No sólo su defensa a las acciones que está emprendiendo la Alianza en la segunda comisión investigadora del 27/F, sino la decisión de no dar pie atrás a las críticas a la ex mandataria planteó el jefe de la bancada de diputados RN, Alberto Cardemil.

Esto, pese a que desde la Concertación se acusa al oficialismo de haber encendido los ánimos y crear un pésimo ambiente previo a la cuenta presidencial del 21 de mayo.

Consultado por la posibilidad de retroceder, respondió "por supuesto que no. Si no, habría chantaje permanente. ¿Que no le hacemos preguntas a la ex Presidenta y a cambio ellos se portan bien? Habría un chantaje permanente".

Por el contrario, Cardemil remarcó que están "cumpliendo una función de fiscalización de los actos de los gobiernos, y eso lo vamos a mantener, porque es correcto, lícito y además tiene sentido político, es obvio, si es una Cámara política. Cuestionar, preguntar, criticar, pedir cuenta a los presidentes y ex presidentes, sobre todo cuando se plantea que van a ser candidatos, es una gestión parlamentaria útil para el país", dijo.

Frente a la posibilidad de que esto provoque incidentes en la cuenta presidencial, respondió que "la gente más sensata de la Concertación esto lo entiende. Los que amenazan con escándalos son los termocéfalos de siempre y siempre es difícil controlarlos. El año pasado nadie había cuestionado a la ex Presidenta y hubo actos escandalosos protagonizados por estos mismos grupos de cabeza caliente". 

Consultado por si les pidieron desde La Moneda bajar el tono a las declaraciones por la proximidad del Mensaje, respondió que "no. Y si me lo dijeran, no aceptaría esa pauta, así de simple, porque La Moneda no tiene velas en este entierro. Es una decisión parlamentaria y es a la Cámara la que le corresponde fiscalizar". Agregó que "si criticar las decisiones que tomó o no un Presidente, significa prender el escenario, ¿quiere decir que no se puede hacer nada? ¿Hay personas al margen de la crítica? Si esto (lo del 27/F) hubiera ocurrido hoy protagonizado por Piñera, aseguro que ya habría una acusación constitucional" de la oposición. "Que nadie pueda cuestionar ni preguntar nada a las figuras de la Concertación, es una pataleta de niño chico (...) La cuestión de fondo es el adecuado funcionamiento de las entidades republicanas: el día que la Cámara deje de fiscalizar, empieza a perjudicar la democracia".