"Lamentablemente, él recoge un bolso que contenía este artefacto y al transportarlo y manipularlo, se produce su activación, de acuerdo al sistema de retardo que se había fijado".
Pasadas las once la mañana, el fiscal regional Sur, Raúl Guzmán, confirmó la sospecha de Sergio Landskron y Ana Silva: su hijo Sergio, el joven que murió hace casi un mes en el barrio Yungay, con una bomba en sus manos, fue la primera víctima de un ataque explosivo desde el regreso de la democracia.
Guzmán los citó esta mañana a la fiscalía en Puente Alto y tras reunirse con ellos por casi una hora, salió a dar la noticia a la prensa.
"Conforme a los antecedentes que se han reunido hasta hoy, podemos confirmar que no tuvo participación en la colocación del artefacto explosivo que le quitó la vida", dijo, sin querer ahondar en mayores detalles para no entorpeceder la investigación que busca dar con los responsables.
Sólo dijo que la bomba estaba en la vía pública " y su objetivo era atentar contra cualquier persona que pase por el lugar o las dependencias en donde se había colocado".
Sí indicó que la muerte de una persona inocente aumenta la penalidad que arriesgan los autores: "esto viene a darnos la razón que no se trata de acciones inocuas, sino, por el contrario, son delitos graves y por eso se están persiguiendo bajo la ley de conductas terroristas". De hecho, en fuentes de la fiscalía se señaló que a partir de ahora se investigaría el delito de terrorismo con homicidio.
Entre los puntos que queda por esclarecer está la relación que tiene la cuenta de Twitter @NIKOFIERRO1, la cual apenas algunas horas después del bombazo, cuando aún no se identificaba a la víctima, tuiteó su nombre. La Policía de Investigaciones creó un grupo especial integrado por miembros de la jefatura de inteligencia y funcionarios de la brigada de Cibercrimen para indagar esta arista.
Cinco cuadras
Quienes sí entregaron más antecedentes fueron los padres del fallecido, quienes tuvieron acceso a uno de los videos recopilados por la fiscalía que - dijeron-, muestran el momento de los hechos. El padre dijo que en éste aparecen dos personas manipulando el bolso que tenía la bomba, el cual fue recogido por su hijo, quien alcanzó a trasladarlo "unas cinco cuadras" antes de su explosión.
La mamá hizo un llamado a los responsables a evitar que estos hechos se repitan. "Mi hijo fue la primera víctima, pero si esto sigue, puede haber más", dijo apenada.
Más sospechas
Sergio Guillermo Landskron Silva (29 años), falleció la madrugada del pasado 25 de septiembre, producto de las graves lesiones (entre ellas pérdida de masa encefálica y amputaciones en sus manos) que le causó la detonación de un artefacto explosivo de fabricación casera, en la intersección de las calles Erasmo Escala y García Reyes, en la comuna de Santiago.
Tras ser identificado ese mismo día, la familia del joven descartó que tuviera vínculos con grupos anarquistas y señaló que tenía antecedentes penales menores y problemas de drogadicción desde los 15 años. De hecho en esos momentos vivía en la calle y hacía más de una semana que su familia no tenía noticias de él.
Este bombazo se dio un par de semanas después del estallido en el subcentro de la Escuela Militar, el cual dejó 14 personas heridas y tres detenidos: Nataly Casanova, Juan Flores y Guillermo Durán, los cuales están imputados por Ley Antiterrorista.
Después del estallido en el Barrio Yungay, la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (ANFUP), presentó una denuncia por panfletos con amenazas encontradas en su sede de calle Santa Mónica, a sólo dos cuadras del sitio del hecho. La agrupación gremial sospechaba que la bomba iba dirigida a sus instalaciones, ya que habían sufrido un hecho similar el año 2012. Esto los llevó a instalar cámaras de seguridad, las que captaron en las horas previas a la muerte de Landskron a un sospechoso vistiendo gorro y portando una mochila, material que analizó la Fiscalía.
Vocero de gobierno: "Quienes atenten contra inocentes no quedarán impunes"
Enfatizando que "nada justifica que en Chile se atente contra la vida de personas inocentes" reaccionó esta mañana el ministro secretario general de Gobierno, Alvaro Elizalde, tras conocerse que Sergio Landskron había sido en realidad la primera víctima del bombazo en el barrio Yungay de fines de septiembre.
Si bien evitó referirse específicamente a la situación de Landskron -argumentando que "es la Fiscalía la que está llevando adelante la información y no olvidemos que la fiscalía es de carácter completamente autónomo-, Elizalde agregó que "queremos ser claros: nada justifica la colocación de artefactos explosivos".
"En Chile, quienes atentan contra la vida de civiles inocentes no van a quedar en la impunidad. Los chilenos queremos vivir en paz, en tranquilidad. Y por eso, junto a las medidas para avanzar en la investigación, que ya ha dado sus primeros resultados, seguiremos impulsando reformas legales para que la democracia chilena cuente con las herramientas necesarias para proteger adecuadamente a todos los ciudadanos", agregó el secretario de Estado.