No es una batalla fácil la del concejal Ismael Calderón (39 años, técnico jurídico). Faltan sólo 4 días para que tenga que enfrentar una dura competencia -en las primarias de la Concertación- contra dos ex ministras del gobierno de Michelle Bachelet -Laura Albornoz (DC) y Carolina Tohá (PPD)-. Sin embargo, él no se inhibe y asegura que, dentro de su conglomerado faltaba "una voz distinta".

A pocos meses de terminar su periodo como concejal por Santiago, resalta con gran orgullo el papel fiscalizador que jugó el año pasado durante las movilizaciones estudiantiles en la comuna, en las que -según afirma- fue el "puente" entre los estudiantes y el alcalde UDI, Pablo Zalaquett.

-¿Por qué decidió ser candidato a alcalde de Santiago?

-Porque falta una voz distinta en la Concertación. Cuando me inscribí, siempre se decía que Orrego era la mejor carta, o Tohá, pero ella no había tomado la decisión, y yo dije, bueno, tengo el mejor derecho a participar y a competir, y bajo el contexto de las movilizaciones estudiantiles donde yo dije acá hay una mirada distinta a cómo se llevó el proceso, creo que se necesita mayor diálogo, sentarse a conversar con los jóvenes, luchar en conjunto y no ser un enemigo.

-Ud. ha dicho que "la derecha ha deprimido nuestra comuna". ¿A qué se refiere específicamente?

-Temas como el de la basura no han sido resueltos. Sigue siendo un problema en los barrios históricos. Otro tema es la poca participación de los vecinos, aquí desde la época de Ravinet que no se ha hecho un cabildo, no se convoca a los vecinos para pensar en la ciudad. El otro tema son los índices de delincuencia. Ya sea el centro cívico como la ciudad, como la comuna de Santiago o los barrios, sigue siendo una comuna bastante vulnerable para el tema de la delincuencia.

-¿Cómo calificaría la gestión del alcalde Pablo Zalaquett?

-Deficiente en participación ciudadana, deficiente en fortalecer la educación pública. Fue el primer alcalde que desalojó un liceo que fue el Barros Borgoño. Fue muy mala esa señal. Fue catalogado como uno de los enemigos del movimiento estudiantil, por los dirigentes, sumado a los alcaldes Labbé y Sabat.

-¿Qué posibilidades tiene de ganar si está compitiendo con figuras como Carolina Tohá y Laura Albornoz?

-Para mí es un honor competir con dos ex ministras del gobierno de la Concertación. Claro, efectivamente hay de parte de ciertos medios un ninguneo a esta candidatura, en términos de que se dice que la gran competencia es entre Tohá y Albornoz, pero aquí yo cumplí con todos los requisitos para ser candidato. Las dos cargan una mochila con cosas positivas y negativas, yo no.

-Entre estas dos candidatas, ¿cuál cree que es la que tiene mayores capacidades?

-Las dos tienen grandes capacidades, las demostraron al ser ministras y una además diputada, por lo tanto, yo creo que cualquiera de las dos puede ser una gran alcaldesa de Santiago.

-¿No analizó la posibilidad de presentarse por otra comuna donde hubiese podido tener un papel más protagónico?

-He desarrollado toda mi historia política y familiar en la comuna de Santiago. Para ser alcalde o para jugárselas por un cargo de representación popular hay que partir de donde uno proviene. Yo nací, estudié, trabajo y he hecho mi vida familiar en Santiago. Yo voy a ser un alcalde distinto, un alcalde de izquierda, un alcalde vecino de Santiago.

-¿Cómo evalúa la proliferación de candidatos presidenciales dentro de la Concertación?

-La política cambió a partir de las movilizaciones estudiantiles del año pasado y de todos los movimientos sociales. Y creo que algunos tienen mejor derecho para poder competir y es un síntoma de que la política de los consensos está descansando en algún baúl.

-Bachelet no ha dicho todavía si va a repostular o no. ¿Su partido debería levantar alguna candidatura alternativa?

-Si hay algún candidato del PS que se siente con ese derecho, bienvenido sea, pero la ex Presidenta Bachelet tiene todos los méritos y argumentos para poder ser de nuevo candidata presidencial, es la mejor carta, pero en la medida en que todo esto sea validado a través de una primaria ciudadana, no una primaria trucha.