Política
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Montes: "Me parece positivo que el PC ahora esté por sumarse a un gran bloque de centroizquierda"

En la semana de la fuerte disputa Escalona-PC, influyente diputado PS evita entrar en la polémica pero sí hace notar que "la conducción política que hoy tenemos está agotada", y que "hay que reconstruir la centroizquierda a partir de los actores que estén: los actuales y otros". "El objetivo principal del próximo gobierno no puede ser la asamblea constituyente, sino una reforma política".

por:  Por Claudio Salinas M.
viernes, 21 de septiembre de 2012
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Ayer en la tarde, el diputado socialista Carlos Montes llegó hasta el Ministerio del Trabajo a reunirse con Evelyn Matthei para conversar sobre capacitación laboral, cita que el parlamentario valoró y en la que coincidió con la secretaria de Estado en la necesidad de impulsar iniciativas modernizadoras.

El encuentro es otro testimonio de la gravitación política que tiene el congresista opositor, tanto para el Ejecutivo cuando se trata de avanzar en proyectos clave, como también en las propias filas de la oposición.

En una semana marcada por el duro enfrentamiento entre el líder de su partido, Camilo Escalona, y el Partido Comunista, Montes prefiere no entrar en esa polémica. Lo que sí hace es valorar la inclusión del PC en un bloque de centroizquierda, además de un crítico diagnóstico sobre la actuación opositora en el Parlamento, y en ello marca un contrapunto con el presidente del Senado y con el timonel PS, Osvaldo Andrade.

-La votación de la reforma tributaria desnudó a una oposición dispersa y desunida.

-La oposición tiene una propuesta tributaria hasta el 2020 bien elaborada por sus técnicos. Con ese marco el problema era más bien táctico, de cómo se reaccionaba. Hubo dos actitudes con distintos argumentos: una trató de mejorar el proyecto amortiguando el daño, en lo relativo al crédito a la educación y los impuestos a las personas, logrando un proyecto mediocre pero amortiguado. Otros dijimos que para aprobar una cosa así no sólo había que amortiguar, sino lograr algo significativo y planteamos hasta el final que debía haber recursos especiales para la educación pública, cuestión que no ocurrió. Desgraciadamente eso no fue mayoritario y al final se impuso la idea de aprobar eso tal como estaba.

-El PS votó en contra, dejando sin piso al propio presidente del Senado, que había visado el acuerdo en la comisión mixta.

-Yo estuve en la comisión mixta y en la negociación y este tipo de solución no fue lo que estuvo planteado. Siempre se pensó que tenía que lograrse un avance claro para la oposición. El presidente del Senado estuvo presente, pero no era el encargado ni miembro de la comisión mixta. Nos trató de convencer y yo fui partidario de que no se tomara acuerdo hasta que no se conversara con las bancadas al otro día. Pero se llevó adelante no más con el criterio de algunos y eso fue lo que generó la dificultad.

-En el PS los senadores y diputados votaron en direcciones distintas.

-No hubo suficiente coordinación y debate, eso es verdad, y está ocurriendo en distintas cosas. Esto tiene que conversarse al interior de las bancadas y los partidos, y eso no se hizo.

-Más que problemas de coordinación, este episodio parece develar diferencias de fondo en el PS.

-De alguna forma este debate tributario empieza a insinuar el debate sobre qué programa va a tener el próximo gobierno. Algunos pensamos que ese gobierno debe tener un nítido programa de reformas y en torno a eso articular un entendimiento amplio del centro con la izquierda.

-¿Ese programa debe incluir una asamblea constituyente?

-La asamblea constituyente no tiene ninguna viabilidad si no hay un paso institucional que la valide. Nosotros planteamos una reforma al binominal primero, para que a partir de eso se generen condiciones que permitan hacer otras reformas. Son distintas propuestas para un mismo objetivo y todas tienen grandes obstáculos institucionales para concretarse. Más que discutir el procedimiento, hay que hacer ver a la opinión pública la necesidad de cambiar la Constitución.

-¿No piensa Ud. que plantear la Constituyente es "fumar opio", como señala Camilo Escalona?

-Esas no fueron las mejores expresiones y no creo que ése sea el debate principal. El objetivo principal del próximo gobierno no puede ser la Asamblea Constituyente, sino hacer una reforma política, porque no podemos seguir con este empate institucional que hoy día existe, que es el binominal más los altos quórum que impiden que se expresen con claridad las mayorías.

"El PC perfectamente puede apoyar un programa común"

-Hasta ahora las fuerzas opositoras se debaten entre la inacción y la espera del regreso de Bachelet.

-Es fundamental comenzar a discutir el programa. El tener un acuerdo sobre una reforma tributaria es muy importante, ése es un pilar de un programa; tenemos un acuerdo en materia educacional que nunca tuvimos antes, ése es otro pilar muy importante. Falta caracterizar el gobierno y ver otras reformas, como la reforma política, la laboral y una reforma urbana.

-¿Es partidario de que el PC participe en la confección de ese programa y forme parte activa del próximo gobierno?

-El Partido Comunista es parte ya del acuerdo tributario y sobre educación, y probablemente en otros aspectos también va a ser parte. Yo creo que tiene que aportar y veámoslo en el debate programático, cuando caractericemos qué es lo que viene, qué tipo de gobierno va a ser. La cuestión programática es muy decisiva, y por lo que he visto en los tres representantes del PC en el Congreso ellos perfectamente pueden estar apoyando un programa común.

-Escalona ha denunciado vigorosamente la intervención del PC en la Concertación, advirtiendo que ello es "pan para hoy y hambre para mañana".

-No me voy a meter en esa discusión. Sí creo que la Concertación como proyecto y como programa está agotada, que hay que reconstruir la centroizquierda como proyecto a partir de los distintos actores que estén: de los actuales y otros. También hay que cambiar la manera de hacer política: no podemos poner temas solamente en el debate que hay en Valparaíso y en las declaraciones que semanalmente hacen los jefes de partidos. Aquí se requiere conducción e iniciativa en la sociedad, los municipios, en el ámbito intelectual, en fin, se requiere hacer política de una manera más amplia. Eso supone que se conduzca de otra manera porque la conducción que hoy día tenemos está agotada.

-El PS ha hecho una opción de alianza preferente con la DC versus las otras fuerzas, como el PPD y los radicales, que han convergido con el Partido Comunista.

-El hecho de tener toda la oposición en una lista única de alcaldes es un tremendo avance, pero lo demás fue una forma de ordenamiento que no fue lo mejor.

-¿Está por la tesis de un frente de izquierda con el PC o una alianza de centroizquierda?

-Para mí una de las lecciones más importante del golpe de 1973 y lo que pasó después es que cuando uno quiere hacer cambios tiene que construir grandes mayorías. Desde la campaña del No hemos desarrollado una capacidad de entendernos con la DC que no hubo antes en la historia. Aquí la debilidad no está en el entendimiento con la DC, sino en la izquierda, que debe ser capaz de hacer política y llegar a acuerdos con el centro. Creo que es posible un entendimiento más dinámico entre el centro y la izquierda, porque más allá de las diferencias hay muchas reformas que nos unen sólidamente. El centro no es el mismo que era antes y la izquierda tampoco; aprendimos de la historia. Además, que el PC ahora esté en una política de hacer reformas en serio y de sumarse a un gran bloque de centroizquierda a mí me parece positivo, un aporte, naturalmente dentro de acuerdos programáticos, no estoy pensando en algo puramente instrumental y táctico.

-La desarticulación de la actual oposición parece testimoniar que no está en condiciones de ofrecer gobernabilidad.

-Yo estoy convencido de que los próximos gobiernos de la coalición de centroizquierda van a ser más heterogéneos y eso es parte de su riqueza. El problema no es que haya heterogeneidad, sino la capacidad para procesar las diferencias y llegar a acuerdo para gobernar. Eso tiene que ver con el programa y con la conducción, el tipo de gobierno, los equipos. Pero hay que asumir que tenemos diferencias y a partir de ellas buscar acuerdos. Por lo tanto, algunos no pueden pretender imponer a los demás, hay que conversar para buscar acuerdos y eso es válido para las bancadas parlamentarias y las direcciones de los partidos.

-¿Esta dispersión y falta de disciplina parlamentaria opositora no prefigura lo que se viene en un próximo gobierno de centroizquierda?

-Yo no exageraría la falta de disciplina. En la reforma tributaria hubo diferencias legítimas, no falta de disciplina, diferencias más bien tácticas, no de fondo. La gran indisciplina es la de aquellos que no llegan a votar. Ojalá que la opinión pública conociera más de los que debieran haber estado en votaciones importantes, como el informe sobre el lucro y el binominal, que es indignante y donde al final paga todo el Parlamento por la irresponsabilidad de algunos. Ojalá que todo el mundo supiera esto y den una explicación al país.

-Tampoco hubo acuerdo para acusar a la ministra de medio ambiente por su "impasse" con la Corte Suprema.

-Todas las acusaciones constitucionales han sido muy debatidas porque son temas opinables, lo mismo que las interpelaciones. En este caso faltó más debate entre las bancadas, discutir previamente. En mi caso, yo primero quiero ver los argumentos y cuántos parlamentarios están dispuestos a meterse en una cosa así.

 "Las instituciones creadas para fiscalizar están en crisis"

"Hay varias cosas que hoy no están funcionando en el Parlamento, y quizás lo más grave es que las instituciones creadas para fiscalizar están en crisis", plantea Montes.

Asegura que "las sesiones especiales hace rato que no funcionan, y los acuerdos adoptados en ellas, el Gobierno no los toma en cuenta; un alto porcentaje de los oficios no son respondidos y muchos de los que sí se contestan eluden los temas consultados; las comisiones investigadoras se dilatan mucho y no disponemos de instrumentos para investigar por nuestra cuenta; las interpelaciones no llevan a resultados, salvo un hecho mediático, que no se traduce en ningún cambio. Hay que modernizar y actualizar las instituciones que hemos creado para fiscalizar y, probablemente, esto lo sentimos más fuerte ahora que cuando éramos gobierno. Tenemos que avanzar también en mejorar las asesorías y dotar de más recursos a la biblioteca, para producir conocimiento y legislar mejor".

Pero, a fin de cuentas, agrega, "el problema principal del Parlamento no está ahí, sino en el bloqueo institucional: que las mayorías no pueden expresarse por los altos quórums y el binominal".

-Usted tiene la decisión tomada de no repostular a diputado y buscar una opción por el Senado.

-Ya está totalmente resuelto que no voy a ir de diputado de nuevo y estoy trabajando para ser senador. Para ello, estoy llevando adelante distintas iniciativas que le dan un sentido a lo que estamos haciendo en una zona tan grande como es la circunscripción Oriente.

-¿Para definir su candidatura tendrá que ir a primarias?

-Es altamente probable que haya primarias. El problema es cómo se hacen con dos cupos de dos líneas de candidatos. Es muy difícil, y allí hay un tema aún no resuelto.

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