Apenas se supo del robo comenzaron a llegar hasta las oficinas asaltadas decenas de personas.
María Morales no pudo contener las lágrimas.
Incrédulos y muchos de ellos desconsolados.
Así comenzaron a llegar hasta las oficinas de la "Tía Rica" decenas de personas que tenían joyas empeñadas y querían saber si sus artículos estaban entre los que se llevaron los asaltantes.
Una de las primeras fue María Morales, quien entre sollozos relató que se enteró del robo por las noticias y de inmediato quiso saber qué había pasado con las cadenas y anillos de su madre, que había dejado a cambio de un préstamo cercano a los $300.000 hace aproximadamente tres meses. "Es muy terrible esto que ha pasado, porque mi mamá falleció hace un mes y si se han robado sus joyas nunca podré volver a tener algo de ella. Se trata de un valor sentimental mucho más allá del comercial".
Agregó: "Si una viene a dejar sus cosas acá es porque obviamente necesita, pero no quiere venderlas ni perderlas para siempre. No puedo entender que no tenían guardias o que las cámaras estuvieran desconectadas. No puedo entender que haya pasado algo así".
Verónica Carvajal, quien tenía cerca de $700 mil empeñados en joyas suyas y de su madre, mostraba molesta el logo de la Dicrep sobre la cortina principal de acceso. "Ahí dice 'Gobierno de Chile', van a tener que responder. Ni siquiera son capaces de poner acá a una persona que responda a nuestras dudas. ¿Qué va a pasar ahora con nuestras joyas? Cómo es posible que los ladrones supieran que esto estaba sin resguardo, que nadie se haya dado cuenta del robo, ¿no lo encuentra extraño?".
Los usuarios se mostraron preocupados además porque el avalúo de las joyas se realiza por el valor del peso del oro, muy inferior al valor comercial, por lo que -dijeron- no tienen ninguna certeza de cuánto recibirán si sus joyas no aparecen.
"Yo dejé acá una cadena que a mi marido le costó $120 mil pesos, aquí me la avaluaron en $56 mil y me prestaron $30 mil", se lamentaba Ruth Gárate. "Cuando uno viene está lleno de cámaras, yo pensaba que había guardias de noche, cuando cerraban, pero ahora veo que no". La joven dijo que "por necesidad, porque estoy sin trabajo" debió empeñar varias joyas que le habían sido regaladas en su cumpleaños.
Reclamó además que a través de los carabineros en el lugar les estaban avisando que se extendería en 30 días el plazo de vencimiento de los créditos, para pagar y recuperar sus joyas. "Es mucho tiempo, queremos respuestas ahora"
Quien también llegó hasta las oficinas ubicadas en Matucana 33 fue Elsa Matas, porque había empeñado hace unos meses la gargantilla y aros que le regaló su esposo, "para poder comprar remedios", porque está sin trabajo. Recordó que había ido a empeñar las joyas hace cerca de un año y que permanentemente había renovado el crédito, porque necesitaba contar con efectivo. "Es bien extraño todo esto, porque "aquí se veía bien seguro, siempre había muchos guardias y carabineros en la puerta".
Margarita Oyarzún debía retirar hoy el anillo de matrimonio de su esposo "vine con la plata y me entero que hubo un robo, es insólito. Debería haber más seguridad porque acá uno paga un interés", señaló.