Política
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Angela Jeria y la vida de Bachelet en Nueva York: “Está más acostumbrada y relajada... Le falta un círculo de amigos para estar feliz”

Tras la visita de cuatro días de la ex presidenta a Chile, su madre asegura que “está más descansada” y que “es muy gratificante que sea reconocida en todo el mundo por lo que hace”. Afirma que “no es bueno” que el conflicto estudiantil se extienda, y que en el país “hay un malestar general”. ¿Y de Bachelet 2014? “Si es feliz de volver a ser Presidenta, la apoyo. Si no, igual”.

por:  Por Claudia Andrea Sánchez
viernes, 09 de septiembre de 2011
Angela Jeria

La viuda del general Bachelet, Angela Jeria


Foto Alfonso Díaz, La Segunda

El teléfono del departamento de Angela Jeria no deja de sonar.
A sus 85 años, recién cumplidos, sigue teniendo una intensa vida política, social y familiar. La llaman para invitarla por su trayectoria y —en representación de su hija, Michelle Bachelet— a distintos actos políticos e inauguraciones de centros de derechos humanos que llevan el nombre de su marido.

La semana pasada, por ejemplo, recibió la medalla Bicentenario por la causa de los DD.HH. por parte de la Vicepresidencia del Senado. Y esta semana se apronta a viajar a Buenos Aires para recibir un nuevo premio a nombre de la ex Presidenta, para después volar a Nueva York junto a sus nietos a celebrar el cumpleaños de Michelle en familia. “A pesar de que estuvo este fin de semana acá nos vimos poco, porque estuvo con sus hijos… Como debe ser”, cuenta.

“Muchos ven a Michelle en mí, y en eso no me pierdo”, dice sonriente Angela Jeria, quien corta varias llamadas telefónicas para recibir a La Segunda y hablar de estos días dolorosos para ella.

Dolorosos, primero, pues están marcados por la muerte de su gran amiga, la ex diputada María Maluenda, a quien recuerda con emoción.

—A María Maluenda la conocí bastante porque era la suegra de Estela Ortiz, hija de Fernando Ortiz, marido de María Eugenia Rojas. Ella era mi amiga desde los 9 años. Vivían en la casa del abuelo, el escritor Manuel Rojas. Estela y Michelle se conocen de toda la vida. Por eso además conocí mucho a José Manuel Parada, cuando él trabajaba en la Vicaría de la Solidaridad y yo en la Comisión Chilena de DD.HH. Para mí fue horrible. María era muy linda, una gran actriz.

También por la partida del ex canciller Gabriel Valdés, a quien si bien vio dos veces —conoce mucho más a su hijo Juan Gabriel—, lo recuerda como un político “muy valiente durante la dictadura. El estuvo detenido. Era muy respetado en la DC”.

Pero sobre todo, han sido días dolorosos por el recuerdo de la muerte de su marido, el general de la Fuerza Aérea Alberto Bachelet, fallecido tras ser torturado por sus propios colegas el año 1974. Junto a su hija —de breve paso por Chile— concurrió el lunes hasta el despacho del ministro en visita Mario Carroza, para prestar declaración en la investigación que éste lleva.

Pero antes de hablar de la visita de la ex Presidenta, Jeria no puede evitar recordar al animador de TVN Felipe Camiroaga, quien una vez llegó hasta su casa para grabar una entrevista de madre e hija para el programa Animal Nocturno: “Ahí tuve oportunidad de conocer a Felipe. Me impresionó desde que llegó a este departamento y apareció con un tremendo ramo de flores. El fue muy cariñoso”.

“Felipe se impresionó mucho cuando Michelle le contó de cuando nos vinieron a detener a este mismo departamento tras el golpe militar. Esta tragedia aérea es una cosa terrible”, expresa con emoción.

—¿Cómo fue la corta visita de Michelle este fin de semana?
—Fue corta pero estuvo con sus hijos. Fue muy lindo para ella.

—¿La echa de menos? Hace un año ya que partió a ONU-Mujeres.
—Sí. Cuando estuvimos en Lisbo me acostumbré a estar con ella. Porque antes uno dice bueno, está haciendo una gran labor, pero cuando estuvimos en Lisboa, los primeros días que nos separamos fue como volver a revivir el echarla de menos. Ella es una persona muy alegre, muy especial y llena de vida. Las dos somos de poco toqueteo, pero con dos palabras y con los gestos nos decimos las cosas (largo silencio).
Ella siempre llega con un perfume que sabe que mi marido me regalaba para mi cumpleaños. O con las flores que me gustan, para mi cumpleaños… siempre. Me dice, cuando algo se me ha olvidado: “¡Yo sé que esto te gusta a ti, mamá!”, y me pasa el regalo. Y con el poco tiempo que tiene por su trabajo, ¡imagínese!

—¿Cómo está ella, a un año de haber asumido en la ONU?
—La veo bien. Encuentro que está más acostumbrada, más descansada. En el primer tiempo tuvo que viajar mucho y armar un gran buque. Pero de todas maneras me río y le pregunto “¡pero, Michelita, cuéntanos! ¿Cómo es un día tuyo en Nueva York?”. Y me responde: “Pero, mamá, si yo trabajo todo el día. Si salgo a las 8:30 y vuelvo a las 10 de la noche… Esa es mi vida en Nueva York…”. 
La noto más relajada y es muy gratificante que sea reconocida en todo el mundo por lo que está haciendo. Parece que no es profeta en su tierra.

—Pero acá la quieren mucho, es cosas de ver las encuestas.
—Sí, acá la quieren mucho. Siento el cariño de la gente. Me piden fotografías, me dicen que cuando le escriba le mande muchos cariños.

—Se ha dicho que ella extraña mucho a su familia. ¿Eso la haría volver antes del término de su período en ONU-Mujer?
—No lo sé, pero indudablemente para ella lo más importante son sus hijos, su familia y sus amigos. Porque ella tampoco ha logrado tener allá un círculo de amigos, y eso es lo que creo que le falta para estar feliz. Sofía, la menor, no podía irse con ella porque toda la primera etapa Michelle tuvo que viajar mucho y se iba a quedar sola. Ella está además en primer año de Psicología. Y Francisca está aún en Buenos Aires sacando su magíster.

—En la Concertación varios piden que vuelva antes de terminar su período, como candidata presidencial. ¿A usted le gustaría verla otra vez en La Moneda?
—Yo quiero mucho a Michelle y como mamá estoy contenta con lo que ella decida. Si ella se siente feliz de volver a ser Presidenta, yo la apoyo. Si ella no se siente feliz... igual. Primero está ella. Uno siempre está en la retaguardia facilitándole las cosas en cualquier plano donde esté.
“Camila Vallejo es extraordinaria”

—¿Cómo está viendo al movimiento estudiantil?
—Esto ha sido una cosa extraordinaria en que me impresiona la madurez de los dirigentes en general.

—¿Qué piensa de la presidenta de la FECh, Camila Vallejo?
—La encuentro extraordinaria. Además de ser muy linda, es precisa, no se exalta, es demasiado serena.

—A su hija le tocó enfrentar la «revolución de los pingüinos»...
—Durante el gobierno de Michelle, ella entregó mucho. Educación tuvo mucho presupuesto, más de lo que había tenido otros años. Pero tampoco era posible lo que los estudiantes pedían. Las cosas son graduales y no se pueden hacer de golpe.

Ahora se vive un momento muy difícil. Están como en un punto de inflexión, porque si bien empezaron a dialogar, hay distintas miradas dentro del mismo movimiento estudiantil y, por lo general, hay un desgaste en la gente. La gente quiere la normalidad y por eso creo que no es bueno extenderse mucho más, pero desde todo punto de vista era muy necesario que los estudiantes dejaran en claro todas las demandas, que son muy legítimas.

—¿Qué le parece el poco apoyo que tiene el Presidente Piñera? Según la última Adimark, tiene un 68% de rechazo.
—Creo que… además de las protestas estudiantiles, hay un descontento general que uno lo aprecia en la calle. Hay una inflación muy grande que afecta particularmente a la gente de menores recursos y los sueldos no han subido. También hay inseguridad en los trabajos. Cuando se habla de empleo, éstos son precarios, de bajas rentas y poca estabilidad. Y como los sueldos son muy bajos, la gente se endeuda y eso es algo muy terrible.

“Crear un frente amplio como en Uruguay es fundamental”

—¿Cómo ve a la Concertación? ¿Los ve enredados a un año de la derrota?
—Los veo enredados porque la situación no ha sido clara en todo el país. La Concertación no tiene muchas posibilidades de que le den tribuna y desgraciadamente la que logran tener es cuando pelean.

—¿Cree que la Concertación debería terminarse y crear un gran frente amplio?
—Crear un frente amplio como en Uruguay es fundamental, pero el problema es que aún no están las condiciones para que se forme. Hay posiciones bastante distantes entre los actuales partidos de la Concertación.

—¿Es pesimista?
—No, no. Después de 20 años de gobierno es difícil ser oposición. Pero se han dado pasos importantes, como que haya sólo un candidato a alcalde en cada comuna del país.
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