El criterio que prima es la cercanía del colegio con el domicilio del alumno.
Y el mecanismo de selección que utilizan para la educación primaria y secundaria es el que sirvió -según un informe de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados- como modelo inspirador para el nuevo sistema que se pretende implementar en Chile.
En enero de este año las escuelas públicas de Boston comenzaron a usar el Plan Basado en el Hogar (PBH) para alumnos desde kínder hasta 8° básico, que consiste en que los estudiantes asistan a las escuelas de calidad más cercanas a su hogar.
Para ello se ofrece a cada familia una lista personalizada de opciones en base al domicilio del alumno a una milla a la redonda (1,6 kilómetros). Las familias pueden escoger todas las opciones que deseen en orden de preferencia.
Los estudiantes son asignados por un sorteo computarizado, intentando respetar las preferencias solicitadas. Pero si una escuela no tiene cupos disponibles, el sistema los asigna en base a prioridades (hermanos y alumnos que terminan la primaria y pasan a secundaria).
Si aun así no alcanzan las vacantes, se asignan por "un número al azar". Si el estudiante no es asignado a su primera opción, es colocado en listas de espera.
Los alumnos deben inscribirse en un sistema centralizado y seis semanas después de terminado el período de inscripción, se les notifica (por correo) la asignación del establecimiento.
En la educación secundaria pueden postular a cualquier escuela del distrito. Al igual que los de primaria, son asignados por una computadora programada con una fórmula matemática según sus preferencias y las prioridades: si tiene hermanos en el plantel y si viven en lo que denominan "zona de caminar" (cerca de dos millas o tres kilómetros de la escuela). Si hay empates, se usan los números al azar (lotería).
Se utiliza el mismo mecanismo de listas de espera que en la primaria.
