Asesores de la ex Presidenta -«Jupi» Alvarez y Rodrigo Peñailillo- la mantuvieron informada al detalle de lo que ocurría, y se coordinaron con un grupo de diputados para establecer vocerías en su defensa.
El grupo de parlamentarios que salió a defender a Bachelet en la semana.
Tenían que decidir si permanecían en la comisión investigadora del 27/F o, en señal de protesta, se retiraban en masa. Harboe y el DC Matías Walker eran partidarios de quedarse para que la Alianza no tomara el control de la instancia. Pero como el PS Marcelo Schilling ya había adelantado que se retirarían y no podían echar pie atrás, la decisión finalmente fue abandonarla.
El episodio refleja hasta qué punto el «corazón» del bacheletismo estuvo minuto a minuto monitoreando los pasos que daría la Concertación en defensa de la ex Presidenta. Tarea en que no sólo estuvo involucrado Peñailillo, sino que también la ex asesora presidencial María Angélica «Jupi» Alvarez, quien mantuvo informada a Bachelet en forma permanente de lo que ocurría.
En el bloque opositor no hay dos lecturas sobre el efecto aglutinador que tuvo la ofensiva de la Alianza contra la ex Presidenta. Haciendo una analogía con el 27/F, en todos los sectores creen que ni a los menos «bacheletistas» de la DC les quedó otra que subirse a este verdadero tsunami que resulta ser la ex Presidenta después del 51% de la CEP.
Fueron los DC, justamente, quienes primero salieron a defender a la ex Presidenta, con una puesta en escena donde aparecían 17 de sus 19 diputados, y cuya lectura política inevitable fue que en ese partido parecía imponerse sin mayor esfuerzo la tesis de Bachelet-candidata... incluso, entre quienes han declarado su adhesión pública a alguno de los presidenciables decé, Claudio Orrego y Ximena Rincón.
Enterados de ello, y aunque no habían sido informados, rápidamente se plegaron las bancadas del PS, PPD y radicales. Y a partir de allí, actuaron al unísono: retirarse en masa de la comisión del 27/F, y repartirse las vocerías.
Los nombres de quienes saldrían a defender a Bachelet -el mismo Harboe, Matías Walker, Carolina Goic y Carlos Montes, entre otros- no fueron escogidos al azar. Se trata, dicen, de parlamentarios jóvenes (los tres primeros), o desvinculados de la máquina partidaria (Montes, un parlamentario serio, antiguo y creíble, dicen). Y algunos, como Harboe, de reconocido perfil «bacheletista».
Fueron justamente ellos quienes salieron a responder las críticas del Gobierno y a acusar a La Moneda de orquestar la operación contra la ex Presidenta.
La evaluación del «bacheletismo» es más que positiva. Dicen que este episodio logró potenciarla como la única opción presidencial que tiene la oposición. "La unidad de la Concertación dividió a la derecha, y esto fue visto con muy buenos ojos por Bachelet", dicen. Algunos, en Dialoga, hasta se atreven a pensar que esto la "energizará" para que se decida a ser candidata.
Además, se consideró como un "error político" de la Alianza haber generado esta guerra con la oposición en vísperas del discurso del 21 de mayo. Por eso, a pocos días de la Cuenta Presidencial todos advierten que el ambiente estará "enrarecido"... y no descartan «gestos», como que se levanten lienzos en favor de la ex Presidenta.