Ernesto Velasco (51), responde plenamente a la clásica imagen de los radicales llanos y querendones con que se describe a quienes solían iniciar debates de la vida política con la amable pregunta: "¿Vamos a servirnos un platito?", que terminaba en los otrora famosos clubes radicales. Allí, hasta muy avanzado el siglo pasado y frente a mesas bien servidas donde el poder era plato principal, se resolvieron grandes temas del país.

Hoy representan aproximadamente al 6% del electorado, cuentan con seis diputados, un senador independiente electo en cupo radical (Alejandro Guillier), 13 alcaldes y 148 concejales. Y se preparan a volver por sus fueros a partir de los próximos comicios municipales, fortaleciendo así su desmedrada posición en la Nueva Mayoría.

Si Caszely fue a su hora "El Rey del Metro Cuadrado", este profesor de Historia, infiel a la tradición de su partido, pues no es bombero y se declara masón "en sueño" (alejado de las prácticas y ritos de la masonería, no de sus convicciones), podría ser monarca de las respuestas políticamente correctas. Todo un desafío cuando se intenta precisar su opinión sobre temas controvertidos.

-La hoja de ruta de la reforma educativa conduce a la educación superior. ¿Qué opina del caso de la Universidad Arcis?

-Refleja malas situaciones surgidas en planteles con vocación pública y administración privada. Espero la resuelvan y, si es relevante para la comunidad, confío que pueda seguir funcionando.

-¿Cree posible una solución favorable a los alumnos y profesores?

-Ellos han planteado que el Estado debe hacerse cargo de la situación, para que el proyecto no muera. El Administrador Provisional sería el medio para acoger esa postura, independientemente del curso judicial que sigan las demandas por mala administración.

-El Partido Comunista ha sido muy crítico del sistema que dio origen a universidades como Arcis. ¿Le atribuye responsabilidades en la angustiosa situación actual de quienes confiaron en ese proyecto?

-El PC ha dado explicaciones que no tengo por qué poner en duda. Lo relevante, a mi juicio, es cuidar los intereses de la comunidad educativa. El PC responderá por sus responsabilidades en las instancias que corresponda. Y la opinión pública juzgará su actuación.

Sobre la responsabilidad de los gobiernos de la Concertación en la mantención del sistema educacional que hoy se busca cambiar, Velasco sostiene que el binominal y la falta de mayorías necesarias obstaculizaron ese propósito, aunque admite que muchos sectores encontraron en la educación concebida como industria un espacio conveniente y rentable "y no corresponde satanizarlos por eso", enfatiza. Igualmente, cree que el sistema crediticio para la educación superior impulsado durante el gobierno de Ricardo Lagos bajo administración de la banca y con altas tasas de interés fue "un error bien inspirado, cometido en la búsqueda de ampliar el acceso a la educación superior".

El fin de una era

Esta semana Ricardo Paredes, vocero de los estudiantes secundarios, como otros dirigentes estudiantiles, atribuyó la aprobación del fin del lucro, el copago y la selección a un triunfo de los movimientos sociales que impusieron el tema en la agenda política. Velasco sostiene que, a través de José Antonio Gómez, su partido venía planteando hace tiempo las urgencias de una reforma educativa. "Pero", reflexiona, "como en otras materias, pagamos el costo de ser un partido pequeño, al que le cuesta el doble hacer escuchar sus iniciativas".

-Uno de sus presidentes, Pedro Aguirre Cerda, en los 40, dijo "Gobernar es educar" e introdujo reformas y creó instituciones que aún persisten. ¿Cómo perdió el Partido Radical su fuerza política?

-El radicalismo perdió vitalidad porque dejó de conectarse con la sociedad real. La lección: ningún partido clava la rueda de la fortuna y en política no existen los muertos porque la vida siempre da nuevas oportunidades. Tomarlas depende de cómo uno se conecta con la sociedad, sus tendencias y cambios y creo que eso es lo que al partido le falta. Han sobrado querellas internas que nos distanciaron de los problemas reales del país.

La semana pasada, junto a representantes del PC y la Izquierda Ciudadana, se marginó de una reunión en que la NM y la Alianza discutirían el financiamiento a la política.

Contradiciendo versiones de prensa, dice que no lo hizo para evitar aparecer públicamente en reuniones con la UDI contaminando así su imagen política, sino por falta de claridad en los objetivos del encuentro.

"Sinceramente", afirma, "espero que la UDI salga de esta situación. La derecha representa un sector con identidad histórica en el país y el juego democrático requiere fuerzas políticas estables y respetadas. No se avanza esperando la destrucción de quienes piensan diferente y es bueno para la democracia que la UDI remonte su actual situación".

A futuro en circunstancias similares -dice - "debe aplicarse la destitución como pena máxima". Y si bien la legislación actual hace predecible que los legisladores involucrados en el caso Penta continuarán en sus cargos, sentencia: "En política la credibilidad es un capital fundamental y perderla es muy grave".

Sobre reformas y MasterChef

Respecto a las críticas que atribuyen a la reforma tributaria el buscar recursos sin tocar los intereses de la gran empresa y afectando a la clase media y las pymes dice:

-"Elijo la parte del vaso medio lleno en esta y otras materias. Todo es perfectible y en este caso creo que la reforma se orienta correctamente pues recaudará fondos para mejorar la educación; enfrenta los temas de elusión y evasión; pone los incentivos en los temas del ahorro y la inversión y los acentos en un tema estructural clave para redistribuir riqueza: el que gana más, paga más".

-La reforma se cocinó en una cocina a la cual el PR no fue invitado. ¿O sí?

-Nosotros sólo vemos MasterChef a través de la TV y en materia de acuerdos, creemos que éstos deben hacerse de cara a la ciudadanía. No me gustó la forma en que se llegó a acuerdo. Nos preocupan las pymes, con particular énfasis en regiones, donde se requieren medidas para que los emprendimientos no se vean afectados. Eso es revisable en los puntos de carga tributaria.

Candidato presidencial

Entre 2016 y 2017 habrá en Chile seis procesos electorales (incluidas dos primarias) y los partidos sacan cuentas en un panorama incierto.

Marco Enríquez-Ominami (PRO), cada vez más pleno de gestos hacia la Nueva Mayoría, obtiene en las encuestas una posición expectante como presidenciable, aunque con números modestos: 10% de preferencias, versus 56% que no sabe por quien votaría según la última encuesta Mori.

-¿Apoyaría el PR a ME-O?

-Nuestro domicilio político es la Nueva Mayoría y el de Enríquez-Ominami no. El país apoya la gobernabilidad y la responsabilidad, no vota por liderazgos individuales, o eso espero. De los procesos de definición democrática por venir surgirán liderazgos nuevos, entre los cuales espero esté el radicalismo.

-¿Por qué debería estar, si su voz es inaudible en el debate político y en la agenda de gobierno? ¿Su mérito es retener el 6% del electorado?

-Nuestro aporte es sumar sentido común a las decisiones y recuperar el concepto de reforma, teniendo presente el concepto de gradualidad en los cambios. Representamos la visión socialdemócrata y laica de la sociedad.

-Sus candidatos posibles, o visibles, son José Antonio Gómez o Alejandro Guillier, que les genera más opciones por su propio carisma. Gómez representa una propuesta desgastada.

-No es el momento para anunciar candidaturas. El partido tiene procesos internos y Guillier es independiente. Sólo puedo garantizarle que en las primarias presidenciales habrá un candidato radical.