Educación
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Valentina, la "cuidadora" de la reforma que baila cueca brava

"Imagino un país donde se entienda que el crecimiento no se mide sólo por aumentos de riquezas e indicadores promedio", dice la subsecretaria de Educación.

por:  Lilian Olivares
martes, 16 de septiembre de 2014

Foto FOTOS: CESAR SILVA

"Nos vamos a tomar este país".

El año 2010 Valentina Quiroga participó en el programa "Santiago no es Chile", de Canal 13. Su destino fue Puerto Aguirre, en las Islas Huichas. Allá se encontró con una profesora de la aislada zona, Marcelina, con quien empatizó en todo su sacrificio diario por educar a los niños del lugar. Fue al despedirse de ella cuando, abrazándola y en medio de la emoción, se lo dijo.

Tenía entonces 28 años y trabajaba en la fundación Educación 2020. Ahí se hizo públicamente conocida, especialmente entre los movimientos ciudadanos y en los organismos vinculados al estudio de las políticas de educación.

De alumna brillante en el colegio y en la universidad, se convirtió en una fuerte voz que coordinó el programa de Michelle Bachelet para la reforma a la educación y que hoy impulsa como subsecretaria del Ministerio de Educación.

Hay quienes la ven como la controladora del "corazón" de la reforma. Desde Educación 2020 lideró un plan que contemplaba los pilares del proyecto de Bachelet.

Su segundo apellido, Canahuate, es de origen árabe y significa "recompensatorio". De alguna manera, ella ha buscado eso para los segregados en la educación. Y lo ha hecho con pasión árabe.

Donde "el huaso Enrique"

Vivió hasta los 11 años en un barrio de Independencia y hasta los 25 en Colina. "Ahí había dificultades y carencias económicas -nos cuenta hoy-. Del barrio, fui una de las pocas que pudieron llegar a la educación superior. Entonces, una desde chica se da cuenta de que claramente hay una diferencia de oportunidades. De ahí mi interés por hacer de Chile un país con oportunidades para todos y todas, independiente del origen".

Estudió en el colegio María Inmaculada, de Santiago. En algún momento fue considerada niña símbolo del establecimiento donde terminó la enseñanza media con un 6,85 de promedio. A sus ex compañeras de las monjas les llamó la atención que el 10 de agosto del 2010 escribiera en Twitter: "Lavín lanza becas Pedagogía en colegio Monjas Inglesas: Niñitas de bien postulen!!!".

A los 15 años se fue de intercambio estudiantil a Alemania, por un convenio del mismo establecimiento.

En la Universidad de Chile estudió sin crédito fiscal durante 10 años. Ella nos dice que estuvo tanto tiempo ahí a fin de "aprovechar las oportunidades que daba la Universidad para conocer de otras materias". Primero ingresó a Medicina; se retiró dos años después. Paralelamente tomó cursos en la Facultad de Artes, otros de Geofísica y también de Literatura. De Medicina se cambió a Ingeniería en Matemáticas, pero el año 2005 se decidió por Ingeniería Civil Industrial. También hizo un magíster en Economía Aplicada, "lo que me acercó definitivamente a las políticas públicas", cuenta ahora.

Se tituló el año 2010, con una tesis sobre "El efecto del empleo de las madres sobre el desempeño escolar de sus hijos", medido en resultados Simce. Lo más interesante de la tesis fueron las preguntas que se planteó y descubrir que en el país no existe registro de información clave para hacer investigaciones, de modo que tampoco pudo dar una respuesta categórica. De acuerdo con sus resultados, no afectaría mucho y sí influiría más en los niños que en las niñas, porque ellas son más independientes desde chicas.

El ingeniero civil industrial Matías Reeves (30 años), director de Desarrollo y Relaciones internacionales de Educación 2020, fue compañero y amigo de Valentina en la Universidad. "Era seca, súper matea y le iba súper bien". Pero no era "ñoña" ni "nerd", advierte Reeves. Salían a bailar cueca, cueca brava. "El lugar favorito era el Huaso Enrique, en Quinta Normal".

Hay que ver si continúa con la costumbre para este "18".

Ideológicamente, Reeves la ve como "una independiente bacheletista. Su capital es lo que ha ido construyendo durante su carrera profesional".

Con su pareja, el subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco (DC), no tuvieron problemas en apoyar a distintos candidatos en la última campaña presidencial.

Su "mentor", Mario Waissbluth

El 2008, un artículo de Mario Waissbluth (ingeniero experto en educación) en la Revista Qué Pasa causó revuelo en el ambiente público y en particular dentro de la facultad. Se titulaba: "Estatuto docente, una tragedia peor que el Transantiago".

Waissbluth contaba la historia de un profesor que entra a estudiar la carrera con 500 puntos en la PSU, que significa no responder bien más del 10% o 15%, y seguir sin entender lo que lee hasta cuando se titula como maestro. Ingresa a una escuela municipal y, con el Estatuto Docente (que surgió en el gobierno de Lagos para darle estabilidad al profesor), no hay quién lo saque de su puesto.

Ese es el profesor que enseña a los escolares chilenos. La clave, entonces, está en mejorar la preparación de los profesores y sus incentivos, y concluía Waissbluth: "Yo pagaría feliz más impuestos para financiar semejante revolución".

Valentina y Matías se engancharon de inmediato con el tema e iniciaron una campaña masiva. Fue el origen de Educación 2020, hoy un referente en el tema.

En Educación 2020 crearon una hoja de ruta para reformar la educación, que entregaron a todos los candidatos presidenciales el año 2009. Según Reeves, la reforma educativa de Bachelet contiene sus planteamientos.

A Waissbluth (ex Mapu) le preguntamos en qué medida reconoce su propia influencia en las ideas de Valentina:

-Sería vanidad hablar de mi influencia en sus ideas. Cuando ella fundó E2020, ya traía credenciales académicas impecables (...) Si acaso se puede hablar de influencia, fue en haberla forzado, desde un inicio, a asumir vocerías públicas cuando todavía era muy joven, así como la jefatura del área de Estudios de la Fundación. Adicionalmente, trabajamos codo a codo analizando y "desplumando" algunos proyectos de ley del gobierno anterior, que traían escondidos entre líneas verdaderos ataques a la educación pública, y aumentos de segregación, y logramos con mucho éxito mostrar la evidencia numérica en el Congreso, que los modificó.

-¿Cuál es la ideología que mueve a Valentina Quiroga?

-En este polarizado escenario, la palabra "ideología" es casi un clavo ardiendo. Lo primero que mueve a Valentina Quiroga, y de eso doy fe ciega, es una pasión casi desesperada por mejorar la situación de inequidad, mala calidad, y segregación educativa que hace que más de 100 mil jóvenes egresen anualmente de cuarto medio sin entender lo que leen. Así como reconstruir una carrera docente y parvularia y una educación pública que han sido demolidas sistemáticamente, por acción u omisión, los últimos 35 años.

Medición y aprendizaje

Partidaria de la regulación del Estado, la subsecretaria repite que la "educación gratuita es incompatible con el lucro".

-¿Y qué opina del Simce?

-Si bien considero que es importante que existan sistemas de medición, es necesario hacer una reflexión sobre cuál es el uso de la información. Hoy tenemos un sistema educativo corriendo detrás de un conjunto de mediciones y lo que necesitamos es un sistema coherente de mediciones al servicio de los aprendizajes.

Muy en la onda de los líderes de Revolución Democrática, cuando le preguntamos cómo definiría su ideología responde:

-Imagino un país donde se entienda que el crecimiento no se mide solamente por los aumentos de riquezas y mejores indicadores promedio, sino que cobra sentido en la medida en que el desarrollo y las oportunidades nos lleguen y se construyen desde todos los habitantes y territorios. (...) La razón por la que estoy aquí es porque estamos ante la oportunidad de construir esa sociedad más justa y democrática...

-¿Se considera la guardiana del "no al lucro"?

-No existe ese cargo en el Ministerio.


El juicio de los políticos

 Fidel Espinoza, senador PS: Ahora le toca "la lucha en la calle"

"Tengo la impresión de que ella está compenetrada y comprometida. Ha tenido muy alta presencia en las comisiones. Esperamos que en esta segunda etapa juegue un rol más activo en terreno, en las regiones. Hasta aquí ha habido una preeminencia en el trabajo técnico, pero en la segunda fase es fundamental su trabajo en terreno: la lucha en la calle".

Jaime Bellolio, diputado UDI: "Tiene una posición muy dura, estatista"

"Ella tiene una posición muy dura con respecto al rol de mayor Estado en la educación. Cree que no se debería crear ningún otro colegio subvencionado, porque tiene que haber una mayor igualdad y el único que puede controlarla es el Estado. Ella sostiene parte de la reforma en el efecto par: que el alumno bueno hace que al malo le vaya mejor. Pero no es así".

Fulvio Rossi, senador PS: "Ella tiene cara de socialista"

"Me llama la atención que tiene mucha convicción en esta reforma. Aparte de tener un dominio técnico, también pone el corazón en lo que habla. Valentina en este momento tiene un cargo político y lo ha hecho con buen desempeño. Es una persona de izquierda. Por lo que piensa y por lo que sueña, tiene cara de socialista".

Andrés Allamand, senador RN: "Sería mejor en esquema menos ideologizado"

"Está muy influida por las ideas de 2020, lo que en algunos casos es positivo (como priorizar la educación parvularia y en la formación de profesores) y en otros no tanto: tienen una visión muy sesgada de la educación particular subvencionada. Es una persona seria, que funcionaría mejor en un esquema menos ideologizado y de menor improvisación".

Maria José Hoffmann, diputada UDI: "Se maneja más que el ministro"

"Ela se muestra muy abierta a acoger o a escuchar, pero cuando explica y aclara los puntos sobre las aprensiones que existen, lo que ella sustenta no está escrito, no existe en la ley. No sé si lo hace porque lo está recogiendo de verdad. Valoro que ella está presente en la comisión y que se maneje en temas educacionales bastante más que el ministro".

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