Abogados que elaboran reforma a la ley sí creen que en el caso de Flores y Casanueva se podría probar que se trata de una asociación con ese carácter.
Como "una célula compacta y hermética".
Así definió el fiscal regional metropolitano Sur, Raúl Guzmán, a Juan Flores y Nataly Casanueva, los dos acusados por Ley Antiterrorista por la colocación de bombas en el Metro.
Y tras la formalización del martes, el persecutor recalcó a la prensa que "las conductas terroristas no sólo pueden ser cometidas por agrupaciones de orden político, también pueden ser ejecutadas por un solo individuo".
Pero esa postura es refutada desde la comisión de expertos convocada por La Moneda para reformar esta legislación, que se apronta a entregar su propuesta final.
Según ha trascendido, ellos recomendarán que, para que un acto sea estimado como terrorista, debe provenir de una estructura que potencialmente pueda poner en peligro la institucionalidad.
Sin entrar en detalles sobre la propuesta, Juan Pablo Hermosilla -coordinador de los ocho abogados que trabajan desde mayo- ratificó a "La Segunda" que en otros países generalmente los atacantes solitarios "no han sido condenados por actos terroristas, si no por delitos comunes".
Recordó que "se ha discutido mucho, en el caso del 'Unabomber' en EE.UU. (mandó cartas bomba durante 18 años a diferentes víctimas para destruir el sistema tecnológico), lo que se denomina los "spree killers" (individuos dedicados tiempo completo a asesinar personas y huir de la justicia). Ha habido toda una discusión sobre cómo es la calificación jurídica y si esas conductas, que han producido mucho temor en la población y han afectado a muchas personas, son o no terroristas".
No obstante, recalca que se trata de hechos "gravísimos, que deben tener una penalidad severa, más allá de cómo se llame el delito".
Otros comisionados son aún más tajantes contra la tesis de un terrorismo individual.
"No sólo discrepo: ni siquiera EE.UU., que no es precisamente débil en el tema, ha planteado que tales hechos, terribles y condenables, sean por eso terroristas", señala Javier Couso. "Nuestra propuesta está en la idea de que no existen 'llaneros solitarios terroristas'", agrega.
Siguiendo derecho comparado -en especial el caso alemán- en la comisión se ha planteado que para constituirse una asociación criminal debe existir permanencia en el tiempo, cierta infraestructura y reivindicaciones políticas, perseguidas a través de la comisión de delitos como homicidio o lesiones graves.
María Inés Horvitz, otra de las integrantes, explica que "en general la doctrina siempre ha entendido que por lo menos tienen que ser más de dos personas" las que cometan un acto terrorista
Couso añade que, a diferencia de un atacante solitario, "la asociación terrorista es una entidad que va a persistir, aunque se detenga a alguno de sus 'operativos'. Y permite, por ejemplo, que si hay acciones que buscan financiar esos grupos, sean un delito terrorista también".
Sin embargo, los expertos creen que en el caso de los ataques al Metro, sí se puede probar que se trata de una asociación de carácter terrorista.
"Que aparezca una sola persona poniendo la bomba -en Escuela Militar, por ejemplo- no significa que no haya más gente atrás. Siempre hay un grupo que está apoyando", afirma Horvitz, que destaca que en el caso de Flores y Casanueva "la actuación de los órganos de persecución penal fue mejor. Se ha dado un buen paso en el sentido de mejorar la evidencia técnica".
Es que, recalca, "al invocar una ley como la Ley Antiterrorista, que es para delitos especiales, hay que estar seguros porque se afecta fuertemente los derechos de las personas".
Couso concuerda: "Está bastante claro que se trata de un grupo".
Y agrega que "en general ha sido mucho más fácil probar que existe un grupo detrás, que tener que demostrar el elemento subjetivo de querer generar temor en la población", que es lo que exige la actual legislación antiterrorista.
