Esta vez no se buscarán toxinas, como en las pruebas anteriores, sino de otros 'agentes externos'.
Neruda y su mujer Matilde Urrutia, en Isla Negra.
El anuncio fue realizado hoy por el Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, donde su secretario ejecutivo, Francisco Ugás en compañía del sobrino de Neruda, Rodolfo Reyes, explicaron que solicitarán nuevas pruebas a los restos del Premio Nobel.
Pero esta vez no será para encontrar toxinas, sino de otros 'agentes externos' que pudieron ser suministrados (como insulina o tramadol, por ejemplo) y haber provocado un shock mientras el poeta estaba sometido a tratamiento para combatir el cáncer de próstata que padecía.
En este sentido, precisaron que los nuevos exámenes serán realizados por un nuevo panel de expertos integrados por los españoles Francisco Etxeberría y Aurelio Luna, además de los chilenos Cristián Orrego, Gloria Ramírez y Luis Soto, que están coordinando una fecha para llevar a cabo estas diligencias.
Desde el Programa de Derechos Humanos señalaron que se hicieron parte del proceso judicial porque este es un caso muy importante y era necesario acompañar a la familia del poeta.
El cuerpo de Neruda permanece en dependencias del Servicio Médico Legal (SML).
El caso se abrió a raíz de una querella presentada por el Partido Comunista en 2011 luego que el chofer de Neruda, Manuel Araya, denunciara que el escritor había sido envenado durante su estadía en la Clínica Santa María.
Según esa versión, Neruda habría llegado al centro asistencial no por razonesde salud, sino para esperar un vuelo enviado especialmente por el gobierno de México para irse al exilio. Estando en la clínica, según Araya, le habrían puesto una inyección mortal.
De acuerdo a los testimonios de médicos y enfermeras que estuvieron en la Clínica por esos días, a Neruda se le inyectó dipirona y amidona.
Si bien el juez Carroza había dicho que el caso no se cerraría "si existían dudas", todo indicaba que los exámenes practicados al cuerpo del Premio Nobel concordaban con la versión oficial de su muerte.
La primera pericia, hecha por el SML en mayo 2013, se sentenciaba que los exámenes 'radiológicos e histiológicos' comprobaban que el poeta padecía un 'cáncer de próstata avanzado y metastático'.
Una segunda prueba realizada por peritos nacionales y extranjeros, determinó que no había evidencia de "agentes químicos relevantes" que puedan relacionarse con su muerte.
