En cuanto a la carrera presidencial, consultado como simpatizante de RN, respondió que los partidos no son regimientos y que "Laurence es un espléndido candidato...y Andrés también".
Para la Alianza, el nombre del ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke , era una de las cartas del gabinete que daba mayores posibilidades de llegar al Senado. Pero él decidió quedarse en el Gobierno "para terminar la tarea que empezamos. Me pareció que no era responsable dejar el barco", asegura. En los pasillos de la política, se dice que la UDI le ofreció llevarlo sin condiciones en la Cuarta Región, pero él desestima ratificarlo.
Tampoco confirma que RN -partido del que es más cercano- le dio la posibilidad en Magallanes, O'Higgins y Coquimbo. Claro que en esta última zona fue con condiciones: ir a primarias, firmar por Renovación Nacional y apoyar al abanderado presidencial, Andrés Allamand. "No quiero ser infidente", señala.
- ¿Cómo se entiende que de un gabinete bien evaluado sólo salga un ministro para postular al Congreso?
- Una estampida de ministros a 17 meses de terminar el Gobierno, hubiera sido una muy mala señal de que el Gobierno está terminado, lo que no es así. Además, habría sido un signo de que la elección presidencial y parlamentaria del próximo año está prácticamente definida, lo que yo pienso que tampoco es así. Creo que ambas están abiertas.
Muchos de los que nos quedamos en el gabinete sentimos que el 2013 es un año de cosechas, de florecimiento de lo que se ha hecho. Pienso que la incorporación de Cecilia Pérez, una figura joven muy impregnada de lo que sucede con la ciudadanía, capaz de hablar de frente; y Andrés Chadwick, un conciliador, capaz de ver que hay verdad también en la vereda de enfrente, es precisamente lo que el país quiere.
-Hay quienes dicen que no habrá rostros nuevos...
-Creo que hay una reflexión, un examen, que debe hacer nuestro sector en cuanto a la necesidad, no solamente de renovar rostros, sino los proyectos y las ideas. Debemos aprender de la Concertación que exista diversidad, una cierta institucionalización. Me gusta el sistema de primarias.
- ¿Faltó un «mea culpa» de la Alianza, luego del 28 de octubre?
-Lo que pasó es que se vino la elección, se pudo hacer un análisis bastante rápido, luego vino el cambio de gabinete y los tiempos políticos no han dado para hacer ese examen de conciencia. Evidentemente, y habrá que verlo en el tiempo, acá también hay responsabilidades políticas y tendrán que verlas los partidos que son los mayores interesados. Además, pienso que nos sirve, en ese sentido, para volver a nuestros cuarteles como gobierno, tomar posiciones y ser activos también, evidentemente cuidando el no intervencionismo y respetando las normas de la Contraloría, para apoyar a nuestros candidatos, apoyar a nuestro candidato presidencial y nuestros candidatos parlamentarios en la elección que viene.
En definitiva, siento que en esta pasada de alguna forma nos dormimos en los laureles.
En RN "uno se lleva mejor con unas que con otras personas"
-¿Le ofreció RN lugares que no le acomodaban, como Magallanes?
-Por el contrario, me encanta Magallanes. En algún momento de las negociaciones yo estuve disponible para ir por aquellos lugares que pudieran ser más difíciles. Bueno, aquí hay conversaciones y no hay que culpar a nadie.
-¿ Consideró bueno el ofrecimiento de la UDI de ir a la IV región?
-Tuve conversaciones con ambos partidos. Yo no quiero ser infidente, porque hay personas que llevan mucho tiempo haciendo campaña en las distintas circunscripciones. Me parecería ofensivo señalar que me ofrecieron tal o cual lugar. Yo he agradecido mucho la generosidad de los partidos, porque también hubo ofertas muy generosas, no puedo negarlo, unas más que otras. La vida es así. Algunas llegaron más a tiempo, otras a destiempo, algunas sobre la hora.
-¿Lo trató bien RN en esta negociación?
-RN es un partido bastante diverso y eso se observa también ahora en los apoyos que tienen los precandidatos presidenciales. Hay distintas personas, y evidentemente uno se lleva mejor con unas que con otras, pero no me corresponde en mi rol de ministro juzgar intenciones y decisiones que cada partido toma responsablemente.
-¿Debilita el proyecto de la «nueva derecha» la salida de Rodrigo Hinzpeter desde Interior?
-No, porque estos son procesos progresivos. Tal vez hay ideas que llegan un poco antes de su tiempo y necesitan un cierto cuerpo que debe tener representatividad en los partidos.
-Carlos Larraín los calificó como "la derecha boutique", con sede en Alonso de Córdova...
-Carlos Larraín es muy ocurrente y tiene expresiones muy simpáticas, pero no hay que buscar ser ofensivos en esto. Esto se va a ir produciendo sólo por un recambio generacional que evidentemente va a llevar un recambio de rostros, ideas y de proyectos.
-¿Votará en la primaria de la Alianza?
-Lógico.
-En enero de 2011 usted dijo que "por encuestas....Golborne" debería ser el candidato. ¿Qué dice ahora?
-Los dos candidatos son excelentes. Hay uno de ellos que posee el mérito de haber salido de una clase media, algo que hoy día se aprecia mucho; de haber estudiado en la educación pública y que tiene mucha llegada con la gente. Me ha tocado hacer recorridos por el país con él, por el tema de la infraestructura cultural. Viajar con Laurence señala mucho la llegada que tiene con las personas. Por otro lado, tenemos a Andrés Allamand que representó esa visión de una derecha más abierta, una persona que en algunos momentos fue el faro que iluminó los caminos de la centroderecha. Hay dos alternativas que son muy buenas, muy razonables.
Usted me va a retar por qué no me pronuncio por alguno de ellos, pero creo que hoy hay que dejar que este proceso se desarrolle en paz, sin golpes bajo el cinturón, que no produzca heridas graves. Yo voy a cooperar todo lo que esté de mi parte para que eso sea así. No quiero interponer cuñas entre los candidatos, tengo una relación de gran amistad con Laurence. Sin embargo, estimo que esta primaria debe efectuarse de manera tranquila, que permita que el candidato perdedor se pliegue de manera amistosa al ganador.
-¿En este proceso es más importante la popularidad o se requiere alguien de peso político?
-Pienso que ambas cosas son importantes. El juicio popular, que en ocasiones lo miran desde arriba, desde la cúpula, desde la política, a veces está un poco menospreciado. Hay algo que la gente también está viendo, por ejemplo, en Laurence Golborne en términos de popularidad, que es manifestación de cercanía, de una empatía, de credibilidad.
En la elección de Estados Unidos mucho de lo que declararon los partidarios de Obama, a partir del triunfo, es que ellos creen en él. Ahí hay un elemento de credibilidad que es importante, que se manifiesta en popularidad, que da cuenta de una coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
Por otra parte, tampoco se puede tener un déficit político enorme que no permita avizorar el horizonte, sin ideas, sin proyectos, sin una promesa a futuro. En ese sentido, creo que ambos cumplen con esas características.
Respondiendo la pregunta, pienso que es una sana mezcla de ambas cosas. Evidentemente que la posición que tienen Andrés y Laurence es precisamente porque están bien evaluados en las encuestas, porque la gente siente que tienen credibilidad. Acá va a primar mucho el aspecto ciudadano y el aspecto de nuevos proyectos, nuevas ideas y mérito.
-¿O sea no es como usted lo dijo en enero del 2011, que "por encuestas...es Golborne"?
-Ah, bueno, en ese momento estaba también Rodrigo (Hinzpeter), con quien yo tengo mucha afinidad. Creo que Laurence es un espléndido candidato...y Andrés también.
-¿Va a ser usted un simpatizante disciplinado de RN en esto?
-Yo no milito, soy independiente y, además, vea usted que en el mismo RN también hay opiniones dispares respecto del apoyo a Andrés. Creo que es sano que se produzca. Acá, si estamos pensando en los partidos como los regimientos, sencillamente estamos pensando en el sentido inverso de lo que la ciudadanía quiere.
