Un duro intercambio protagonizaron la secretaria general de las JJ.CC., Karol Cariola, y el director del Injuv, el RN Luis Felipe San Martín, en una discusión que abordó desde el movimiento estudiantil hasta la situación de los derechos humanos en Cuba.
Sin concesiones. Así fue el debate entre la secretaria general de las Juventudes Comunistas, Karol Cariola —24 años, obstetra, ex presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción—, con el director del Injuv, el RN Luis Felipe San Martín —30 años, ingeniero civil, ex presidente de la FECh—. Los dos defendieron con pasión sus puntos de vista.
—Karol Cariola (C): Tu pasado te condena. Como presidente de la FECh fuiste independiente, con cuestionamientos bien duros a los partidos, un Gabriel Boric cualquiera.
—Luis Felipe San Martín (SM): Estaba muy en contra de cómo operan los partidos en las universidades. Fui dirigente estudiantil y en la universidad uno tiene la tendencia, por la edad o por el ámbito donde vive con más oportunidades que responsabilidades, de creer que todo está mal. Ahora tengo una mirada mucho más respetuosa de las instituciones.
—C: ¿Crees que los estudiantes universitarios no son seres pensantes?
—SM: Sí, pero la universidad es una etapa donde formas el juicio crítico. Es el lugar por excelencia donde cuestionas todos tus principios y debates ideas.
—C: Mientras fuiste presidente de la FECh dijiste que los partidos políticos estaban obsoletos y ahora lo justificas con que no tenías la madurez suficiente, ¿por qué el cambio de opinión?
—SM: Cuando empecé a participar en política me di cuenta de que uno tiene dos formas de cambiar las cosas: o se hace parte de la crítica constante desde afuera del sistema o participa. Mi opción fue participar.
—C: ¿Ya no están obsoletos los partidos políticos?
—SM: Con el nuevo padrón es más lo que los jóvenes tienen que ofrecerles a los partidos desde el punto de vista de masas, que lo que los partidos políticos tienen para ofrecer a los jóvenes y eso se debe cambiar. Tú eres parte de una minoría excepcional. El 1,4% de los jóvenes hoy día participa en algo relacionado con los partidos políticos. Y los jóvenes talentosos que están metidos en política son muy pocos. Reconozco el talento de la líder de tu partido, Camila Vallejo.
—C: Ella no es la líder de mi partido.
—SM: No es la líder designada, pero es la líder que la gente identifica.
—C: Sin duda, pero son cosas distintas. Ella es una líder social y política. Nosotros tenemos una estructura que es colectiva, donde las decisiones no pasan por el desarrollo de caudillismos.
—SM: ¿Te molesta que la gente diga que ella es la líder de la Jota?
—C: No, claramente no. Ella es una líder social y política. Nosotros no levantamos caudillos.
—SM: El movimiento estudiantil está totalmente personalizado. Si ella no hubiese estado, no habría sido lo mismo.
—C: Es por los medios de comunicación. Ella mueve un dedo y provoca reacciones a favor o en contra.
—SM: Ha sido criticada por declaraciones desafortunadas como relativizar el uso de las armas.
—C: No sé si escuchaste entera esa entrevista, pero fue sacada de contexto.
—SM: La escuché, es desafortunada. ¿Estás de acuerdo con que hoy día se justifique el uso de las armas?
—C: Por supuesto que no. Nuestra apuesta para terminar con el neoliberalismo es la revolución democrática.
—SM: Bajo ninguna circunstancia justifico el uso de la vía armada para llegar al poder.
—C: ¿En ninguna? Tu gobierno sacó a los militares con tremendas escopetas cuando había saqueos en el terremoto... Ahí se utilizaron las armas.
—SM: Si tú viste a algún militar ocupar las armas de manera ilegal, tienes que denunciarlo. Tú dijiste que en caso de que sea necesario se justificaría el uso de la vía armada.
—C: Yo no creo en la vía armada.
—SM: Eso te diferencia de Vallejo y de regímenes comunistas que sí la justifican y que tu partido apoya, como el de Corea del Norte.
—C: Mi partido no apoya el régimen de Corea del Norte.
—SM: ¿Y las condolencias?
—C: Esas son condolencias y las hemos enviado a otros países, donde hay modelos que no apoyamos.
—SM: Las condolencias se mandan como señal de hermandad. ¿Le enviarías condolencias a un dirigente nazi que muriera?
—C: Le mandaría condolencias al Presidente de la República con quien no comparto en absoluto su visión política, por buena convivencia.
—SM: Estás comparando a un presidente electo democráticamente con un régimen dictatorial.
—C: Elegido democráticamente, pero que no fue capaz de dar una señal mínima a los estudiantes.
—SM: Insisto, ¿mandarías condolencias por la muerte de un líder nazi?
—C: Probablemente no, si no tengo relaciones políticas que lo ameriten. No apoyamos la violación a los DD.HH.
—SM: ¿Y en Cuba por ejemplo?
—C: No creo que en Cuba se estén violando los DD.HH.
—SM: ¿Y la gente que no puede salir del país?
—C: Eso no es una violación de los DD.HH.
—SM: ¿Tú dices que prohibirles a las personas salir de su país no lo es?
—C: A ver, ¿tú estás seguro de que eso es así?
—SM: Obvio, hay un caso emblemático, Yoani Sánchez... ¡Por favor!
—C: No es tajante. El modelo te entrega educación garantizada y gratuita
—SM: ¿A costa de tu libertad?
—C: No creo que lo justifique. Eres parte de un gobierno que violó descaradamente los DD.HH. ¿Qué piensas de que el ministro Hinzpeter pretenda implementar una ley que busca resguardar el orden público, que lo único que hace es criminalizar al movimiento social y no permite la expresión de éste en las calles?
—SM: ¿Cómo puedes decir que no, si 2011 fue el año en que más marchas hubo en la historia democrática de este país? Me tocó estar con encapuchados en las manifestaciones. El espíritu del proyecto es que persigue delincuentes que se infiltran en las manifestaciones...
—C: ¡¿Delincuentes?! ¿El movimiento estudiantil es delincuente?
—SM: No, estoy en contra de ese simplismo. El proyecto está dirigido a actos violentos y gente que se infiltra en los movimientos sociales. Si estuviéramos en Cuba, yo estaría preso por estar contra el régimen.
—C: Pero el Gobierno de Piñera está privando la libertad individual.
