Intendente Orrego señaló que "no era justo" gastarse US$ 400 millones en la iniciativa. Para Louis de Grange, en tanto, el diseño del trazado favorece a todo tipo de viajeros.
AVO pretende renovar Vespucio entre Grecia y Príncipe de Gales.
Foto LUCIANO RIQUELME
El intendente Metropolitano, Claudio Orrego, abrió este debate la semana pasada cuando, en una columna de opinión en 'La Segunda', criticó duramente uno de los proyectos urbanos más importantes para la ciudad (y para las administraciones de Sebastián Piñera y Michelle Bachelet): Américo Vespucio Oriente (AVO).
En específico, Orrego se refería al tramo más polémico del trazado, el que va entre Príncipe de Gales y la Rotonda Grecia. Esto, por la presión de los municipios y vecinos de La Reina y Peñalolén a que la carretera vaya (únicamente) en forma subterránea.
Orrego dijo: "Lo que no me parece justo ni adecuado, como intendente de la Región Metropolitana, es que el Estado chileno vaya a invertir prácticamente US$ 400 millones para que autos particulares anden más rápido en la carretera, en una ciudad donde los expertos concuerdan que se necesita disminuir el transporte privado en beneficio del público. No olvidemos que en este sector se encuentran las familias de más altos ingresos de la ciudad, a las cuales se les va a entregar un espacio público que en otros lugares simplemente se eliminó".
Ante esta visión, las críticas no se hicieron esperar.
De acuerdo al doctor en transporte y académico de la UDP, Louis de Grange, quien estuvo en el equipo que estuvo a cargo del diseño paisajístico del tramo de AVO que va desde El Salto a Príncipe de Gales, "Santiago tiene un importante déficit en infraestructura para transporte, tanto público como privado. Un proyecto como AVO favorece a todos los tipos de viajeros, y la forma en la que ha sido diseñado permite además aumentar las áreas verdes para Santiago. Este proyecto debe ser considerado como el estándar de las nuevas autopistas para la ciudad, que deben tender a ser soterradas para liberar espacios públicos, y financiadas por el automovilista".
-¿Para ti tiene el validez el argumento de que los recursos del Estado deben dejarse de gastar en los automóviles, debido a la alta congestión que tiene la ciudad?
-Conducir auto hoy en Santiago cuesta, en términos reales, la mitad que hace 10 años atrás. Por lo tanto existe disposición a pagar una suma elevada por usar el auto, y ello debe ser considerado en el diseño de los mecanismos tarifarios. Creo que la infraestructura vial nueva debiera ser financiada en parte importante por el automovilista. No obstante, existen caminos públicos que deben seguir siendo construidos y mantenidos por el Estado.
Sin embargo hay expertos que apoyan la visión del intendente Metropolitano. Para el ingeniero, académico en transportes de la UC y director de Metro, Juan Carlos Muñoz, AVO no es una iniciativa equitativa.
"Es un proyecto que no se financia por sí solo en el estándar que los vecinos exigen, y por lo tanto se necesita un subsidio. Si bien me parece correcto que los vecinos no acepten las soluciones que este proyecto tuvo en los sectores sur y poniente de Santiago, esto genera una diferencia de estándar importante entre distintas partes de la ciudad. Como país estaremos entregando la infraestructura de mejor nivel a los lugares en que vive gente acomodada y eso es injusto tal como dice el intendente. No parece que sea una solución", explica.
En esta línea, el académico de la U. de Chile y doctor en economía y políticas de transporte, Leonardo Basso, señala que "priorizar el uso del automóvil con obras como ésta y buscar un mejor el transporte público es empujar un bote en direcciones opuestas. Aquí uno se pregunta si los dineros están bien gastados en iniciativas como ésta. Además, AVO no contempla un corredor de transporte público en superficie, lo cual es indignante. En definitiva, aquí los vecinos y alcaldes arman una pelea que no considera a las miles de personas que viajan en bus y que vienen a trabajar justamente en los servicios de esas comunas. Es un error descomunal. El MOP no piensa en el transporte público, sólo en construir".
Para el académico Juan Carlos Muñoz, AVO también sintetiza un fenómeno que ha pasado 'colado'. Según él, en los últimos años el sector oriente se está convirtiendo en el nuevo 'centro' de la ciudad.
"Acá hay un segundo tema en términos de justicia. El centro de actividades de la ciudad se está yendo hacia el sector oriente y haciendo que la gente que vive en Puente Alto, Maipú o La Florida tenga que recorrer mayores distancias para llegar a su lugar de trabajo, y esto lo hemos permitido sin ningún tipo de control. Hoy incluso estamos viendo cómo se construyen edificios de oficinas en Lo Barnechea. Estamos llevando el centro de Santiago al living de la casa de las personas que viven en la zona oriente y eso tampoco es justo, ya que genera que la gente que vive en el resto de la ciudad sufra viajes cada vez más largos. Y con esto el costo del transporte público se encarece. Es incómodo ver como parece que a nadie le importa demasiado", dice.
