La decisión responde a que Christian Toledo -designado como fiscal exclusivo- está abocado a preparar el segundo juicio contra Víctor Hugo Montoya.
El fiscal adjunto de la zona Sur Claudio Orellana –quien el 1 de agosto fue designado como fiscal de apoyo para la investigación por atentados con bombas registrados durante los últimos tres meses en Santiago- asumió un rol activo y preferente en la indagatoria que lidera el fiscal regional Raúl Guzmán.
Ello, según explican desde el Ministerio Público, debido a que el fiscal exclusivo Christian Toledo fue destinado a preparar el segundo juicio que enfrentará el próximo 7 de octubre Víctor Hugo Montoya, a quien la Fiscalía persigue por el delito de colocación de artefacto explosivo terrorista en relación al bombazo que en febrero de 2013 afectó a un retén de Las Vizcachas y dejó un carabinero herido.
De esta manera, Toledo -junto a Guzmán y Héctor Barros- se centrarán durante toda esta semana en revisar las pruebas que serán exhibidas nuevamente ante los sentenciadores con el objeto de acreditar la responsabilidad del joven, quien en el primer proceso en su contra resultó absuelto, resolución que luego fue anulada por la Corte de Apelaciones de San Miguel.
Lo anterior explicaría el por qué del protagonismo que ha asumido Orellana en los hechos acontecidos durante las últimas semanas, especialmente en la detonación de un artefacto explosivo que la madrugada del jueves 25 de septiembre cobró la vida de Sergio Landskron en el barrio Yungay.
Asimismo, encabezó junto al fiscal Raúl Guzmán y Héctor Barros, el allanamiento al domicilio de La Pintana donde fueron detenidos la madrugada del 18 de septiembre Nataly Casanova (25), Juan Flores Riquelme (22) y Guillermo Durán (25), a quienes la Fiscalía Sur formalizó bajo la Ley Antiterrorista por su presunta vinculación a los dos ataques al Metro y a dos unidades policiales.
La decisión que involucraba de manera más activa a Orellana en la causa, ya había sido discutida el 10 de septiembre pasado, luego de la reunión de coordinación entre la Fiscalía Sur y las policías tras el ataque que dos días antes se registró en el Subcentro de Escuela Militar y que dejó 14 personas heridas.
Orellana ingresó a la Fiscalía en 2004 y uno de los casos emblemáticos que llevó adelante como investigador es el denominado "caso chatarra", donde logró una condena de nueve años de presidio efectivo por delito tributario y receptación de especies.
