Un recluso logró huir y otros cinco fueron capturados en el intento cuando desconocidos emboscaron en Santiago a dos carros celulares que trasladaban a diecinueve reos la noche de este jueves, informaron hoy fuentes policiales y penitenciarias.

El hecho ocurrió cerca de las 21.30 horas en las cercanías del Centro de Justicia de la capital, cuando de una camioneta descendieron varios individuos que por sorpresa dispararon contra los gendarmes que custodiaban a los presos.

En medio de la confusión logró escapar un reo, identificado como Nelson Navarrete Jorquera, de 31 años, quien cumplía condena desde 2008 y que, por mala conducta, iba a ser trasladado a una prisión de la sureña región del Biobío, dijeron las fuentes.

Otros cinco reclusos también intentaron huir, pero fueron capturados instantes después, según las autoridades de Gendarmería.

"Los dos vehículos fueron interceptados específicamente donde está la estación de servicio próxima al Centro de Justicia de Santiago,” precisó a los periodistas el subdirector operativo de la institución, coronel Juan Carlos Manríquez.

"Evidentemente estamos en presencia de una acción planificada”, añadió el oficial, y dijo que los gendarmes repelieron el ataque a tiros hicieron huir a los autores de la emboscada.

Los carros celulares trasladaban a los presos desde la cárcel de Colina, al penal Santiago 1, situado en las cercanías del lugar del ataque, antes de ser enviados a otras cárceles del país.

Tras el incidente se desplegó en el área un amplio operativo, que incluyó el uso de helicópteros en busca de los prófugos, que culminó con la captura de cinco, uno de ellos oculto en los depósitos de basura de un edificio cercano.

El coronel Manríquez admitió que debe revisarse “la ejecución de los protocolos de seguridad” en los transportes de reclusos y destacó la reacción de los gendarmes, “que expusieron sus vida en el cumplimiento de la misión”.

Según se indicó, los reclusos que escaparon en el momento de la emboscada previamente rompieron los barrotes de uno de los vehículos de Gendarmería.

Óscar Benavides, portavoz de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios calificó el incidente como el más grave de los últimos años contra la institución y llamó a las autoridades a revisar los protocolos, pues diariamente unos 2.000 reclusos deben ser trasladados de una prisión a otra o desde la cárcel a los tribunales y viceversa.