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Las chicas que "chasconearán" al Bellas Artes

Macarena Goldenberg y Gloria Cortés deberán -aparte de visibilizar parte de las 5 mil piezas de su colección- acercar la institución a ese público que todavía la ve lejana y "burguesa".  

por:  Juan Carlos Ramírez F.
viernes, 26 de septiembre de 2014

Macarena Goldenberg y Gloria Cortés.


Camuflados entre los murales del premiado artista callejero Inti y los tags hiphoperos del centro, en la fachada del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) hay varios grafitis que, a garabato limpio, atacan a los artistas y sus audiencias. "Burgueses" y "Arte de mierda para gente de mierda" son las expresiones más suaves.

A la curadora Gloria Cortés estos rayados le interesan casi tanto como las 5 mil piezas de la colección.

-Denotan esa lejanía que supone un museo y un arte considerado burgués. Estoy pegada con esas frases, porque creo que hay que apuntar también a quienes se sienten desplazados por las políticas culturales.

Una evidencia que sin dudas chocará ante cierta elite -minoritaria, por cierto- espantada ante la retrospectiva de Los Jaivas del año pasado, la adquisición de la colección completa del grupo CADA (clave en la oposición artística a Pinochet en los 80), y sobre todo la renovación de la colección permanente que abrió este año, donde, aparte de mezclar Rugendas con Paz Errázuriz, abordó temas como las mutaciones en el ejercicio de leer o la violencia a través de nuestra historia.

Desde hace un mes, Cortés junto con Macarena Goldenberg son las nuevas curadoras del MNBA. Fueron seleccionadas tras un inédito doble concurso público. Postuló casi un centenar de profesionales.

La última curadora fue Soledad Novoa, quien estuvo entre diciembre de 2011 y diciembre de 2013. Anteriormente fueron Ramón Castillo y Angélica Pérez-Germain. En ambos casos, la contratación correspondió a la gestión de Milan Ivelic, anterior director del MNBA.

"Fue un completo proceso de evaluación curricular, pruebas técnicas de formulación y desarrollo de criterios curatoriales", explica el director del Museo, Roberto Farriol. Para él, lo que necesitaba la institución era gente experimentada y capaz de captar el entorno sociocultural que rodea al museo.

Incluso hubo dos niveles de entrevistas personales. "Requisito indispensable en el trabajo curatorial, ya que asumir esta labor implica establecer un complejo y delicado trabajo colaborativo con otras áreas de profesionales del museo o con los artistas y gestores culturales de las casi 20 exposiciones temporales anuales".

Apelar al Chile actual


Gloria (43) y Macarena (40) son las primeras seleccionadas por el actual director, Roberto Farriol, y son parte de la gran apuesta de su equipo por "chasconear" la institución, como dicen ellas mismas, y atrapar a un público masivo.

De hecho, para fin de año se contempla una intervención de Castillo, centrada en el insólito episodio del ataque militar sufrido por el Museo durante el Golpe en 1973. Luego, el 2015 será el turno de Bruna Truffa.

"No concibo la labor curatorial sin propuestas que piensen en el público", dice Goldenberg. "Esto involucrará habilitar estrategias junto a espacios de participación y diálogo, que generen sentido de pertenencia en la comunidad".

Su colega está de acuerdo: "Hay que lograr que sientan que el museo es efectivamente una voz oficial. Pero también es una representación de una antiburguesía que se presenta en diversos espacios del arte".

Y profundiza: "Hay artistas que se negaron a la institucionalidad. Otros, de la clase proletaria que apelaron a la denuncia. Existen obras que abordan la rebeldía ante la violencia. Son una serie de entes y representaciones que tienen que ver también con el Chile de hoy y sus problemáticas sociales como la educación o la desigualdad".

Experiencia transformadora


Ambas son historiadores del arte de la Universidad Sek. Aunque no pertenecían a la misma generación, se ubicaban, aunque sus perfiles son distintos.

Macarena fue jefa durante 7 años de Cultura CCU, implementando becas internacionales de residencia. También dirigió la sala de arte de la institución y se licenció en Artes Visuales en la UC.

Gloria también en publicista y obtuvo un magíster en historia del arte de la Adolfo Ibáñez. Trabajó 8 años en el Centro Cultural La Moneda, y ha estado a cargo de exposiciones sobre las obras visuales de Violeta Parra y la colección Peggy Guggenheim.

Sus nuevos cargos son altamente relevantes, considerando este giro del Museo y su plan de incrementar el número de piezas expuestas. "Hay una colección de 5.000 obras que deben ser estudiadas rigurosamente y ser puestas en diálogo con el público dice Gloria. "Eso implica conocer también a los diferentes públicos que transitan. Es trabajar con la memoria".

Macarena agrega: "Existe un gran patrimonio desconocido en su mayor parte, esencial de revelar desarrollando propuestas atractivas y dinámicas ".

Farriol, confirma este plan de trabajo que implica el desarrollo de contenidos nuevos que permitan "una experiencia transformadora" del visitante.

"La muerte del autor, anunciada a mediados del siglo XX, permite trasladar dicha autoría al espectador, como agente activo y participativo capaz de desarrollar su propia interpretación del objeto artístico".

Para potenciar la idea y continuar con la actualización y revisión de la colección permanente, en constante revisión, indica que se seguirá invitando a curadores que generen nuevas lecturas como Castillo y Truffa.

Chasconeos, feminismo y selfies


¿Pero cuáles son sus planes inmediatos? Gloria, que se ha especializado en escenas marginales, incluyendo a las mujeres artistas de fines del siglo XIX y comienzos del XX, quiere llevar esa experiencia al museo. "Las mujeres tendrán que aparecer", dice.

"Por ahí alguna exposición; soportes que permitan miradas de género sobre la colección; sacar a la luz a autoras y obras".

También le interesa dar cabida al arte chileno, a través de temas contingentes. "Por ejemplo, la moda de las selfies y los autorretratos; activar el hall como una plataforma de participación entre artistas y comunidad; poner en valor la colección de escultura", enumera. "Y también «chasconear» a los autores tradicionales, poniendo en cuestión algunos mitos que se han proyectado en el tiempo".

Por otro lado, Macarena, especializada desde la segunda mitad del siglo XX, ha levantado diversos proyectos expositivos y un sistema de becas e intercambio de artistas sub 40. Dice que ya hay proyectos en los cuales se está trabajando.

"El primero es una exposición de Mario Carreño en el MNBA, en conjunto con la Fundación del mismo artista, cuya inauguración será en enero del próximo año", adelanta. "También estoy asumiendo la coordinación general del Archivo Audiovisual MNBA-Angélica Pérez Germain, que se encuentra en plena etapa de digitalización y documentación, pero con miras a convertirse en un referente entre sus pares y ser una plataforma de consulta disponible para toda la ciudadanía".

"¡Proyectos e ideas hay muchos!", dice su compañera. "Y tiempo para ello, también. Es una oportunidad única para cualquier historiador del arte. El sueño de la infancia".

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