La última vez que Josefina Alemparte vio a Pedro Lemebel fue el 31 de diciembre. Ella es su editora en Planeta -editorial que también dirige-, que ha publicado prácticamente toda su obra. Fue en la Fundación Arturo López Pérez, donde estaba internado. Se abrazaron fuertemente y lloraron. "Sabía que era la despedida", dice.

El escritor falleció a las 2 de la madrugada por un cáncer a laringe que padecía desde 2012. Tenía 62 años y dejó al menos un par de proyectos pendientes.

El primero, "Mi amiga Gladys", colección de crónicas, cartas y memorias sobre Gladys Marín que ya estaba en manos de Alemparte. "Iba a salir para la Filsa del año pasado pero no se pudo acabar por sus complicaciones médicas. Tengo los textos, sólo faltaba armarlo".

La otra obra es "El éxtasis de delinquir", su retorno al género novelístico tras la elogiada "Tengo miedo torero" (2001). Está centrado en Patricio Egaña delincuente, homosexual y escritor que saltó a la "fama" por proporcionarle droga a Claudio Spiniak. Una vida que incluía una familia de clase alta, condenas por violación, una incipiente vocación artística y que su cuerpo estuvo dos años olvidado en la morgue de Valparaíso.

"Habrá que hablar con quienes administren su obra, cuando llegué el momento. Eran proyectos que estaban en carpeta, pero que no están acabados".

Ella trabajó personalmente con Lemebel en los rescates de la reedición de "Adiós mariquita linda" y "De perlas y cicatrices", que estaban descatalogados. También en las estupendas crónicas de "Háblame de amores".

"Difícil, pero entrañable"

"No habría razones para no seguir en Planeta. Los contratos están vigentes y tenemos toda su biblioteca. Es un autor totalmente de casa", señala Alemparte.

-Sus presentaciones en la Filsa eran multitudinarias.

-¡Sí! Él llegaba al stand y se quedaba hasta el final. ¡Todos los vendedores lo querían! Acá en la editorial también, la secretaria lo conoce hace 20 años. La relación era muy buena.

-¿Y habrá dejado más inéditas?

- Imagino que sí, aunque no tengo acceso a sus papeles. Tenía muchos papeles y textos, debe haber otros inéditas.

-¿Cómo era trabajar con él?

-Fue todo un proceso. Pedro tenía una personalidad difícil, pero entrañable. Se demoró un tiempo en darme su confianza. Luego la relación fue fluida y cariñosa. Eramos amigos. Él era una persona bien despierta, que veía muchas cosas y se las guardaba. Era muy divertido también. ¡Sí era una diva!

-¿La enfermedad lo cambió?

-Sí. Se convirtió en alguien más sano y dejó de estar en guerra con el mundo. Encontró la tranquilidad.

-¿Cuál fue el secreto para conectar con él como editora?

-Respetar sus ritmos, que son bien particulares. Pero cuando trabaja, trabaja. Preguntarle: "¿Cuándo vas a mandar el texto?" es una fórmula errada. Yo lo dejaba no más. También se ponía nervioso en las presentaciones y todo eso. Si lo entendías y respetabas su forma de trabajo, te ahorrabas todos sus ataques y entrabas a la zona de confianza y amistad. Porque era muy cariñoso y sensato.

-No hay que olvidar que también construyó un personaje. Como cuando escupió en el suelo frente a Cruz-Coke o cuando le tiró agua a la gente en Guadalajara. ¡Me tiró agua hasta a mí! Pero cuando tuve una situación tensa allá, fue el primero en defenderme.

 Twitter

@lagosweber

Adiós P Lemebel "A mí no me apasionan las nupcias maruchas, no soy loca de argolla, me seduce el deseo clandestino".

@Carolina_Toha

Decirle adiós a Pedro Lemebel es despedirse de una de las plumas más magistrales y lúcidas de nuestra literatura. Nos harás mucha falta, Pedro.

@camila_vallejo

Pedro Lemebel, revolucionario de las letras y la vida, gracias por todo lo que nos dejas. Tu pluma y tu rebeldía se quedan entre la gente.

@gabrielboric

Que pena la muerte de Lemebel. Que dignidad su vida rebelde. Gracias Pedro.

@rafaelgumucioa

Traducir a Lemebel a cualquier lengua era una odisea, cada palabra en ella significaba dos o tres cosas al mismo tiempo.

@elwerne

Fue en El Toro: llegaron 2 cadetes con sus novias. Champaña, brindis y pasa Lemebel, les mira, escupe y grita: "Por maricones!", y se fue.

Mi despedida: "Un demiurgo que le dio luz a muchas sombras"

Por Antonio Skármeta

Lemebel es un autor que salta a la literatura desde la corporalidad exuberante del espectáculo, la performance, la seducción callejera. Es un hombre expuesto en la plenitud turbia y atormentada de sus deseos y en las ansias de realizarlos.

Su exultante histrionismo desemboca en una prosa dúctil a estos arrebatos: imágenes encendidas, atropelladas, de enorme riqueza visual.

Viene de la pobreza y los márgenes, condiciones que él elabora en un brillante lenguaje soez que se lee también como una alborotada e imaginativa crítica polìtica. Una prosa clara y desinhibida que ilumina sectores poco vistos hasta ahora en su aspereza. Deja esta herencia, la de un demiurgo que le dio luz a muchas sombras.

Un prosa visionaria ensancha y hace más compleja la realidad.

Cuando publicó en Cuarto Propio la primera edición de "La esquina es mi corazón" en los ´90, decidimos presentar en "El Show de los libros" la original provocación de sus textos con las imágenes que Lemebel mismo eligiera. Pusimos nuestras cámaras a su servicio y enfrentamos decididos lo que era un "escándalo" en aquella época.

Hoy la sociedad chilena ha alcanzado mayor diversificaciòn y tolerancia,pero en esos años....En fin,no entraré en detalles.

Que la atractiva figura histriónica de Lemebel no postergue a un lugar secundario su prosa. Ahora que estamos en un verano ardiente,invito a quienes lo han leído poco,o no lo han leído aún, se precipiten a modo de homenaje estival sobre esta dos crónicas de "La esquina es mi corazón": "Las amapolas también tienen espinas" y "Las locas del verano leopardo".

Barattini, la amiga: "Cambió mi vida, como la de todos" 

Afectada por la muerte de su amigo, la ministra de Cultura, Claudia Barattini, se presentó esta mañana en la Fundación Arturo López Pérez.

La secretaria de Estado anunció que el funeral del escritor será público y se realizará mañana en el Cementerio Metropolitano.

El velatorio se realizará hasta la medianoche de hoy, en la Iglesia de la Recoleta Franciscana, ubicada en Recoleta 220.

La Presidenta Michelle Bachelet expresó su admiración y comentó: "Tuve la oportunidad de despedirme de él hace unos días y estoy segura de que estaba muy contento, porque avanzamos en algunas de sus luchas, por tener más dignidad y respeto en Chile".

La ministra Barattini también subrayó su relación con el artista, con quien trabajó en Radio Tierra. "Tengo una larga amistad con Pedro... Fue una persona muy cercana, que cambió mi vida como la de todos los chilenos en la medida que con su lucidez, inteligencia, sensibilidad. Me abrió a mundos que no estaban en una joven de esos tiempos", señaló.

"Es una figura fundamental de Chile y deja un vacío enorme en este país... Pedro es un artista integral que cambió el paradigma cultural en Chile. Los chilenos estamos muy tristes, es un día de luto".

Lamentó su pronta partida. "Pedro murió joven antes de tiempo, ese es el dolor que tenemos... Pedro merecía el Premio Nacional y habría tenido tiempo si esta enfermedad brutal no se lo hubiera llevado. Los valores literarios, culturales y políticos de Pedro Lemebel van mucho más allá que el Premio Nacional y esta es una polémica que no tiene ningún sentido en un momento doloroso y de reconocimiento".

"Le dio voz a un mundo popular, él se pone en la línea de los grandes artistas chilenos de origen popular que consiguieron excelencia en su área, como Violeta Parra y Víctor Jara... Pedro sacó de una cierta hipocresía a un país que ha sido discriminatorio con lo diverso... Fue un gran luchador por la democracia de este país".