedentes, a tomar decisiones y el lunes nos transmitió el cambio que quería.

-Esa noche él no hizo una autocrítica.

-El está asumiendo que hay un cambio que sin duda tiene que iniciarse desde el propio Gobierno. Ahora, después que habló el Presidente, me dijo que hiciera la vocería refiriéndome ya a nombre del Gobierno a la derrota.

-¿No hace falta una autocrítica más potente del Gobierno?

-Hay veces que los hechos pueden hablar más que las palabras. Cambiar al ministro del Interior, al jefe del gabinete, es un hecho político sustancial. Además, estamos hablando de Hinzpeter, que es una persona extraordinariamente emblemática; es un hecho que marca muy claro la voluntad del Presidente de un cambio.

"Los tres subsecretarios siguen en sus cargos"

-¿Le va a imprimir a Interior un sello más político?

-Este es un ministerio con muchas responsabilidades en áreas muy distintas: la Subdere, la Subsecretaría del Interior y la de Seguridad Ciudadana y Prevención. Aquí hay una de dos cosas: o me transformo en un ministro preocupado de áreas específicas, o bien me preocupo de la conducción política. Y lo que pretendo hacer es confiar plenamente en los subsecretarios y desarrollar una labor de coordinación. Les he pedido a los tres que continúen en sus cargos... Lo que el Presidente me ha pedido es dedicarme a una conducción política, a un trabajo fuerte con los partidos de la Coalición, de oposición, con el Parlamento y el mundo regional.

-¿Ubilla se queda a pesar del caso de los sobreprecios?

-El subsecretario Ubilla es fundamental en el ministerio del Interior, es un pilar esencial para mi trabajo. Lo he visto actuar con decisión y transparencia, y tengo la convicción de que ha sido con toda la responsabilidad del ejercicio de su cargo.

"Cambio al binominal no será legado de este gobierno"

-¿Cómo va a evitar el Gobierno el fenómeno del «pato cojo»? ¿Hay espacio para reformas políticas?

-Quienes conocen el estilo del Presidente saben que por carácter, energía y motivación, es muy difícil que deje de actuar hasta el último momento de su mandato. Con el Presidente hemos estado trabajando en la planificación de este último tercio, y ya nos ha señalado las prioridades: culminación de las reformas educacional y de salud, proyectos para potenciar el sistema energético, tareas de emprendimiento e innovación.

El próximo año va a ser difícil y desafiante políticamente. Vamos a tener campaña a las primarias, parlamentaria y presidencial. Eso hace que el mundo político gire en estas tareas. Los espacios legislativos son más reducidos y hay que priorizar.

-¿No va a haber reforma al binominal entonces?

-El mundo político está recién asumiendo y remecido por lo que significó el voto voluntario. Es un momento para reflexionar. Nunca está cerrada la puerta, pero tampoco está dentro de la planificación prioritaria. Emprender otra reforma al sistema electoral, como el binominal, no lo hemos tomado como un legado de nuestro gobierno.

-¿Y el Acuerdo de Vida en Pareja ?

-El proyecto está en el Congreso y está el compromiso del Gobierno de avanzar. Lo vamos a retomar y ya lo hablamos con la ministra vocera.

-¿Va a apostar a mayores acuerdos con la Concertación?

-Espero que podamos mantener un diálogo muy fluido con la oposición. Me gustaría que pudiésemos alcanzar un acuerdo en la ley de Presupuesto, o en el reajuste del sector público. Veo en la oposición una actitud más positiva que el año pasado. También en educación hay temas importantes.

-¿Cuánto pesa en el nuevo ánimo de la Concertación la inminencia de las elecciones, donde sienten tener en Bachelet una carta ganadora?

-Obviamente importa. La presidencial está completamente abierta, y eso produce un círculo positivo: se logra que la oposición piense en una perspectiva más de país. La Concertación jugó un rol muy en la chica, de negar la sal y el agua... Pero no quiero mirar atrás. Lo mejor para el país es la construcción de acuerdos, y si se nos da esa oportunidad, la vamos a tomar. Más aún, la queremos crear.

 
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