Por estos días, la carismática vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), Camila Vallejo, prepara un viaje a Washington -el 16 de octubre- para recibir un premio de The Institute for Policy Studies de la Fundación Letelier-Moffitt, con el que se quiere hacer un reconocimiento al movimiento estudiantil chileno por su defensa del derecho a la educación.

Aunque tiene un balance positivo de las últimas movilizaciones, cuestiona los lineamientos políticos de la FECh que marcaron una baja en la visibilidad de las demandas de los estudiantes durante este primer semestre.

Vallejo también arremete en contra del presidente del Senado, Camilo Escalona, y los timoneles de la DC y el PS, a quienes acusa de querer "poner límites" al movimiento social porque quieren evitar una crisis a un eventual gobierno de Michelle Bachelet.

La revista Newsweek la incluyó junto a la ex Presidenta en una lista que menciona a las 150 mujeres más valientes del mundo, pero la dirigenta dice que no se parecen en "absoluto" porque no tienen la misma visión de sociedad, al menos, por ahora. Y tampoco le gustó que en The New York Times la tildaran como la "revolucionaria" más glamorosa del mundo. "¿Qué es glamour ?", se pregunta, y responde que eso es para una estrella de cine de Estados Unidos.

- ¿A su juicio, la mayoría de la Concertación quiere cambios, pero no adhiere a la postura más rupturista del movimiento estudiantil?

-No sé si la mayoría de la Concertación piense eso, creo que es más el sector de Escalona o Walker. Siento que muchas de las bases del PS están más por hacer transformaciones profundas. La Concertación como bloque, con un proyecto único, no existe. Hay muchas diferencias, tanto ideológicas como programáticas.

-¿Escalona y Walker buscan fijar ahora límites a los movimientos sociales para evitar una crisis en un eventual gobierno de Bachelet?

-Puede ser, pero sí creo que hay importantes sectores dentro del PS y la DC que tienen una visión neo-liberal, que creen en este sistema, y eso es complejo. Uno lo entendería de la DC que en Chile no se dice de derecha pero en todas partes del mundo lo es, pero en el PS es más complicado, porque supuestamente están por instaurar el socialismo, y la verdad eso no es así. No sé si prefieren tener una capacidad de contención para no tener dificultades en un próximo gobierno o realmente es porque no creen que las demandas que estamos planteando sean buenas para Chile. Por eso tampoco se han pronunciado en lo programático de manera clara y sólo han levantado a Michelle Bachelet porque no tienen acuerdos como Concertación. Tanto Escalona, Andrade y Walker están más por mantener el modelo y hacer meros maquillajes.

"El panorama es muy incierto" en la Concertación

-¿Qué se juega en la polémica Escalona-Teillier? ¿Es sólo el tema de la Asamblea Constituyente?

-Nosotros tenemos grandes diferencias con la Concertación, más aún con aquellos que sostienen el modelo neoliberal, y eso no quiere decir que nos cerremos a una posibilidad, porque lo estamos haciendo con el PPD y los radicales para avanzar y generar mayorías de izquierda para hacer cambios. La respuesta que da Teillier al pronunciamiento sobre la Asamblea Constituyente va en esa misma línea. Aquí tenemos diferencias y como comunistas pensamos que la necesidad de tener una nueva Constitución en Chile representa a la mayor parte de la gente, que la otra postura que dice que esto es casi como fumar opio; eso me parece que cae en el discurso de la derecha.

-¿Le resulta razonable que uno de los principales PS y hombre de Bachelet tenga este discurso?

-Da para pensar si será él quien va hacer el programa de Bachelet si es candidata; eso es preocupante. Por eso el panorama es tan incierto respecto a qué va a hacer la Concertación el próximo año con Bachelet a la cabeza, porque no hay claridad sobre lo programático. Escalona señala su opinión respecto a la necesidad de una Asamblea Constituyente, pero por ejemplo parlamentarios de la DC han dicho que quizá sería buena una nueva Constitución y que no se cerrarían a la posibilidad de una Asamblea Constituyente, y el PRSD señala que hay que impulsarla. El PPD tampoco se ha opuesto. Entonces, hay muchas diferencias que hacen que uno vea que el panorama es muy incierto en torno a qué va a pasar con un futuro programa de la Concertación.

-¿Escalona ha enviado señales erráticas al mundo de la izquierda?

-Claro, y creo que la claridad está en nuestro lado como PC, Izquierda Cristiana, PPD, PRSD, MAS, Maíz.

"Dudo que la Constituyente esté garantizada con Bachelet"

-A la luz de estas controversias, ¿cómo quedan las posibilidades de un acuerdo para una candidatura presidencial común en la oposición?

-Eso habrá que verlo porque nosotros hicimos un pacto por omisión en torno a las municipales, pero eso no significa que nosotros estemos haciendo un pacto para las presidenciales del 2013. No queremos que se repita un quinto gobierno de la Concertación, queremos un gobierno de mayoría que represente las demandas del mundo social. Y si sectores de la Concertación quieren estar bajo un programa que implique una educación publica gratuita, garantizar salud de calidad, frenar la licitación del litio, avanzar en una Asamblea Constituyente, terminar con este sistema de AFP, bienvenidos sean, pero de todas formas vamos a levantar un candidato presidencial propio.

-¿ Podría apoyar a una Bachelet que no incluyera la Asamblea Constituyente en su plataforma?

-A mí me da lo mismo si es Bachelet o Gómez si incluyen en su programa los temas que planteamos. Ahora, yo dudo que esto esté garantizado hoy día con Bachelet por los pronunciamientos de Escalona, y la posición de Osvaldo Andrade y la DC.

-Hay analistas que dicen que el gran activo del PC para una negociación con la Concertación es su figura. ¿Qué rol piensa jugar en la campaña?

-El PC se está sacando la mugre por todos los candidatos que levantó a nivel de concejales y alcaldes y así lo va a hacer en las parlamentarias. En eso creo que la disputa parlamentaria es fundamental. Ahora, si voy de candidata todavía no se resuelve, pero estoy dispuesta asumir el desafío.