Después de pasar por diversos cuestionamientos públicos de algunos de sus pares de la Concertación que, incluso, pusieron en duda su apoyo, Guido Girardi asumió ayer la presidencia del Senado. Y lo hizo poniendo énfasis en que quiere una gestión unida al “mundo ciudadano” y en contacto con las universidades. De hecho, su máximo orgullo es que en el acto estuviera presente el paleontólogo francés Michel Brunet, uno de lo más connotados a nivel mundial (descubrió el primer bípedo, de una antigüedad de siete millones de años, conocido como toumai). “Me regaló una réplica escaneada de toumai, y lo ha hecho sólo con el Presidente de Chad (donde se descubrió el fósil) y con el de Francia, Jacques Chirac”, cuenta él con orgullo.

Si bien está dispuesto a “dar garantías a todos” y evita confrontar a quienes lo han criticado desde su conglomerado, sí habla por primera vez sobre el bullado caso Spiniak, donde se lo apuntó como uno de los acusadores: “No fui yo el que señaló que había parlamentarios en las fiestas”, asegura, y añade: “Yo creo que la historia demostró que se cometió una injusticia muy profunda con Jovino Novoa, una gran injusticia...”.

Un punto sensible ayer fue la inasistencia de algunos cercanos suyos a la ceremonia en que asumió. “En realidad no estaban todos… Vinieron los que pudieron venir, pero estaba representado el mundo de la política, de la ciencia, embajadores, grupos ciudadanos”, señala.

—Alguien de su entorno dijo que “no estaban todos los que son y no son todos los que estaban”.
—Lo que pasa es que tenemos que distinguir. Este fue un acto oficial, formal, no un tema personal. Este no es mi cumpleaños, no es una fiesta.

—¿Está definido su jefe de gabinete? Se dice que el «tohaísmo» vetó a un cercano suyo...
—No. Voy a darme un par de semanas para definir mi equipo. No he tomado ninguna decisión. Tengo que reflexionar.

—¿Qué le parece lo dicho por el ex PPD Max Colodro, en orden a que si los senadores votaran en público lo que opinan en privado, usted no sería presidente del Senado?
—Los senadores de la Concertación honran sus compromisos y cada cual tiene muy claras las decisiones que toma.

—Con la mano en el corazón, ¿usted cree que es querido por sus pares de la Concertación?
—Pienso que justamente la riqueza de la Concertación es su capacidad de articular la diferencia. Yo nunca he planteado la necesidad de uniformar a la Concertación, sino que justamente el valor del conglomerado es el de pensar distinto.

—Andrés Zaldívar dijo que los partidos “observaron que la forma como se desempeñaba Girardi era contradictoria con las relaciones dentro de la Concertación”. ¿Qué le parece?
 —Que yo tengo una gran opinión de Andrés Zaldívar.

 —¿Asume haber cometido algunos errores dentro de la Concertación, dando señales equívocas?
 —Creo que uno siempre puede meditar sobre la historia, pero en lo sustantivo, nosotros siempre planteamos que los grandes errores de la Concertación no estuvieron en el candidato. Algunos culpan al ex Presidente Eduardo Frei, yo no. Creo que el déficit que tuvimos es que no fuimos capaces de reentusiasmar a los chilenos con un nuevo proyecto para el siglo XXI y de trabajar por lograr superar la inequidad tremenda que hay en Chile.

“Hasta el Presidente Piñera fue injustamente involucrado”
 
 —A usted se lo ha cuestionado por el caso cartas, Publicam, y Spiniak. ¿Cree haber cometido algún error en esas situaciones?
 —Lo paradójico es que cada vez que había una situación como ésa, yo siempre di la cara. Las mías (las cartas) yo las pagué, y las pagué antes de que apareciera el conflicto. En el caso Publicam aparecieron facturas, al menos, en las campañas de Sebastián Piñera y de Lily Pérez. No he visto que se les haga la pregunta a esas dos personas.

—¿Algo que decir del caso Spiniak? Se lo responsabilizó de impulsar las acusaciones.
—El caso Spiniak fue una situación muy lamentable, muy dolorosa para muchos, y yo nunca vinculé o intenté siquiera involucrar a ningún parlamentario. No fui yo el que señaló que había parlamentarios en las fiestas. Nosotros hace mucho tiempo que trabajábamos con niños abandonados junto a María Antonieta Saa, sin prensa, de manera silenciosa. Y un día aparecen niños que dicen que son abusados en una fiesta. No fuimos nosotros, insisto, los que señalamos que en esas fiestas participaban parlamentarios. Y además quiero decir que hasta el Presidente Piñera fue dura e injustamente involucrado en el caso Spiniak durante mucho tiempo, en el sentido de que apoyaba a la diputada (denunciante).

—¿Después de eso usted habló el tema con gente de la UDI?
—Yo creo que son temas que, por lo duro que fueron y además porque tuvieron una larga investigación, quedaron resueltos para bien de los afectados. Fue un tema muy complejo y finalmente el país llegó a la conclusión, junto con la justicia, de que Gemita Bueno mentía. Pienso que hay que aprender de esa experiencia.

—¿Piensa ahora que se cometió una injusticia con Jovino Novoa?
—Yo creo que la historia demostró que se cometió una injusticia muy profunda con Jovino Novoa, una gran injusticia, claro.

—¿Cómo es su relación con Novoa?
—Yo tengo una relación muy correcta con él, muy respetuosa, somos senadores de la misma circunscripción. Lo encuentro una persona muy capaz, muy inteligente, muy dura en el sentido que defiende muy firmemente sus puntos de vista. Es alguien muy correcto.

“Van a primar las tareas de representación”
 
—¿De qué manera va a ejercer el cargo? ¿Como presidente de todo el Senado o primando el hecho de que representa a la Concertación?
—Yo tengo dos lealtades: al conjunto de los senadores y también a los senadores de la Concertación que me eligieron.

—¿Se va a tener que limitar en su actuar político, con autocensura?
—Lo que pasa es que uno tiene una responsabilidad distinta, donde van a primar las tareas de representación, en este caso, del Senado y de la Concertación, por sobre las ideas propias y personales que son muy legítimas. Pero uno no renuncia a sus ideas.