Ex edil por Recoleta dice que “nunca he planteado como exigencia volver ahí. He dicho que voy a volver a la UDI y someterme a una elección popular. ¿Dónde?, lo discutiré con la UDI”. Pero tiene “muy claro lo que está pasando” en esa comuna.
Cuando estalló el caso GMA el entonces edil de Recoleta, Gonzalo Cornejo, dio un paso al lado y se retiró de la UDI. Durante estos tres años y medio fuera de la primera línea política se ha dedicado al mundo privado: “una oficina de abogados en Viña, una franquicia de café argentino y una empresa de estudios de mercado y opinión... Por eso tengo clara la temperatura política en los distintos territorios”. Pero ahora que la fiscalía decidió, recalca, “terminar la investigación” y “se archivan” todos los antecedentes —que era la última etapa de todas las investigaciones de que fue objeto— en la Justicia, Contraloría y el Tricel, está preparando su regreso a la política.
Y también a la UDI. Dice que “no tiene ninguna fecha en particular” para su reintegro a la tienda en que militó toda la vida, “entre otras cosas porque hay conversaciones personales pendientes con personas que para mí son relevantes, conversar un café sobre qué pasó, por qué pasó, cosas humanas y políticas, cuáles son los desafíos. Con Jovino Novoa, Juan Antonio (Coloma) y Víctor Pérez, con Andrés (Chadwick) y Pablo (Longueira) por cierto, aunque con ellos ya he hablado mucho de esto”. Y recuerda que en su ex partido “hubo diputados que al pedir que me pasaran al Tribunal Supremo, estaban cambiando la presunción de inocencia por una prueba de inocencia. Da lo mismo los nombres, hoy ninguno está en el Parlamento, porque no ganaron o decidieron no ir. Tuve que probar que era inocente y me dolió, porque era gente con la que llevaba más de 20 años trabajando, nos conocíamos. Por eso decidí volver, la prueba de inocencia ahora está ahí”.
El ex edil por Recoleta dice que fueron años duros, “porque me pincharon los teléfonos, me abrieron las cuentas corrientes, ¡incluso documentos firmados por mí fueron mandados al FBI como en las películas!”. Y admite que la lección de todo esto pasa por “entender que las cosas no sólo hay que hacerlas bien en el fondo, sino también en las formas”.
—¿Y con Joaquín Lavín, quien tuvo una dura disputa por el caso GMA con la alcaldesa de Huechuraba, hizo las paces?
—Tengo la mejor relación con él. Sería un gran Presidente, muy buena alternativa como candidato de la UDI. Jamás entendí un ánimo de ataque suyo, razón por la que nunca he emitido ningún juicio público de su actuación en ese minuto. Actuó de la manera que entendió que era defender a su familia. Todos nos equivocamos, partiendo por mí.
—¿Cuánto se dañó su imagen política y cómo se recupera?
—Llegué a la conclusión de que lo mío es el servicio público y la política, por lo tanto, la manera de sentirme cómodo es con una reivindicación democrática, que la gente con su voto diga si confía en mí o no. Cuando me fui de la UDI mostré mis manos y dije que estaban limpias. Di un paso al lado y la Fiscalía ha demostrado que tenía razón, era inocente.
—También hubo acusaciones contra su esposa, la diputada Claudia Nogueira, por usar recursos de asesorías parlamentarias en otras actividades.
—Es tentador decir que hay persecución. Había como una cultura general de los parlamentarios de que esas asignaciones eran de libre disposición, para lo que estimaran conveniente. En el caso de la Claudia, todas las asesorías se hicieron y los fondos cuestionados siempre se gastaron en el trabajo distrital. Ella fue muy digna y las devolvió.
—¿Quiere volver a Recoleta, donde la edil es UDI, Sol Letelier?
—Nunca he planteado como exigencia volver ahí. Lo que he dicho es que voy a volver a la UDI y someterme a una elección popular. ¿Dónde?, lo discutiré con la UDI. Hay un criterio en la coalición: «el que tiene, mantiene» y cada partido define si va el alcalde actual o una alternativa distinta. Tengo la confianza de que la UDI va a definir lo mejor para Recoleta. Seré súper respetuoso.
—Sol Letelier tiene el apoyo de Novoa. ¿Quién lo apoya a Ud.?
—Va a llegar el minuto en que la UDI tenga que ver cómo define esa candidatura, aunque tengo muy claro lo que está pasando en Recoleta. Lo importante es que se haga escuchando a la gente.
—Ud. está dedicado a los sondeos. ¿Cómo ve la baja del Gobierno?
—Hay mucha gente que confió y votó por Sebastián Piñera y que está frustrada, con la paradoja de un escenario económico muy favorable. Hubo un diseño, legítimo, pero equivocado. La responsabilidad del gobierno de un país es política y se optó por tecnócratas. Lo que se requiere es un ordenamiento de los partidos, una mejor coordinación con el Ejecutivo y el liderazgo del Presidente para entender que este gobierno es de la Coalición donde él es el líder, pero que no es sólo el gobierno de Sebastián Piñera.
“Yo no habría firmado la carta” de los 35 diputados UDI
—La UDI nunca ha tenido una relación fácil con el Presidente Piñera.
—Este no es un problema de una relación fría del Presidente con los partidos o con la UDI, es una relación conflictuada y conflictiva hace más de veinte años, entre la UDI y RN y entre Sebastián Piñera y la mirada de la UDI.
Pero lo que hay hoy es un intento serio de hacer una crítica profunda, junto con la absoluta disposición de la UDI para que a este gobierno le vaya bien.
—¿Y la dura carta de los diputados UDI el mismo día y hora que se daba a conocer la encuesta con las peores cifras que ha tenido el Gobierno?
—La carta fue la gota que rebasó el vaso. De parte de la UDI ha habido 15 meses en que no ha sido posible engranar un sistema de coordinación para un mejor gobierno. Igual las formas hay que cuidarlas y no me gustó que 35 parlamentarios de gobierno hicieran una carta pública crítica respecto de su Gobierno. Yo no la habría firmado.
—¿La entrada de los coroneles a la mesa de la UDI fue un «golpe blanco»?
—No. Quienes entienden el ADN de la UDI saben que se ha puesto a cargo del partido y la relación con el Gobierno a su primera división, los líderes con mayor ascendiente; un acto de generosidad de quemar los últimos cartuchos. El Presidente tiene dos opciones, entenderlo como una forma de mostrar los dientes o como algo propositivo, de decir aquí está la UDI con sus dirigentes históricos. Que este segundo año haya una adhesión baja, le pasó a Lagos y Bachelet y ambos terminaron con una adhesión histórica.
Que ocurra o no, depende del liderazgo del Presidente. Lo que uno puede visualizar con Lagos y Bachelet es que fueron liderazgos inclusivos, todos fueron sintiéndose parte del gobierno.