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Gastón Soublette: El aguafiestas de Charlie Hebdo

Desde Limache, arremete contra los que caricaturizan a Mahoma, la Iglesia, la economía global y quienes confunden creencia con fe.

por:  Juan Carlos Ramírez F.
viernes, 16 de enero de 2015

Foto RAMON MONROY

A los 37 años, Gastón Soublette no creía en Dios. Menos en Jesucristo. Los formalismos impuestos en los SS.CC. de Viña del Mar terminaron alejándolo de la religión. Y cuando se marchó a París a estudiar música, tras titularse de abogado -quería complacer a su acomodada familia-, ya era un rabioso ateo. Hasta que se encontró con Lanza del Vasto, filósofo italiano, cristiano y discípulo de Gandhi. Primero leyéndolo. Luego, en persona. Su marca se encuentra incluso en su impresionante parecido físico: mirada penetrante, cabellera blanca, físico imponente.

"¡Dios se caga en tu visión burguesa!", le espetó a Soublette cuando éste le cuestionó -con seriedad académica- ciertas conductas de Mahoma.

"Me decía que podía ser cualquier cosa, pero era un escogido de Dios. ¿O acaso David o San Pablo no habían matado? Es un misterio. Y es verdad... Dios se caga en nuestra visión burguesa", se ríe a carcajadas, aunque con cierto pudor, desde su retiro en Limache, rodeado de pinturas, libros con partituras, instrumentos y su gran colección de objetos mapuches que donará a la U. Católica: "Son muchos y acá pierden su función: que las personas los conozcan".

A sus bien cuidados 87 años, su risa se apaga cuando piensa en el atentado a Charlie Hebdo. Sospecha del verdadero objetivo que persiguen estos ataques. Duda de la cobertura mediática. Le da pena. Pero también -contrariando al discurso dominante pro libertad de expresión- reconoce que no se puede andar por ahí provocando al islam. No sólo por lo ingenuo al no esperar represalias, sino también por lo torpe.

"Es muy grave lo que ha pasado con esa revista. Pero también lo es andar provocando a los islámicos. Es curioso que todo el discurso esté centrado en la libertad de expresión. Pero a nadie se le ocurre decir: «Sí, pero esta tragedia tiene una causa».¿Por qué actuaron de esa manera? ¡Porque los provocaron, pues!".

El filósofo se queda en silencio. Dice que los caricaturistas no son unos mártires de la libertad, aunque a los franceses les obsesione convertirlos en eso. "Esa visión de libertad es superficial. ¡Se basa en un hecho superficial! Son apenas unos ridículos dibujos". Lo dice mirando los paltos de su casa limachina. "El hecho es la tendencia morbosa a ridiculizar a una gran figura espiritual. Es muy poco lo que esa revista está ofreciendo. No son filósofos desacreditando a Mahoma, que sería algo más serio y trascendente".

-A usted no le hacen mucha gracia esos dibujos.

-Porque es una sátira sin importancia. Mire, si aparece Jesús ridiculizado yo, que soy cristiano, también voy a reclamar. ¡Pero no les voy a tirar una bomba! Aunque una cosa es atacar a Cristo y otra a los cristianos. Estos últimos se han portado muy mal. Han hecho brutalidades tremendas.

"Acá hay algo más"

Este 2015, después de 44 años de docencia, dejó de hacer clases en la U. Católica. Dice que viajar en bus, tomar el metro, cargar con bolsos y regresar ya era demasiado. Aunque sigue escribiendo textos para la institución y continuando su colección "Sabiduría chilena de tradición oral". Tras dedicarle volúmenes a los refranes y cuentos, ahora está sumergido en los versos y cantos. Como músico y pianista ha transcrito la obra de Violeta Parra, como agregado cultural vivió Mayo del 68 y es partidario de la no violencia activa impulsada por Gandhi.

Y, aunque no tiene celular ni internet -por ende, sin acceso a redes sociales, blogs o WikiLeaks-, de todas formas intuye un aprovechamiento político del atentado y su contexto, más allá de una reivindicación del honor de Mahoma o la lucha por la libertad de expresión.

"Hollande aprovechó de hablar de la unidad, en un país tan dividido como Francia, frente a la barbarie. Para él fue miel sobre hojuelas. Hay un movimiento antiislámico en Inglaterra, Alemania y Francia. Puede que esta provocación sea deliberada". Recuerda las imágenes de torturas y vejaciones a presos iraquíes desclasificadas a principios de 2004.

"Estaba hecho para que se hicieran desmanes grandes en Irak y justificaran la intervención del Ejército estadounidense en ese país. El secretario de Defensa de la administración Bush, Donald Rumsfeld, se vio obligado a decir que él había autorizado la difusión de esas fotos. Pero eran documentos secretos. ¿Con qué fin habría autorizado su difusión?¡Para enfurecer a los islámicos obviamente! ¡Para que dejen la embarrada y EE.UU. diga: «¿Ven ustedes?», autorizando la intervención".

-¿Cree que caricaturizar al islam es algo funcional?

-Creo que sí. Angela Merkel tuvo que declarar que el islam forma parte de Alemania para que nadie pensara que anda en estos manejos (sonríe). Yo no tengo forma de comprobarlo. Sólo un olfato. Una sospecha de que acá hay algo más de lo que se ve. Ahora podrían ponerle a Charlie Hebdo una protección policial completa. Y quizá vendrían más provocaciones y venganzas.

-¿Qué le pasa con las imágenes?

- Es que el cristianismo y el islam las prohíben porque caes en la idolatría al convertir a la imagen o estatua en Dios. Un cuadro es distinto porque me sumerge, me ensimisma en la fe.

-¿Pero si alguien hace un dibujo burlón?

-No debería reducirse algo tan grande a un chiste, como lo hacía la revista.

-¿Es irresponsable reírse de la fe?

-Es triste que una simple caricatura haya provocado todo esto. Es ridículo. Las consecuencias, ya las conocemos. ¡Yo habría salido a la calle también! Y la libertad de opinión queda manchada. Porque yo puedo desacreditar a cualquier persona.

"La fe te cambia la vida"

Ante todo, Soublette es un creyente. Algo que en esta época atea -como él mismo la llama- lo convierte en una rara avis . Le llama la atención que muchos jóvenes para justificar su ateismo digan que Dios es "un amigo imaginario". Una ironía que, en la lógica de memes y redes sociales, se ocupa para burlarse de los creyentes. "Es una forma infantil de reducir la experiencia religiosa. Claro, vivimos en una época esencialmente atea. Incluso los creyentes son ateos. Pero hay una diferencia grande entre creencia y fe. La primera es mental, la segunda, espiritual. Y esta última es la que vale". Soublette habla calmo, pero firme: "Si uno hace un censo a los cristianos del mundo, el 99% tiene creencias, pero no verdadera fe".

-Para usted, ¿cuál es la fe auténtica?

-La fe te cambia la vida. La creencia te deja igual, pero matriculado en una institución. Ese ateismo ambiental hace pensar a muchos que Dios no existe, que es un producto cultural del pasado y superado por la ciencia o la tecnología. ¡Pero es muy grave que los jóvenes crean eso!

-¿Por qué es grave el ateísmo?

-Porque la fe en Dios ha creado esta cultura. Ellos son hijos de esta cultura y se benefician de todo esto creado por la fe... para negar la fe. Yo le echo la culpa a la Iglesia, que no ha sabido evangelizar a la gente. Sobre todo la católica, que ha moralizado, no evangelizado. Su discurso en relación con Jesucristo es muy flojo y lleno de lugares comunes.

-¿Centrada en reglas?

-Claro, mucho aborto, divorcio, Papa, lo que quieran. Como si esa fuese la misión. Han multiplicado las mediaciones: santos, vírgenes. Y el verdadero mediador lo dejan de lado. Yo he experimentado de cerca la ignorancia de los católicos sobre Jesucristo.

-¿En base a qué lo dice?

- Siempre hago un sondeo a mis alumnos sobre cómo va su fe. Y de Jesucristo no saben nada. Sólo lo típico, "amaos los unos a los otros". Por eso digo, mucha jerarquía, procesiones, rosarios, santos. ¿Pero donde está el redentor y el Evangelio? A Jesús se le usa como objeto de devoción para pedirle cosas. Pero lo que propone es un modelo de hombre a través de las bienaventuranzas. Predicarlo sin eso lo vuelve una imagen devocional: el crucificado, el maestro, el sagrado corazón.

-¿Cómo ve a los movimientos de élite como el Opus Dei o los Legionarios?

-Lo primero que Jesús dice en el Sermón de la Montaña es "¡Bienaventurados los pobres de espíritu!". ¡Eso es lo primero que dice! Después, los que sufren, porque serán consolados; los puros de corazón, los mansos, los pacificadores, los que tienen hambre y sed de justicia, los perseguidos a causa de la justicia. Es la proposición de un modelo humano. ¿En qué coincide eso con los Opus Dei, Legionarios, Schoenstatt? Estamos lejos de eso. Todos.

"Saldremos de ésta"

Soublette gesticula. Se entusiasma conversando. Recomienda ver la película "Juicio a Dios", donde un grupo de judíos en un campo de concentración decide demandar a Yahvé porque no los trató como el pueblo elegido. Critica el beaterío de nuestro país, pero dice tener fe en los jóvenes: "Dejaron de creer en las ideologías. Nosotros nos agarrábamos a puñetes por ella. Pero a estos chiquillos nadie los engaña, porque son escépticos del poder".

-¿Pero cómo ve al Chile actual, el de Bachelet y el caso Penta?

-El Chile actual ya lleva 50 años. Desde que la dictadura se metió en el alma y nos cambió para siempre, llevándonos a la globalización financiera y la tecnología. Para mí, a eso no podemos llamarlo cultura ni humana. Porque el tiempo es otro. La relación con tus amigos o pareja es otra. Y cuando pierdes identidad, te rindes. Renuncias a tu identidad para ser un engranaje. Eso pasa.

-Sobre el futuro, ¿es pesimista?

- Este modelo de civilización se derrumba. Eso me podría tener mal. Pero, por otro lado, soy optimista, porque sé que el ser humano es capaz de avanzar. Ya ha pasado anteriormente. Saldremos de ésta.

La Iglesia católica hoy: Papas, Berríos, Aldunate

Simpatiza con el Papa Francisco. Aunque no le resta méritos a la etapa final de Benedicto XVI que, tras publicar el monumental "Jesús de Nazaret" -que ningún Sumo Pontífice se había atrevido a escribir- renunció a su cargo y se reconcilió con el teólogo Hans Küng, famoso por cuestionar el dogma de la infalibilidad papal. Dos hechos que para Soublette confirman la profunda conversión experimentada por Ratzinger. "Algo le ocurrió mientras preparaba el libro, sin duda".

De Juan Pablo II es más crítico, aunque reconoce que el que haya venido a Chile en 1987 fue potente simbólicamente. "Por primera vez, alguien estaba por encima de Pinochet. Yo le dije a mis amigos 'apuesto a que en un año esto se acaba'. ¡Y pasó!

En Chile destaca los dichos de dos padres que rompen cierto conservadurismo mediático: José Aldunate y Felipe Berríos. Aunque dice que a este último se le salió "lo humano" cuando dijo en televisión que los obispos "son gente muy buena que no han hecho nada malo, pero tampoco han hecho nada bueno". "Se está poniendo como juez y eso es un error".

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