La bomba que en septiembre pasado causó la muerte de un joven de 29 años en el centro de Santiago tenía como objetivo un edificio de Gendarmería, según reveló hoy el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy.

El subsecretario entregó nuevos detalles de la investigación que realizó la Fiscalía Metropolitana Sur tras el bombazo del 25 de septiembre pasado y que este jueves concluyó que Sergio Landskron, que murió en la explosión, no participó en la colocación del artefacto.

Aleuy explicó en una entrevista con Radio ADN que Landskron, que era drogadicto e indigente, recogió una mochila que halló en el portal de una sede de Gendarmería en el centro de Santiago sin saber que contenía un artefacto explosivo.

"El joven se trasladó con el bolso en unos 10 o 15 minutos y cuando intentó averiguar qué tenía, detonó la bomba que había dentro,” señaló el subsecretario del Interior.

La investigación de la Fiscalía, señaló Aleuy, ha establecido que dos personas bajaron de un taxi y colocaron la mochila con la bomba en el edificio de Gendarmería en el barrio Yungay, aunque todavía se desconoce su identidad y si tienen alguna relación con los grupos anarquistas que están detrás de otros ataques explosivos.

"Es un hecho intolerable, no es posible que un inocente muera por unos tipos irresponsables que instalan una bomba en la calle,” dijo Aleuy, quien anunció que el Gobierno invocará la ley antiterrorista en este caso para tener mayores facultades en la investigación y para endurecer las penas contra los responsables.

Sobre la reforma de la legislación antiterrorista, el subsecretario aseguró que el Gobierno espera presentar el proyecto de ley dentro de la primera quincena de noviembre para que luego el texto sea discutido en el Parlamento.

Uno de los puntos de la nueva ley, explicó, es “una tipificación del terrorismo con una relación más adecuada con la situación que el país vive hoy en día y que podría vivir en el futuro más inmediato".

Durante los últimos meses se han registrado en la capital varios atentados con bomba. Uno de estos atentados dejó catorce heridos en una galería comercial aledaña a la estación Escuela Militar del metro.