Sólo después de Fiestas Patrias, confiesan sus más cercanos, Laurence Golborne zanjará finalmente si se marginará de la recta final de la campaña municipal o si apoyará en terreno a algunos candidatos del sector (ver página 20). Se pospone así por a lo menos tres semanas más -y por tanto a casi un mes de los comicios, justo cuando los alcaldes en ejercicio pueden comenzar con la campaña- una de las varias interrogantes que comparten sus adherentes y La Moneda respecto de las decisiones estratégicas a adoptar por el ministro de Obras Públicas ante el escenario que dejó la última encuesta CEP.

En el círculo del secretario de Estado, algunos sostienen que éste se encuentra "tranquilo" ante la sensación de estancamiento de la carrera por la sucesión que circula en el oficialismo, y que sigue decidido a refugiarse en su rol de ministro en vez de correr el riesgo de "saturar" su perfil de candidato.

Sin embargo, a raíz de dicho escenario -con la ex Presidenta Michelle Bachelet aventajándolo por 41 puntos- en los diez días que han pasado desde que se conoció el sondeo ya se mira con preocupación el derrotero de su precandidatura.

Ello, por cuanto el cuadro dibujado por la CEP ha provocado que cada vez se plantee con mayor fuerza la urgencia de cambiar de estrategia ("si seguimos haciendo lo mismo, tendremos los mismos resultados"), ya sea adelantando cuanto sea posible la salida del ministro y de su par Andrés Allamand, o bien que el titular del MOP se juegue por asumir una mayor riesgo en su precandidatura.

Este último punto es un debate que circula con fuerza en la UDI y en el Ejecutivo, e incluye más de un frente. Al dilema de participar o no en la campaña municipal se agrega el de asumir que en las actuales condiciones (con un Allamand ''lanzado'' como precandidato tras su entrevista del pasado domingo en El Mercurio), se esfuman las aspiraciones del jefe del MOP de imponerse como candidato único de RN y UDI y desahuciar las primarias.

El factor Recoleta

Que el ministro hasta hoy no haya dado señales claras de tomar opciones en ninguna de ambas áreas ha alimentado la impresión que tienen algunos en La Moneda y el oficialismo de que Golborne aparece "inmovilizado". A ello contribuye, se reconoce, la fuerte ofensiva desplegada por su par de Defensa. Allamand se jugó por reafirmar sus ganas de competir, incluso cruzando en el papel la línea trazada por Palacio de no mostrarse abiertamente como "ministro candidato"... prácticamente sin pagar costos.

Las críticas del ex Presidente Ricardo Lagos contra dicho despliegue, comentan en Defensa, "fue la mejor señal de que estamos en lo correcto".

Con todo, entre los cercanos a Golborne se insiste en que, lejos de ello, el ministro sigue activo. Pero reconocen que se encuentra en un terreno de "arena movediza" y evaluando con cautela los costos de opinión pública que puede acarrear involucrarse en la campaña.

Un factor clave, reconocen en La Moneda, son los coletazos de la criticada intervención del titular del MOP en una actividad de la alcaldesa de Recoleta, Sol Letelier, en mayo pasado. Allí llamó a "preocuparse de los votos" de la edil, que va a la reelección.

Ello le costó reparos del Jefe de Estado y una presentación a la Contraloría que hicieron parlamentarios de la Concertación, entre ellos el diputado DC Jorge Burgos. Dicho documento consideró la denuncia interpuesta contra un grupo de ministros de la administración Bachelet en plena campaña presidencial 2009, texto que estuvo a cargo de los entonces senadores Andrés Chadwick y Andrés Allamand, entre otros.

El dictamen sobre el "Caso Recoleta", trascendió, ya se encuentra prácticamente redactado y se conocerá en los próximos días... no más allá de la próxima semana , ya que el contralor Ramiro Mendoza viaja fuera del país el jueves 6 de septiembre. Las apuestas en el gobierno y la oposición descartan que Golborne sea objeto de un sumario, pero reconocen que es probable que la Contraloría manifieste algún reparo, los suficiente para que se desate una ofensiva contra el ministro que lo exponga a al menos una semana de críticas.

En dicho contexto es que, según se supo, Golborne tendría planificado tomarse una semana de vacaciones -planea viajar fuera del país con uno de sus hijos- la semana del 22 de septiembre, para regresar a la arena el 1 de octubre . Dado que esta última fecha es el deadline , estiman en La Moneda, para que él y Allamand decidan si se "lanzan" o no antes de las municipales, es poco probable que el titular del MOP lo haga.

Ante tal escenario, en el oficialismo también se comenta que es urgente que se instale un staff de asesores políticos -que provean estrategias y contenidos- detrás de Golborne, bajo el convencimiento de que no es suficiente el rol que cumplen cercanos como Pablo Zalaquett (que pelea su reelección en Santiago) y Evelyn Matthei (que enfrenta una cargada agenda como ministra del Trabajo).

Dicho punto ha sido debatido en la UDI, precisamente, luego del «recoletazo» que encendió las alarmas en ese sentido. En las últimas semanas varios personeros han intensificado sus contactos y reuniones con Golborne, incluyendo al timonel Patricio Melero, el senador Jovino Novoa y diputados como Ernesto Silva. Pero en el entorno del jefe del MOP -donde afirman que el ministro mantiene sus encuentros de los lunes en la casa de Zalaquett- rechazan "udizar" su figura. Ello, sostienen, va completamente en contra del perfil liberal que ha explotado en los últimos meses y sólo puede traer costos.

Ese mismo dilema es uno de los que, insisten en el gobierno, Golborne debe estar dispuesto a zanjar.