En un recorrido por el 'Kilómetro 0' el arquitecto Genaro Cuadros repasó los principales hitos de la remodelación.
El jueves a las 20:30 horas y después de 11 meses y dos días de trabajos, se reabrió al público la Plaza de Armas.
Se trató de la mayor intervención del llamado 'Kilómetro 0' de la capital en diez años.
¿Qué prometió la Municipalidad de Santiago?
Lo principal fue aumentar en un 40% las áreas verdes del lugar (49 árboles más y extender los jardines en 550 metros cuadrados); nuevo mobiliario urbano, 160 luminarias con tecnología LED, la instalación de un sistema de cámaras de televigilancia, guardias que operarán las 24 horas y Wi-Fi.
Todo a un costo de $1.600 millones.
Y quizás por su propia envergadura, el proyecto no estuvo exento de polémicas. Si bien originalmente las obras sólo durarían seis meses (de enero a junio), el 25 de junio la alcaldesa Carolina Tohá informó un retraso hasta octubre debido a la demora en conseguir los permisos (sobre todo para excavaciones) ante el Consejo de Monumentos Nacionales.
Pero a principios de octubre se supo que la empresa a cargo de las obras de pavimentación había declarado su insolvencia económica y que no podría cumplir con los trabajos. Entonces, el municipio retrasó nuevamente la entrega hasta hoy.
Como sea, la plaza ya está lista y por eso «La Segunda» quiso recorrerla con ojo crítico para evaluar los trabajos de mejoramiento. Para ello, nos acompañó el arquitecto y urbanista Genaro Cuadros, director del Laboratorio Ciudad y Territorio de la Universidad Diego Portales (UDP).
Tras una hora de recorrido, el experto examinó la nueva cara de uno de los puntos geográficos inevitables de Santiago. Esta es su mirada.
"Lo primero que llama mi atención es la mayor arborización de la plaza. El proyecto original (hecho en la gestión del alcalde Jaime Ravinet en 1999), por intentar ordenar ciertos elementos, hizo que se perdiera un poco el verde original. Una de las críticas que se hacía era que en la plaza había poca sombra. La Plaza de Armas es el lugar más visitado por los turistas en Santiago, es un lugar importante para la ciudad y, desde ese punto de vista, que no tuviera sombra era un tema, porque la gente lo busca, es un espacio de descanso en el circuito interno de la ciudad".
"Una de las características históricas de la Plaza es que este era el bebedero de la ciudad. Lo único histórico que queda es que aquí siempre hubo un pozo de donde se sacaba agua. El hecho de mantener un elemento de agua en el centro de la plaza sigue siendo un aspecto relevante, que tiene que ver con esa reminiscencia histórica y se ha hecho un muy buen trabajo de restauración de la pileta (construida en 1829 e inaugurada en 1836, en homenaje a la 'Libertad de América')".
"Se ve limpia y con sus colores originales. Y el ruido del agua es un aspecto clave en el paisaje sonoro de Santiago".
(Le hacemos el comentario de que el nuevo mobiliario de la plaza es más de lo mismo, ninguna innovación que lo haga diferente).
"Entre más neutro es mejor para poder activar el funcionamiento de la ciudad, lo ideal es que pase 'piola'. Lo otro importante es la predisposición con que fueron ubicados en la plaza, ya que da la sensación de que el centro de la plaza, donde está el grueso de los árboles y la pileta, es un espacio cobijado y protegido".
"Lo ideal es que los pintores y vendedores de artesanías convivan en la plaza de una manera ordenada, más estructurado y donde además la calidad de los productos también se eleve. Acá hay actividades singulares, como el mote con huesillo o el barco manicero que no hay en el resto de Latinoamérica y que le generan un plus al centro histórico que son fundamentales para su desarrollo".
"Lo más relevante es cómo va a dialogar la plaza con las galerías laterales (portal Fernández Concha y pasaje Phillips). La gracia de esta plaza es que tiene varias caras: la institucional frente al municipio, la Real Audiencia (Museo Histórico Nacional) y el Correo; la religiosa que está dada por el frontis de la Catedral y otras dos caras donde están estos portales. Esos lugares se van a poder intervenir cuando el comercio entienda que tiene oportunidades más sofisticadas".
"La mayoría de los turistas que vienen a Santiago pasan por acá, entonces que haya una capacidad para recoger ese flujo es un aspecto clave que no estaba siendo recogido por la plaza. Acá tú necesitas cafés, restaurantes de mayor calidad, o lugares donde puedas comprar cosas, zonas que son claves para activar la plaza para no solo venir durante el día, sino que también durante la noche. Esa es la tarea pendiente de la remodelación: el funcionamiento de los servicios comerciales anexos".
"En el caso del Portal Phillips esto se tiene que dar a partir de nuevas actividades comerciales que dialoguen mejor con el espacio público y en el caso del Portal Fernández Concha, a pesar de que a nosotros los completos nos parezcan extraños, es una característica nuestra y ese es el punto: hay que mejorar la calidad de ese comercio. Puede seguir siendo una galería de completos, pero que sean los mejores completos del mundo".
"Esto está mucho mejor de lo que teníamos y va a ir mejorando mucho más a medida que los árboles se vuelvan más frondosos porque va a mejorar el funcionamiento interno de la plaza".
Una de las dudas que persisten es qué va a pasar en las noches con la plaza, teniendo en cuenta que antes de su cierre era un lugar donde dormían indigentes, había tráficos de drogas y comercio sexual.
Bernardita Lorenzini, encargada de la gestión de la Plaza de Armas, responde: "Las mejoras de la plaza fueron pensadas desde una manera integral, y cuando hablamos de esto es que se ha considerado los usos que no nos gustaban de la plaza. Hemos instalado luminarias más potentes, guardaparques las 24 horas e incorporado elementos como 10 cámaras de seguridad que nos van a permitir tener un control social donde tú o yo pueda ver desde un computador, qué es lo que pasa acá y con esto estamos siendo invitados a ser a tener un mejor uso del espacio público".
