Encuesta revela extendido convencimiento de que el próximo será para las personas un año mejor en todos los ámbitos: familiar, sentimental y hasta político. Incluso en lo económico, pese a la crisis internacional, el 87% cree que 2012 será «bueno» o «muy bueno» para ellos. El balance personal que hacen de 2011: positivo en la mayoría de las áreas, pero con la política como el gran punto negro. Estudio revela otros rasgos del chileno del siglo 21: con escasas redes de apoyo más allá de sus familias (pág. 51) y demandante del apoyo del Estado.
En el año de los indignados, de las grandes protestas sociales y del desplome de las instituciones, la última encuesta La Segunda-UDD de 2011 muestra una cara completamente distinta de los chilenos.
Centrado en la forma en que las personas evalúan su situación personal y lo que esperan del futuro, el estudio revela a gente básicamente optimista, que puede ser crítica a la hora de enjuiciar a los políticos, pero que también siente estar viviendo mejor de lo que pudieron hacerlo sus padres... aunque tienen menos claro lo que ocurrirá con sus hijos.
La familia: Ellas, más optimistas que los hombres
La encuesta, de carácter nacional y realizada con entrevistas presenciales, también identifica otras características de los chilenos que se aprontan a recibir 2012: de mentalidad «estatista» y con pocas redes de apoyo, pero básicamente confiados en el futuro.
Esta última característica aflora con claridad al profundizar en las expecativas para el próximo año. Pero aunque aquí en casi todas las preguntas el optimismo parece desbordar, el área donde más satisfacciones esperan las personas es claramente una: su vida familiar. De hecho, el 90% de los encuestados «siente» que el próximo año será o «bueno» (42%) o «muy bueno» (48%) en este ámbito . En contraste, sólo el 6% cree que 2012 será «malo» para su vida familiar y, significativamente, nadie (0%) se pronuncia por la opción «muy malo» (los «no sabe» o «no responde» alcanzan al 4%).
A la hora de desglosar la misma pregunta por sexo, el optimismo se muestra algo mayor en las mujeres que en los hombres: el 51% de ellas escogen la opción «muy bueno», versus el 46% de ellos.
87% apuesta a tener un buen año económico
Apenas levemente menores que en el ámbito familiar son las expectativas para 2012 en lo económico. Y es que, según la encuesta, pese a todas las advertencias de especialistas y de instituciones como el Banco Central en cuanto a que el próximo será un año difícil, en que la crisis europea y las turbulencias internacionales tendrán impacto en nuestro país, las personas parecen creer que ello no los golpeará en lo personal. De este modo, el 42% siente que 2012 será para ellos un año «muy bueno» en lo económico y 45% cree que será «bueno»: en total, las expectativas positivas alcanzan al 87%.
En esta pregunta las diferencias de género no resultan determinantes: la opción «muy bueno» es escogida por el 43% de las mujeres y por el 41% de los hombres, mientras que «bueno» es mencionada por el 46% de las mujeres y el 45% de los hombres. En cuanto a los juicios negativos, las cifras en uno y otro sexo son las mismas: 8% de ellos y de ellas sienten que 2012 será «malo», y apenas el 1% de ambos grupos opta por «muy malo».
Expectativas parejas en lo sentimental
Confirmando las altas expectativas que los chilenos cifran en los ámbitos más personales de sus vidas, 2012 también aparece como un año de fuerte optimismo en materia sentimental. Tal como en lo económico, también aquí el 87% tiene positivas esperanzas de lo que pasará con ellos en esta área: el 46% cree que 2012 será en este campo «muy bueno» y el 41% dice que a lo menos será «bueno». Las alternativas «malo» y «muy malo» suscitan en cambio mínimas menciones: 5% y 1%, respectivamente.
Los números además desmienten aquella creencia popular según la cual las mujeres serían más propensas a ilusionarse y fijarse altas expectativas en materia sentimental. Y es que las visiones también aquí se reparten parejamente en uno y otro género: el 45% de los hombres y el 47% de las mujeres escogen la opción «muy bueno» para describir lo que sienten les ocurrirá en este ámbito durante el próximo año, mientras que el 42% de ellos y el 39% de ellas señalan que será «bueno».
83% cree que será un buen año laboral
Algo más abajo se ubican en tanto las expectativas en materia laboral, donde el 39% cree que 2012 será «muy bueno» y 44 % opta por la alternativa «bueno». El 8% siente en cambio que el próximo será para ellos un año «malo» en este ítem y el 1% es aún más pesimista y se inclina por la opción «muy malo». En números globales, hay así un 83% claramente optimista respecto de lo que le pasará en materia laboral, un 9% con una visión negativa y un 8% que prefiere no pronunciarse.
Respecto de géneros, los hombres parecen levemente más esperanzados que las mujeres: el 84% de ellos siente que 2012 será laboralmente «muy bueno» o «bueno», versus el 82% de ellas, si bien se trata de una diferencia ubicada dentro del margen de error.
Política: los hombres, más pesimistas que las mujeres
En contraste con los ámbitos más personales o con aquellos que más directamente inciden en la vida cotidiana, la política suscita muchas menos expectativas. Ello, aun cuando los números para el próximo año son mejores que el balance que en esta materia hacen los encuestados respecto de 2011, donde prima una visión derechamente negativa (ver página 52). Como sea, lo concreto es que el 53% de los encuestados ve con perspectivas positivas lo que pueda pasar en 2012: el 23% siente que los próximos doce meses serán «muy buenos» en esta materia, mientras que el 30% escoge la alternativa «bueno».
Las visiones negativas, en tanto, suman 28%, con el 19% señalando que el año será «malo» en lo político y el 9% optando «muy malo». Esta es además la pregunta donde mayor es el porcentaje de quienes optan por no responder: un significativo 19%.
En este ámbito, los hombres aparecen algo más pesimistas que las mujeres: si bien en las expectativas positivas uno y otro género están virtualmente empatados, el 31% de los hombres sienten que 2012 será políticamente «malo» o «muy malo» versus el 26% de las mujeres. Ellas, en cambio son mucho más cautas a la hora de anticipar juicios en esta materia, con el 21% evitando responder (el porcentaje entre ellos es 17%).
