¿Y en qué está ME-O?: Renueva equipos, activa su agenda en el exterior y recluta candidatos municipales

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Se bajó la madrugada del miércoles pasado del avión que lo trajo desde México -donde estuvo participando en una conferencia sobre políticas de drogas y transparencia electoral organizado por la Fundación Ethos, cuyo directorio integra- y a las pocas horas figuraba acompañando a un grupo de pobladores al Ministerio de Vivienda.

El resto del día, aunque se queja de no tener cobertura de los medios, tuvo una ronda de entrevistas de prensa; primero en Radio Futuro, luego con Tomás Mosciatti en CNN y ya tarde en la noche, con Soledad Onetto en Mega.

A la jornada siguiente trabajó en terreno y tuvo una reunión con sus colaboradores en la sede del partido.

Esa es la dinámica que, por estos días, tiene la agenda del ex candidato presidencial y líder del Partido Progresista (PRO), Marco Enríquez-Ominami.

Distanciado de algunos de quienes lo acompañaron en su campaña, ignorado por las élites políticas y -según denuncia- objeto de indiferencia de los medios de comunicación, el político y cineasta se esfuerza por mantener la vigencia y visibilidad que le permitan avanzar en los nuevos desafíos que se ha propuesto.

Tras haber amagado al candidato de la Concertación con un sorprendente 20,4% de votación en la primera vuelta presidencial del 2009 y lograr una posición expectable en la encuesta CEP de abril -cuarto en valoración positiva tras Bachelet, Golborne y Alvear y en "empate" con Allamand en intención de voto- el ex abanderado lucha contra lo que su padre, Carlos Ominami, define como "el ninguneo del gobierno y el mundo de la Concertación".

Hoy ME-O está combinando una activa agenda exterior, que incluye conferencias remuneradas, seminarios y actividades académicas en universidades de México y Argentina, con un intenso recorrido por el territorio nacional.

Algunos de esos viajes le permiten recaudar recursos para financiar su emprendimiento partidario, junto con los fondos que le reembolsó el fisco por el millón 400 mil votos que obtuvo en la presidencial pasada.

Lo económico es un factor crucial porque hoy Marco ya no cuenta con el mecenazgo del empresario Max Marambio, quien fuera un puntal político y financiero de su campaña presidencial, porque se encuentran distanciados.

Igual cosa ocurrió con otros ex colaboradores como su ex asesor Camilo Feres y el ex vocero de su comando Max Colodro. Sólo el periodista Cristián Warner sigue integrando su equipo cercano, como secretario general del PRO y vicepresidente de la Fundación Progresa.

Interrogado sobre cuántos se quedaron con él tras la campaña, Marco responde tajante: " El grueso no está, algunos están volviendo y a otros no los he invitado ".

"Con Camilo (Feres) tengo un gran recuerdo y, como es de público conocimiento él está hoy en el mundo de los negocios. Con Max Colodro tenemos una gran relación y nos hemos juntado cada tres o cuatro meses. Cada uno está en su camino, hay diferentes agendas y yo he tomado uno que me aleja de muchas dinámicas", abunda.

Su «meta»: 100 candidatos a alcaldes, y unos 1.000 a concejales

Pero los principales desvelos del ex candidato se han enfocado en este tiempo en recorrer el país y tomar contacto con los ciudadanos. Incluso, asegura que ha puesto pie en 210 comunas en los últimos dos años.

"Marco ha hecho un esfuerzo gigantesco construyendo un partido en las condiciones más adversas: con una derrota presidencial a cuestas y un gran desprestigio de la política", destaca Ominami.

Su peregrinaje por el país es parte de la laboriosa tarea de inscribir su partido, para presentar candidaturas municipales en la mayor parte de Chile.

Reconoce que ha sido un reto dificultoso y culpa de ello a una ley de partidos hostil a los mismos -que obliga a los interesados a firmar ante notario su adhesión- y lo que él denomina "la ley antidíscolos que hicieron Longueira y Lagos Weber", que redujo los plazos para desafiliarse a los "descolgados" que deseen postular como independientes.

A los obstáculos se suman las rupturas y distanciamientos políticos que ha tenido con quienes antes fueron sus aliados. De hecho, en tácita referencia al diputado René Alinco, dice que "desinscribió" la región de Aysén retirando las firmas del Servicio Electoral porque quienes las juntaron y presentaron están a favor de HidroAysén.

"El mito fundacional del Partido Progresista es cambiar las reglas en Chile y en Aysén estamos contra el megaproyecto de las represas. Allá los fundadores del partido están a favor de Endesa, lo que es una contradicción que no se sostiene. Así que no quisimos hacer un cálculo mezquino para tener la región legalizada", dice, sin mencionar en ningún momento a Alinco, quien otrora apoyó su candidatura presidencial.

El PRO ya tiene seis regiones legalizadas (XV, I, II, III, IX, X y Metropolitana) y entregó las firmas correspondientes a la IV, V, VI y VII, que deben ser revisadas y aprobadas por el Servel para ser incorporadas. Marco reconoce que será difícil inscribir las regiones del Biobío, Aysén y Magallanes antes de que venza el plazo para formalizar las candidaturas a alcaldes y concejales, a fines de julio.

Paralelamente, marcha por regiones en búsqueda de "candidatos progresistas" a las alcaldías y concejos comunales.

"Nuestra estrategia es competir donde más podamos porque la prioridad es construir una alternativa. Pero no se le puede pedir a un partido que tiene un año de legalización que tenga resuelta su planilla municipal frente a otros con ochenta o cien años de existencia", sostiene.

Asegura que, sin blufear y con realismo, el PRO podría levantar unos cien candidatos a alcaldes y un millar de candidatos a concejales a lo largo del país. Para ese propósito intenta sumar fuerzas con otras colectividades extraparlamentarias, como los humanistas y ecologistas.

Tres nombres para Santiago

Pero lo que mayor inquietud genera en los círculos políticos opositores es la posibilidad de que el PRO levante candidato en Santiago, donde podría amagar seriamente las posibilidades de la carta concertacionista, la PPD Carolina Tohá.

"En Santiago haremos nuestro mayor esfuerzo por ofrecer una alternativa distinta al alcalde que apaleó a los estudiantes y a quien antes los traicionó siendo parte de un acuerdo improductivo e injusto como fue el que dio sustento a la LGE", advierte Enríquez-Ominami.

Afirma que tiene tres nombres para competir en Santiago, pero se niega a revelarlos y no confirma ni desmiente que uno de ellos es Marcelo Trivelli, quien lo estaría evaluando y ha hecho trascender que en junio tomaría una decisión.

Más allá de nombres, Marco subraya que todos sus candidatos competirán enarbolando una plataforma programática, que incluye presupuestos participativos, transparencia en la gestión comunal, nueva ley de rentas municipales y más derechos, incluyendo la entrega de la píldora del día después en los consultorios.

"Además, hemos sido super exigentes con los candidatos. Los que inscribiremos no sólo deben suscribir un documento programático sino que además les pedimos papel de antecedentes ", enfatiza.

Sus redes internacionales

Por otra parte, Marco mantiene vigente una nutrida red de contactos internacionales, una parte de la cual es producto de su propia iniciativa y sus frecuentes viajes, y otra parte deriva de las relaciones tejidas por su padre, el ex senador Carlos Ominami.

De ahí que en su sitio web personal se le puede apreciar en coloridas fotografías junto a gobernantes como la argentina Cristina Fernández , el ecuatoriano Rafael Correa y el uruguayo José Mujica , además del ex mandatario brasileño Lula Da Silva y el actual Vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera .

Además, relata que en meses recientes ha estado en seminarios y encuentros en países América latina, Estados Unidos y Europa por tres grandes temas: el progresismo, la renovación generacional en América del Sur y la comunicación política.

Y pone de relieve sus sólidos lazos con el socialismo francés, a propósito del reciente triunfo de Francois Hollande.

"Tengo una foto con Hollande y con seis ministros de su gobierno a los que conozco, entre ellos a los de Relaciones Exteriores, de Interior y de Finanzas. Con la actual Viceministra de Justicia, Delphine Batho, somos amigos hace 35 años, fuimos compañeros de banco en la educación primaria y secundaria", se ufana.

Más aún, también presume de que el actual Ministro del Interior del gobierno socialista galo, Manuel Valls, es uno de los integrantes del directorio de la Fundación Progresa, de la que es presidente junto con el PRO.

Según el ex senador Carlos Ominami, además del "hielo de los medios", la clase política también mantiene una actitud distante con su hijo.

Uno de los que aún mantienen contacto con Marco y con el PRO es el senador Alejandro Navarro y dirigentes del MAS de Concepción. De hecho, se especula que con ellos podrían conformar una lista parlamentaria.

También, a través de la Fundación Chile 21 -a la que pertenece Ominami- mantiene contacto con dirigentes como el ex vocero Francisco Vidal.

Pero no es mucho más que eso... Con el PPD Guido Girardi está alejadísimo desde que el senador planteara, hace poco, que apoyaba a Bachelet y dijera en privado que ya no le interesaba el proyecto ME-O.

Con el oficialismo las relaciones no son mejores. Ominami recuerda que Marco solicitó el año pasado una entrevista con el Presidente Sebastián Piñera para presentarle su programa de reconstrucción nacional, y La Moneda no le concedió la audiencia.

Además del alejamiento de algunos de sus más cercanos colaboradores en la pasada campaña presidencial, en el Parlamento ya no hay nadie que lo siga o lo defienda. "Los que alguna vez estuvieron con él, hoy están interesados en que Bachelet los tenga en su retina", aseguran en el círculo de ME-O.

Uno de los pocos con que aún conversa es el diputado Tucapel Jiménez (PPD).