El jueves 21 de julio, apenas supo de su designación como intendenta, una de las primeras cosas que hizo Cecilia Pérez Jara (RN) fue contactar a los diputados y alcaldes oficialistas de la Región Metropolitana para recibirlos en su nueva oficina. En la cita -que se realizó el lunes 25- se firmó una suerte de pacto entre RN y la UDI para mantener un equilibrio de poder en Santiago y evitar nuevos choques al llegar las elecciones.

El precedente era claro. En los últimos días varios gremialistas habían manifestado en privado su preocupación por la sucesión de Fernando Echeverría a la cabeza del gobierno regional: el que RN mencionara como carta al alcalde de Puente Alto, Manuel José Ossandón -considerando sus aspiraciones senatoriales por Santiago Oriente-, alarmaba a varios. No ocurrió, y la entonces subsecretaria del Sernam fue designada.

Aunque en la UDI varios alcaldes y diputados la conocían desde antes -algunos, como Gustavo Hasbún , son amigos suyos-, su cercanía con Ossandón y el histórico nexo de la nueva intendenta con la senadora Lily Pérez no eran datos menores para el gremialismo: la intendenta fue asesora jurídica y jefa de gabinete de la parlamentaria, y cuando perdió la senatorial de Santiago Oriente a manos del UDI Pablo Longueira, se fue a trabajar a la Municipalidad de Puente Alto. Por ello, lo mejor era zanjar el punto. Ese día, Pérez y los delegados UDI fueron al punto. La intendenta reconoció que no iba a negar a sus amistades políticas y a su partido, pero dejó en claro que su "única lealtad" es con el Presidente Piñera.

El jefe de bancada de diputados UDI, José Antonio Kast , le había hecho notar la importancia de una gestión sin contratiempos, y ambos habían tocado el tema por teléfono al coordinar el encuentro. En los contactos previos con la tienda, Pérez les adelantó que renunciaría de inmediato a la vicepresidencia de RN, que había seguido ejerciendo mientras estuvo en el Sernam.

Todos coincidieron que la nueva jefa regional estaba dando garantías de neutralidad ante ambos partidos, y los gremialistas que asistieron aseguran que salieron conformes del encuentro. En el partido -donde algunos de sus consejeros regionales tienen contacto permanente con Pérez- se señala que hasta ahora no han tenido inconveniente con su gestión. Y cuentan que la intendenta contesta personalmente los llamados de parlamentarios y alcaldes.

Mantener el pactado equilibrio es precisamente la primera prueba de la intendenta, en un momento clave para una carrera política que aspira a marcar un perfil propio e "independizarse" de sus referentes internos en RN. En sus primeras semanas, se ha posicionado como un nuevo rostro del oficialismo ante la seguidilla de marchas y protestas: en La Moneda evalúan bien su desempeño.

Su pugna y "abuenamiento" con Zalaquett

Su conocido nexo con Lily Pérez -de quien fue vocera mientras estuvo fuera de la política a raíz del aneurisma que la tuvo gravemente enferma- data de mediados de los '90, cuando la primera era diputada y la segunda estudiaba derecho y era su asesora jurídica. Hoy ambas se llaman "hermanas".

Tras su paso por la Municipalidad de Puente Alto, estrechó relaciones con Ossandón, a pesar de las diferencias entre la senadora y el alcalde. Y en los últimos años cultivó cercanía con el timonel Carlos Larraín -con quien no tiene coincidencias valóricas- a quien acompañó en la mesa como secretaria general subrogante y vicepresidencia.

Quienes la conocen destacan que tiene contactos transversales con varios partidos. En la oposición se entiende con los alcaldes DC Claudio Orrego, Alberto Undurraga, Claudio Arriagada y David Morales, y en el PS con Sadi Melo y Johnny Carrasco. En RN destacan que ello, en parte, se debe a su largo paso por el ámbito municipal "donde estás obligado a componer acuerdos". Con la UDI también ha construido nexos, aunque no siempre las relaciones han sido óptimas.

Son recordadas sus pugnas con el alcalde de Santiago Pablo Zalaquett (UDI), cuando éste era jefe edilicio de La Florida y Pérez concejal por esa comuna: ahí fue una de las principales críticas a su gestión, y en junio del 2007 los concejales terminaron pidiendo la destitución del alcalde por supuestas irregularidades en el proceso de licitación de la basura en la comuna. Entre éstos se encontraba el UDI Rodolfo Carter: desde entonces él y Pérez se hicieron cercanos.

Los desencuentros con Zalaquett se dieron por superados recién tras la llegada de Pérez a la intendencia, cuando se reunieron a conversar un café en la Municipalidad de Santiago. Algo necesario, apuntan en la Alianza, donde se da por hecho que el jefe comunal -si bien ha dicho en público que irá a la reelección- no ha descartado competir por Santiago Oriente, mismo cupo al que aspira Ossandón. En este contexto, tanto en la UDI como en RN destacan que es clave que la jefa regional mantenga su neutralidad. De momento, en ambos partidos celebran que su llegada hizo visible el rol político de la Intendencia, cosa que no ocurría con Echeverría.

Al menos los potenciales postulantes al Senado por Santiago no tienen reparos. Uno de ellos es el presidente de la Cámara, Patricio Melero, quien asegura que Pérez "ha incorporado un manejo político y comunicacional que hacía falta en la Intendencia. Su comienzo ha sido muy positivo, pero aún es prematuro hacer una evaluación definitiva: tendrá que verse su manejo en la ejecución presupuestaria del FNDR y qué pasará en las elecciones municipales".

 Encuentro transversal

Como parte de su agenda "transversal", la intendenta programó un masivo mujerazo para este viernes en el Parque Padre Hurtado, con un desayuno para lanzar las Fiestas Patrias. Entre las convocadas están las ministras del Sernam, Medio Ambiente, Bienes Nacionales; las subsecretarias; alcaldesas de todos los partidos de la Región Metropolitana; senadoras y diputadas de la zona, más Lily Pérez, Ximena Rincón, Alejandra Goic y Alejandra Sepúlveda; gobernadoras y cores. La lista la encabeza la Primera Dama, quien luego de la postergación del homenaje planificado para este viernes en Juan Fernández podría confirmar su asistencia. L