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Asesino de policías compraba armas al mismo sujeto que abastecía a banda Los Care’ Jarro

El armero Daniel Santander, actualmente detenido, vendía un arma a clientes normales... pero inscribía dos.

por:  René González, La Segunda
martes, 29 de marzo de 2011

Aunque el asesino de los policías, Italo Nolli, trataba con más de un armero, al menos una de sus pistolas las consiguió con Daniel Santander Ortega, el mismo que abastecía al clan de narcotraficantes Los Care’ Jarro.

La pista, descubierta por la Brigada de Homicidios Metropolitana, fue dada a conocer esta mañana a La Segunda por el fiscal sur Leonardo Zamora, quien señaló que el abogado de una mujer se le acercó sorprendido este viernes, luego de que la policía contactara a su clienta para interrogarla respecto de un arma del criminal, que estaba inscrita a su nombre, pero que ella desconoce.

“Santander le inscribió un arma que aparentemente ella no compró. A él lo tengo condenado por seis hechos similares”, sentenció el fiscal Zamora.
Detalló que “le comuniqué cargos (a Santander) el 12 de noviembre de 2008 y fue condenado el 23 noviembre de 2010, comprobándose exactamente lo mismo. El tipo recibió a clientes y les vendió un arma, pero en realidad les inscribió dos, que es lo máximo que una persona puede tener para defensa propia... también inscribía bajo poder notarial y luego reutilizaba ese poder... A los Care’ Jarro les consiguió 18 armas cortas y largas, por lo que fue condenado a 61 días de presidio y a 5 años y un día por asociación ilícita”, explicó.

Cómo disparó las armas

Cinco o seis armas habría utilizado Italo Nolli para disparar contra los policías el miércoles pasado, según el preinforme de balística, que también dejó a firme la versión de los testigos de que sus pistolas estaban adaptadas para emitir ráfagas.

Murió con una Glock (austríaca) modelo 22.40 en su mano izquierda, con bala más gruesa y plana en la punta (matapolicías), que están hechas para no atravesar un cuerpo, sino que para impactar, penetrar y derribar gracias a su gran poder de expansión energética. Tenía un cargador con doble columna (dos corridas), que estaba vacío de tanto abrir fuego.

En su mano derecha tenía una Norinca, a la cual le quedaban 9 cartuchos.
En el asiento de su vehículo yacía otra Glock, encontrada con su carro (parte superior) atrás, señal inequívoca de haberla vaciado. Al cinto portaba otra arma igual, a la que sólo le faltaban dos tiros y también al cinto, en la parte derecha posterior, cargaba una Famae 9 mm. llegar y utilizar.

Finalmente, en el asiento del copiloto fue hallada una Taurus 357, cuyos 6 tiros fueron disparados.

Lo que no dice el preinforme —pues faltan pericias—es qué pasó con los al menos dos disparos realizados por el revólver de calibre 38, que supuestamente portaban los acompañantes de Nolli, Ulises Campos Farías y su hijo Raúl Campos Soto y que pudieron herir a los dos policías que salvaron con vida del primer enfrentamiento. Una alta fuente de la investigación confidenció que “las balas no han sido encontradas... Sí sabemos que al momento de los hechos el hijo estaba abajo, porque un video lo muestra subiendo después... De los del camión, es el principal sospechoso de haber disparado”.

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