El Estado Islámico ha difundido videos con decapitaciones de rehenes.
El Estado Islámico es una organización terrorista insurgente de raíz yihadista suní y que actualmente ocupa gran parte del territorio de Irak y Siria bajo el formato de un califato.
Durante este año se ha hecho tristemente famosa por difundir videos de decapitación de rehenes occidentales, norteamericanos y europeos. Entre los videos más crudos está la decapitación conjunta de 18 soldados sirios en noviembre de este año.
El origen del EI se remonta al año 2003, de la mano de Abu Musab al Zargaui y cercano a la organización terrorista Al Qaeda, como una respuesta a la guerra contra Irak encabezada por Estados Unidos, Gran Bretaña y otras países aliados de occidente.
La organización tuvo diferentes nombres. Durante la década pasada y tras la muerte de Osama bin Laden y el retiro de Estados Unidos de Irak, retomaron territorio.
En enero de este año, soldados de la agrupación tomaron control de la ciudad de Falulla (Irak) y se proclamaron como Estado Islámico.
Actualmente, el califato reclama soberanía y autoridad sobre todos los musulmanes del mundo y su objetivo es unir a todas las regiones donde habitan musulmanes.
Su actual líder es Bakr al-Baghdadi, quien rompió los lazos con Al Qaeda y su intensión es expandirse a Jordania, Israel, El Líbano, Chipre, Egipto y Libia, por el Mediterráneo, y Pakistán por el sector asiático.
Se caracteriza por tener una apegada interpretación del Corán, con lo cual justifican sus ejecuciones y su violencia contra los chiítas.
En Europa hay un permanente combate contra las redes que reclutan personas para incorporarlas a las filas de la organización terrorista del Estado Islámico.
¿Cómo funcionan estas redes?
Según el diario ABC de España, durante la fase inicial las redes sociales juegan un rol fundamental, ya que mediante internet, las reclutadoras activas publican mensajes contra la sociedad occidental, a la que sólo se le puede hacer frente mediante una interpretación integrista del islam.
Luego viene la fase de selección, donde las mujeres elegidas pasan a otro nivel, que consiste en participar de los grupos de WhatsApp donde se radicalizan las consignas y se define la antesala de la acción.
Y en la fase final -donde llegan sólo las mujeres que superan la etapa anterior- acceden a foros exclusivos en los que se aumentan las medidas de seguridad.
Tras estas tres etapas se produce el contacto personal, previo al desplazamiento a las zonas de conflicto.
