Esgrimiendo mala evaluación de su desempeño administrativo y por polemizar públicamente con parlamentarios, los presidentes de ambas cámaras del Congreso Nacional le solicitaron ayer la renuncia a la directora de la Biblioteca del Congreso Nacional (BCN), Soledad Ferreiro Serrano.

La determinación le fue comunicada personalmente a la funcionaria, que iba a completar una década en el cargo, por las propias máximas autoridades del Parlamento en una reunión sostenida este jueves en las oficinas del Senado, en Santiago.

Una alta fuente del Congreso confirmó a La Segunda la destitución de Ferreiro y detalló que la decisión se venía gestando hace tiempo debido a la "insatisfactoria" evaluación que los titulares de ambas cámaras tenían de su desempeño, tanto en lo relativo a gestión administrativa como su relación con los parlamentarios.

Según sus críticos, la funcionaria no habría dado respuesta satisfactoria a una seria de acusaciones por supuesto desorden en el manejo de la BCN que detectó una auditoría interna conocida a fines del año pasado. También se le reprochó su conducta durante la discusión del presupuesto de la Biblioteca.

A lo anterior se sumaron, según la misma versión, reclamos de algunos funcionarios de la repartición y críticas de parlamentarios.

El episodio que vino a sellar la suerte de Ferreiro fueron declaraciones vertidas al diario La Segunda en la que se mostró sorprendida de que el presidente del Senado, Camilo Escalona, haya utilizado un estudio sobre desigualdad requerido a la BCN para publicar un libro que serviría de insumo para la elaboración programática de una eventual candidatura de Michelle Bachelet.

"Es primera vez que esto ocurre, pero nosotros no podemos hacernos cargo de lo que hagan los parlamentarios con nuestros datos", declaró en la oportunidad.

Durante su gestión, Ferreiro impulsó la modernización de la BCN reforzando su rol de asesoría a los congresistas. Ello, a su vez, dio origen a controversias, como la generada por un informe sobre el caso Johnson´s, que molestó a parlamentarios oficialistas.

Tras la destitución, los jefes del Congreso nominaron al subdirector de la Biblioteca, Alfonso Pérez , para que asuma provisoriamente la jefatura y se formó una comisión ad hoc -conformada por el secretario del Senado, Mario Labbé; el prosecretario de la Cámara, Miguel Landeros; y el ex secretario de la Cámara, Carlos Loyola- para que llamen a la brevedad a un concurso público con el fin de proveer el cargo.

La decisión fue apoyada por el ex presidente del Senado, Jorge Pizarro, quien reconoció el esfuerzo de Ferreiro por mejorar los programas de asesoría legislativa pero sostuvo que "se equivocó al pensar que tenía una autonomía total para tomar decisiones. Cuando fui presidente del Senado tuve diferencias respecto de algunos de sus procedimientos y participación ".