Desde cientistas políticos a abogados explican cuán de cierto hay en los dichos del contralor.
Más allá de expresiones poco académicas y de las críticas políticas que despertó en el Gobierno y partidos de la Nueva Mayoría por la forma en que se expresó, gran parte de las ideas vertidas por el contralor Ramiro Mendoza en su clase magistral del martes encuentran respaldo en la población y en los especialistas. Con experiencias en distinta áreas del mundo político e institucional, abogados y cientistas políticos analizan el fondo de los dichos de Mendoza y explican lo que pocos se atreven a decir en público, aunque lo piensen en privado.
El cientista político Patricio Navia dice estar de acuerdo con Ramiro Mendoza respecto a la falta de actualización de diversos sistemas como el registro de ADN.
Según su diagnóstico, "el follow up no está funcionando bien. No hay seguimiento de lo mucho que se hace".
Además, dice, "se reproducen instituciones que ya estaban o que se crean y no se financian, como el caso del registro de ADN; como la falta de verificación de firmas para inscribir candidatos, que luego son objetados y en las rendiciones de cuentas de las campañas en que sólo ven si los número cuadran, pero no si los gastos son reales; o como el registro de los lobistas donde no entra toda la gente que hace lobby...".
Navia también le da la razón a Mendoza respecto al afán de solucionar todo dictando normas y leyes: "Aquí se legisla mucho para apagar incendios o salir en la tele, igual que en otros países".
Si bien reconoce que la actual dependencia de Carabineros "es la normal", para el consultor de defensa y seguridad, Guillermo Holzmann, queda en evidencia -tal como lo expresó el contralor- una debilidad institucional: "Tenemos un Ministerio del Interior que es muy amplio en materia de facultades porque ve la administración interior del Estado; la seguridad interior y tiene en sus manos la jefatura de gabinete además de la coordinación del Gobierno, cuando lo que requiere es una institucionalidad más especializada en materia de seguridad".
Agrega que no se trata sólo de delincuencia "que es un tema político relevante, sino también de casos como las bombas y la ciberseguridad". Sin embargo, "la actual estructura estatal hace que finalmente todo recaiga en las figuras del ministro y del subsecretario".
"La dependencia de Carabineros a la Subsecretaría de Prevención del Delito es un enfoque, pero resulta insuficiente", concluyó.
"Me tocó trabajar como asesor de la ministra de Justicia Soledad Alvear y del ministro José Antonio Gómez -cuando se estaba diseñando e implementando la reforma al sistema procesal penal- y hubo una expresión que cabía de cajón y que no se colocó cuando se definió al Ministerio Público como ente autónomo: «con patrimonio propio». Creo que no se puso por inadvertencia, pero también pudo ser a propósito.
El tema es que siempre que quiere dinero, el fiscal debe recurrir al Gobierno", explicó el abogado Alex Carocca al referirse a la autonomía constitucional del Ministerio Público que, según el contralor, no es tanta. Carocca reconoce que se importó el modelo a medias: se copió del extranjero la autonomía, pero no los controles y así "sin importar cómo sea la gestión del fiscal nacional, estará los ocho años en el cargo".
En lo que no concuerda con Mendoza es que habría sido mejor nombrar jueces investigadores y jueces sentenciadores.
El ex embajador de Chile en México Fernando Molina no sólo comparte los planteamientos del contralor, sino que lamenta que, en lugar de producirse un debate, se termine criticando a Mendoza. "Eso es una vieja argucia, es lo que se llama el argumento ad hominem, que significa que no contesto a lo que se plantea, sino que respondo con una descalificación", explica.
Molina comparte la idea de que "el nepotismo es un hecho en Chile" (el contralor habló de la preeminencia de "los hijos de"). Esto ocurre, dice, "no sólo en la política. Sería odioso dar nombres, pero todo el mundo sabe que el diputado tal es hijo del senador o primo del señor que funciona en una gran corporación. Eso es nepotismo. Es muy fácil de documentar. Es parte de la cultura chilena", precisó. También concuerda con que "existe un exceso de leyes mal hechas, mal preparadas" que generan problemas al momento de aplicarlas.
Por cuatro años presidió el Consejo de Alta Dirección Pública (ADP). Y como conoce el tema al dedillo, Carlos Williamson, se sorprendió con los planteamientos de Mendoza respecto a que en el ADP "todo es mentira".
"Es uno de los avances modernizadores más importantes que ha tenido Chile en los últimos 25 ó 30 años. Y no lo digo yo, lo dice la OCDE que en 2007 destacó como uno de los avances el haber instalado un sistema de filtro por mérito", explica. "Evidentemente quien trabaja en un puesto público, tiene que tener afinidad con las políticas públicas, pero eso es distinto", reconoce.
El punto que sí comparte con el contralor es "el gran problema que existe con que la estabilidad de los cargos hoy esté sujeta a la alternancia en el poder político cuando hay cambio de coalición". "Pero la idea es corregir eso" dice y agrega que, a su juicio, "el de contralor también debiese ser un cargo de ADP".
