Política
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Las apuestas de La Moneda por un «decantamiento» de la carrera presidencial

En Palacio aseguran que la carrera por la sucesión de Piñera se ha despejado a favor de Andrés Allamand y Laurence Golborne, aunque se advierte que la CEP de noviembre será clave para medirlo.  

por:  Sebastián Minay, La Segunda
viernes, 23 de septiembre de 2011
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Dos a cuatro meses, aproximadamente. Esas son las cuentas que sacan en La Moneda respecto del plazo mínimo para ver si se consolida el escenario presidencial, que -reconocen- se ha ido "decantando" las últimas semanas, dejando en limpio la incógnita de la competencia entre dos ministros: Laurence Golborne y Andrés Allamand .

Si bien las cifras de la encuesta La Segunda-UDD muestran que el titular de Defensa ha acortado su brecha con la ex Presidenta Michelle Bachelet, aún se mantiene como el tercer mejor competidor del oficialismo, detrás de su par de OO.PP. y del ministro de Planificación, Joaquín Lavín (ver página 22).

Sin embargo, el análisis en Palacio plantea que el conflicto estudiantil y los problemas de manejo político -que se han intentado corregir con dos cambios de gabinete- han dejado con poco margen de crecimiento y recuperación al ministro UDI y a dos de RN ( Rodrigo Hinzpeter y Felipe Bulnes ). Algunas altas autoridades son cautas en advertir que no pueden descartarse nuevos vuelcos, sorpresas o competidores (hace menos de un mes la situación del titular de Defensa era otra, dicen), pero la mayoría coincide en que la carrera por la sucesión parece haberse "cerrado" a favor de Golborne y Allamand, luego de la exposición de este último a raíz de la tragedia de Juan Fernández. Y se recalca que ello configura un escenario distinto, con efectos que comienzan a sentirse en la UDI y RN y variables que obligan a ambos a tomar decisiones estratégicas en el corto plazo.

Todo, en un cuadro donde la carrera presidencial se ha anticipado, y con mayor fuerza a medida que se acerca la antesala de las municipales 2012.

El suspendido desembarco en Interior

Los partidarios de Allamand en el Ejecutivo advierten que, primero, resta despejar si su "revival" se mantendrá y fortalecerá después que se haya disipado por completo el impacto de Juan Fernández. Si su respaldo se desmarca de la performance del gobierno como lo hizo Golborne cuando el rescate de los mineros quedó atrás, se señala, el ex senador tendrá reales posibilidades.

Entre los cercanos a Golborne, en tanto, se hace notar que lo relevante es ver si el respaldo se traduce en una intención de voto proyectable a futuro.

¿Plazos? Algunos dicen que dentro los próximos cuatro meses. Otros anticipan que la encuesta CEP de noviembre será decisiva .

Por el carácter que, entonces, adquiere el tiempo, varios de los cercanos a Allamand quedaron descolocados cuando decidió viajar a Noruega e Israel, algo que tenía programado desde hace varios meses. Hasta entonces, todo indicaba que cancelaría la gira y que se quedaría en Santiago o regresaría a la isla.

Sabiendo que su rol en la «Operación Loreto» ya lo había disparado en los sondeos internos de Palacio, que Allamand se ausentara del país por casi dos semanas alarmó a su entorno: no sólo dejaba de ser el rostro del rescate, sino que además se ausentaba de la primera línea política en el peak de su arremetida. Pero primó el argumento de que "hay que evitar la sobreexposición" y que el ministro necesita tomar un poco de distancia de la tragedia luego del fuerte impacto emocional, cuyos efectos resiente.

En La Moneda hacen una prevención: no se ha descartado que el titular de Defensa adelante su retorno (programado para fines de la semana entrante) si la arista de las responsabilidades del accidente de Juan Fernández lo demanda o su situación política lo amerita. De cualquier forma, el ministro se mantiene en permanente contacto con el Ejecutivo y su staff ha difundido notas y fotos de sus actividades en el extranjero.

El viaje también coincide con lo que algunos califican como un cambio de escenario en la sede de gobierno, donde hasta hace pocos días Allamand se mencionaba como "la" carta que barajaba el Presidente Piñera para un nuevo cambio en el equipo político, específicamente en Interior. Tal cuadro, afirman altas fuentes de Palacio, habría variado durante la semana pasada por al menos dos razones. La primera, Allamand no se habría mostrado dispuesto a asumir una cartera en la primera línea de fuego, compleja y poco funcional para sus aspiraciones presidenciales. Incluso, el ministro se lo habría hecho saber al Jefe de Estado, aunque su entorno reconoce que "si se lo pide con insistencia no podrá negarse".

La otra versión sostiene que a fines de la semana pasada Hinzpeter y el Presidente habrían zanjado sus últimos desencuentros. Hoy se sostiene que el jefe de gabinete permanecerá en su cargo, y que prepara un despliegue comunicacional que contrasta con el discreto segundo plano de las últimas semanas.

La relación entre ambos

En cualquier caso, en el gobierno se recalca que si Allamand logra consolidar su respaldo, tendrá un desafío de doble filo: posicionarse como "la" carta de RN, y proyectarse más allá de dicho espectro para no quedar encasillado. Respecto de lo primero, el ministro tiene claro hace meses que tal vez deba competir dentro del partido para ganar la postulación de la tienda, entre Bulnes, Hinzpeter o el senador Alberto Espina. Y aun cuando no enfrente competencia, ya está instalada la idea de que en tal caso Allamand terminará midiéndose con Golborne, ante lo cual se anticipa una necesaria primaria en la coalición.

Ambos ministros han mantenido una relación cordial y han hecho buenas migas en el gabinete. Incluso, hasta hace pocos meses estaban cultivando una cercanía política que buscaba oponerse a otras potenciales "duplas" presidenciales, como Hinzpeter y Lavín. Tanto así, que estaban planeando una visita conjunta a la Carretera Austral, para bautizar los puentes de dicha ruta con los nombres de los soldados del Cuerpo Militar del Trabajo y civiles que fallecieron en su construcción. La idea ya había sido conversada entre el titular de Defensa y su ex par del MOP, Hernán de Solminihac, hace unos ocho meses, y se había pensado concretarla a mediados de octubre. Con Golborne aún no ponen una fecha.

Tras el cambio en el escenario presidencial, en el gobierno no desconocen que esta "sociedad" es más improbable.

El factor UDI

Donde están silenciosamente atentos a la evolución de este cuadro es en la UDI, que tras el desplome de Lavín -y si el escenario no cambia- se prepara para enfrentar nuevamente una carrera en la que no participa un militante suyo.

La nueva baraja sorprende al gremialismo cuando ya el ministro de Economía, Pablo Longueira, o su par de Trabajo, Evelyn Matthei, apostaban por apoyar a Golborne. Tras la arremetida de Allamand el titular del MOP corre el riesgo de quedar etiquetado (aunque sea sólo por oposición al ex senador) como el abanderado del gremialismo, lo que explicaría que a la reciente invitación al Consejo General del partido haya contestado que sólo iría si también asisten otros ministros no militantes.

El factor UDI también pesa para Allamand, quien históricamente ha sido uno de los rostros RN que más resistencia ha despertado en el gremialismo. Con todo, se asume que el ministro debiese contar con aliados en el gremialismo, dados los nexos que ha tendido durante los últimos años a partir de la primera campaña de Lavín, cuando su rol entre los "samuráis" incluso lo llevó a enfrentarse con Piñera. Desde entonces conserva estrechos nexos con Gonzalo Cordero, y el vocero Andrés Chadwick.

Eso no impide que en la UDI haya preocupación por Allamand, lo que ha llevado a algunos integrantes de sus filas a pensar en levantar nuevamente el nombre de Longueira, en vista de la necesidad de un «rostro» que acompañe a sus candidatos municipales y parlamentarios.

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