Asumió el 2010 como directora ejecutiva del Centro Gabriela Mistral y el 2011 tiene convertido el GAM en el gran centro cultural del país.

Alejandra Wood, 43 años, transmite en sus ojos chispeantes y en su voz rápida y abierta esa energía y entusiasmo que pueden ser la clave para haberse transformado en una de las figuras que han movilizado positivamente a Chile este año.

El GAM, ubicado en el recinto que en tiempos de la Unidad Popular se conocía como el edificio de la UNCTAD y más tarde como el Diego Portales, fue por largo tiempo el lugar más feo de la Alameda luego que en marzo de 2006 un gigantesco incendio lo dejara convertido en latas quemadas. Hasta que vino su transformación radical y el resultado que hoy tiene a Alejandra Wood en la mira.

"Creo que este edificio efectivamente es el simbolo de los útimos 40 años de nuestra historia", dice la historiadora, que fue escogida por el directorio de la Corporación para darle vida, seguramente por la impronta que dejó como gerente de Asuntos Externos del operador de Minera Escondida, BHP Billiton.

-¿Cómo definiría el rol que usted jugó en la contingencia nacional el año que termina?

-Yo diría que liderar un proyecto donde el GAM surge como un espacio de encuentro de los chilenos en torno a las artes y la cultura, en primer lugar. Se suma a eso el número de visitas que tuvimos en el edificio: 600 mil personas. Fuimos testigo de todas las manifestaciones, sin lamentar ningún daño en el edificio, lo que comprueba que efectivamente es un lugar de encuentro de todos. Eso es notable.

No obstante, la indignó que fueran los hinchas del fútbol los que destruyeran los vidrios del GAM celebrando los triunfos de la Copa América y la Sudamericana.

-¿Qué celebra del 2011?

-Celebramos, primero el número de visitantes. Celebramos el Premio al Edificio del Año que escogió Plataforma Arquitectura, una plataforma web que es de las más famosas del mundo. También, haber ganado los premios de la crítica en artes escénicas, en teatro y danza. Lo digno de celebrar este año es, en particular para el GAM, haber estrenado Amores de Cantina, de Juan Radrigán, y que ello hubiese coincidido con el otorgamiento del Premo de Artes de la Representación a este maravilloso dramaturgo chileno. La vamos a reponer la última semana de enero.

-¿De qué se arrepiente?

--De no haber tenido un gran árbol de pascua en la plaza central, algo que vamos a hacer el próximo año. Se nos ocurrió tarde. Quizás en este proceso tan natural, lo que no ha resultado son oportunidades para mejorarlo.

-Qué nota se pone por su actuación en el año?

-Yo soy bastante autocrítica, me pongo un 5,5 porque, si bien hemos tenido éxito de público, todavía tenemos un espacio para construir una experiencia al visitante, desde la venta de tickets en adelante.

-¿Y qué nota le pone al año, en general?

-Un 6. Encuentro que es un buen año, en que estamos pasando una crisis de crecimiento que es absoltuamente necesaria para el país con el nivel de desarrollo que tiene.

-¿Qué espera del 2012 en lo político, en lo social y en lo económico?

-En lo politico, un año de campañas y más confrontación entre gobierno y oposición, por lo mismo. En lo social, mayores demandas, más escrutinio tanto en lo público como al mundo corporativo. Y en lo económico no sé cuánta incertidumbre se puede aguantar. Quizás después de tanta incertidumbre, una crisis.

"En lo personal, celebro que todos estos logros han sido dentro de un proceso muy pacífico, de mucha fluidez. No me he vuelto loca con esto. Lo he pasado bien, ha sido natural".

SU META 2012
"El inicio de la construcción de la segunda etapa del GAM, que es la sala para dos mil personas. E ir diversificando nuestros públicos, para disminuir la brecha de acceso a la cultura".