"La fase de los gustitos y la rimbombancia tiene que dar paso al tratamiento más a fondo de los problemas del país", dice el ex ministro. Advierte que, en algunos lugares, "la oposición va a ser derrotada (en la elección municipal) por su incapacidad de articular un acuerdo y veremos después quién asumirá la responsabilidad".
"Esta semana las cosas más complicadas han pasado en la otra vereda y no acá", advierte de entrada Ricardo Solari -aludiendo a las vicisitudes del Gobierno con RN en el tema del salario mínimo-, antes de pasar revista a la situación que vive el conglomerado opositor y cómo éste se prepara para los desafíos políticos que vienen.
Miembro del equipo electoral de su partido, influyente político socialista y fundador de la Concertación, Solari asegura que "después del conflicto con el PPD por no dar paso al diálogo con el Ejecutivo que había iniciado el presidente del Senado predomina una sensación de que hay un punto en el cual seguir separándonos no tiene ningún sentido y no provee esperanza de futuro, ni al conjunto ni a los actores por separado".
-¿Cómo vislumbra la próxima elección municipal para la Concertación?
-En muchos lugares de Chile logramos candidatos comunes a alcaldes pero va a haber competencia al interior de la oposición porque enfrentaremos esta elección con al menos cuatro listas de concejales distintas. Esta campaña será difícil porque en algunos lugares no logramos concretar integralmente la construcción de una candidatura única. La oposición va a ser derrotada por su incapacidad de articular un acuerdo y veremos después quién asumirá la responsabilidad.
-Eso pone un primer escenario sombrío para la eventual llegada de Michelle Bachelet el próximo año.
-Tenemos un acuerdo de ir a una definición presidencial en primarias, que debería ocurrir a fines del primer semestre del próximo año. Veremos cuántos actores logramos involucrar en esa primaria. Otra cosa es el tono en que este proceso se va a dar y allí existen distintas experiencias: hay procesos virtuosos como la primaria Obama-Clinton en Estados Unidos, pero también procesos muy imperfectos, como el que hicimos nosotros en la última presidencial.
-¿Tratándose de una figura con alta adhesión ciudadana, no es arriesgado que compita con candidatos decididos a confrontarla?
-Para la ex Presidenta nada en su trayectoria política ha sido fácil, además, muchos de los que han tratado de construir capital a costa de confrontarla han salido mal parados, porque no es el tipo de liderazgo para el cual sea fácil hacer un tratamiento de descalificación o ataque agresivo.
-¿Para qué hacer una primaria cuando hay una carta aparentemente ganadora?
-Eso es un hecho de la causa pero cualquier otra cosa puede ser vista o manipulada como una cierta imposición.
-El presidente del PS ha advertido que la desunión podría ser un factor que inhiba la posibilidad de una candidatura de Bachelet...
-Es bueno tener una carta ganadora para disputar una elección pero hay que mostrar capacidad de gobernar. La gente espera que el país sea gobernado y avance en una buena dirección. Eso requiere una fuerza de gobierno que exprese consistencia, solidez, capacidad de administrar sus discrepancias y ponerse de acuerdo. No hay que olvidar que la próxima elección presidencial y parlamentaria es con voto voluntario y por tanto se requiere capacidad de articular un programa y proyectarse como una fuerza atractiva y con potencia suficiente para encarar los desafíos del país. Esto no puede ser un movimiento de dos pasos adelante y un paso atrás, la fase de los gustitos y la rimbombancia tiene que dar paso al tratamiento más a fondo de los problemas del país.
-¿Qué gustitos?
-Las frases para el bronce, (porque) nadie puede dar veinte o treinta veces por muerta una coalición; en algún momento alguien te va a preguntar bueno entonces qué es lo que surge, qué es lo nuevo, cuando se habla de que queremos hacer una nueva coalición y tener articulación con los movimientos sociales.
-¿Ese cuadro de fragmentación y falta de unidad estratégica no proyecta una imagen de ingobernabilidad para una candidatura de Bachelet?
-Tengo la impresión de que hay creciente conciencia de aquello. Por ejemplo, el desarrollo de un diseño programático requiere en primer lugar de una agenda que sea discutida entre nosotros de un modo constructivo, sin descartar ninguno de los aspectos esenciales de la política como la identidad propia, que estas distintas identidades puedan convivir y tener un procedimiento para construir una síntesis.
-Un grupo de personalidades de la Concertación acaba de sacar un documento que pareciera reavivar la vieja disputa entre autocomplacientes y autoflagelantes...
-Ese documento, independiente de su contenido, no aporta en este momento, que es más bien de búsqueda de espacios de cooperación. No debemos concentrar nuestra energía en reafirmar particularidades sino en construir espacios comunes.
"Andrés ha pololeado con un discurso antipolítico... esa es una forma de populismo"
-¿Comparte la afirmación de Andrés Velasco sobre que Guido Girardi es "el líder del clientelismo y las malas prácticas"?
-Este es un hito en la campaña presidencial de Velasco. Por otra parte, considero indeseable que el Estado chileno sea la articulación de redes clientelares, en eso estamos totalmente claros. Las presiones existen y eso es connatural a las democracias, pero hay una enorme cantidad de cortafuegos que se han ido construyendo para limitar la captura de los estados modernos. Asimismo, existe una cierta tradición de malas prácticas asociadas a la política, básicamente parlamentaria, eso es básicamente así. Hacer un alegato sobre este tema es una cosa positiva para el país. No condeno a Andrés por haberlo hecho, aunque sé que tuvo una motivación electoral. Entiendo que hay un punto efectivo en la oportunidad y en el destinatario pero Andrés sabe que no es el único y que existen otros practicantes.
-Se ha hablado que Velasco hace campaña con un discurso antipolítico...
-Andrés ha pololeado con un discurso antipolítico que me parece totalmente inadecuado porque él ha vivido en medio de esto toda su vida. Su punto de vista me parece freak porque él quiere participar en una primaria donde hay partidos y militantes, mundo del cual él quiere diferenciarse. Esa es una forma de populismo, nicho que además yo veo muy ocupado en Chile.
-Otro elemento de tensión ha sido esta pugna entre el llamado "eje histórico DC-PS" y quienes se han dado a la tarea de perfilar más bien un frente de izquierda.
-Ese es un hecho consumado desde la lógica estrictamente electoral. Yo hubiera preferido una lista única y que el PS hubiera hecho el máximo esfuerzo para no dividir electoralmente el sector de la izquierda que está en la Concertación, pero los socialistas decidieron mayoritariamente hacer este acuerdo como respuesta a la ausencia de lista unitaria y no queda otra actitud que respaldarla. Con estas sublistas el PS pagará un costo pero eso ya es parte de la historia y lo que queda es trabajar para que el conjunto de esto funcione lo más exitosamente posible. Lo que representan cada uno de estos ejes son fragmentaciones minoritarias así que debemos retornar cuanto antes a una configuración unitaria porque de lo contrario no podremos proyectarnos frente a la sociedad como una fuerza política con capacidad de gobernar en serio, lo que significa no sólo ganar una elección presidencial sino llevar adelante un programa consistente.
-¿Qué oferta de gobernabilidad puede hacer Bachelet en este nuevo escenario de un movimiento social muy activo y ciudadanos cada vez más empoderados?
-Es un camino que hay que recorrer, que tiene que ver con el modo cómo se va a hacer la construcción programática y la capacidad que tengamos para recoger las nuevas aspiraciones de la sociedad chilena.
-Girardi dice que Bachelet debe hacer suyas las demandas del movimiento social y plasmarlas en su programa...
-No existe tal cosa. Tendrían que mostrarme el manual y decirme cómo se hace eso, porque los estudiantes universitarios tienen sus aspiraciones, los profesores otras tantas, en fin, pero ese proceso y esa síntesis en relación a una abundancia o restricción de recursos es la esencia de la política, a eso no se puede renunciar, es un deber. Lo otro es una frase. No creo que nadie esté pensando, ni siquiera el propio Guido, hacer un copy-paste de distintos manifiestos de organizaciones sociales, porque muchas de ellas son contradictorias entre sí.
-En ciertos círculos de la Concertación ha surgido también la demanda de una asamblea constituyente...
-Este es un debate que va a estar abierto y las responsabilidades de que esté instalado no es de la extrema izquierda sino de los sectores inmovilistas. Va a ser una de las opciones que van a estar sobre la mesa.
