Luego del atentado en Escuela Militar, está a cargo de una unidad de Carabineros para los dos últimos atentados en el metro.
Foto UPI
Dentro de las últimas reorganizaciones y reestructuraciones en la forma de investigar los atentados con bombas, aparece como pieza clave del gobierno en estos cambios el general Bruno Villalobos, esta vez como jefe de Dirección Nacional de Inteligencia, Drogas e Investigación Criminal de Carabineros, nacida un día después del bombazo en Escuela Militar.
Se trata de una unidad especial con 54 policías enfocada a la investigación de dos hechos concretos y puntuales: La bomba que explotó en el metro Los Domínicos el 13 de julio -sin lesionados- y la que explotó el lunes en el centro comercial adjunto a la estación Escuela Militar, que dejó 14 lesionados.
Villalobos es conocido del ministro Rodrigo Peñailillo y tiene su confianza. También la del gobierno. Fue guardia de seguridad en la campaña presidencial de Ricardo Lagos y es quien, por estos días, tiene la absoluta venia desde La Moneda para temas de inteligencia y seguridad.
Como jefe de la Dipolcar, el general Villalobos trabajó directamente con los ex fiscales Armendáriz y Peña. Dejó ese cargo a fines de 2011 (se fue a Fronteras y luego como jefe Metropolitano), cuando ya se habían excluido varias pruebas del "caso Bombas" y, paralelamente, el mismo fiscal regional Sur, Raúl Guzmán, que ahora lo integró a su equipo de trabajo investigaba a su unidad por denuncias de escuchas ilegales a dos ex carabineros.
Ahora, además de sus labores específicas en los dos atentados, Villalobos asumirá además la comunicación con el Ministerio Público.
El general Villalobos desde su nuevo cargo, se dice en Carabineros, podrá concentrar toda la información que se genere en torno a las bombas desde las distintas unidades investigativas: el OS-9, encargado de las organizaciones criminales, inteligencia y drogas, con 7 mil 500 policías a su cargo. Así, por ejemplo, un dato sobre posible financiamiento llegará directo a él, salvando la compartimentación con que la hasta ahora se ha operado. "Antes, por formalismo, lo que investigaba Inteligencia era de Inteligencia; lo que investigaba el OS-9, era del OS-9. Si saltaba algo, se informaba por separado al Ministerio Público por el grupo que lo había detectado", dicen en la policía uniformada
Desde el gobierno cuentan que pedirán especial asesoría a expertos de Estados Unidos y de España. De hecho, el propio ministro del Interior viajará en las próximas semanas a España para ver directamente el tema.
Otro dato importante es que en La Moneda manejan una gran cantidad de imágenes del momento en que se coloca la bomba en el metro Escuela Militar. Son muchas más de las que se han mostrado hasta ahora, y sobre la base de ello prácticamente descartan la versión inicial de las mdos personas que se habrían visto cerca del basurero donde se dejó el artefacto explosivo.
Fuentes policiales, además, tiene un moderado optimismo. en el atentado del metro, sostienen, hay muchos más márgenes de los que hasta ahora han sido conocidos.
La última reestructuración del trabajo en el Ministerio Público, la de esta semana, incluye la PDI a la investigación.
Un punto de inflexión en esta decisión habría sido una breve conversación entre el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, y el jefe de zona Metropolitana de la Policía de Investigaciones, el ex mandamás de la Brigada de Homicidios, Luis Sandoval, sostenida dos horas después del atentado, en el mismo lugar de la explosión. Los heridos ya habían sido trasladados y Carabineros trabajaba en el lugar cuando el PDI se despidió de Aleuy: "Bueno, no es mucho lo que podemos hacer acá porque el sitio del suceso es de Carabineros, así que nos vamos". El subsecretario acusó recibo.
Al día siguiente, el presidente de la Corte Suprema, Sergio Muñoz, puso de nuevo el tema en la reunión del Consejo Operativo de Seguridad y habló de "celos entre las instituciones" que impedían cooperación y avances en casos como éstos. El Ministerio Público se vio obligado a disponer la incorporación de la policía civil, algo que fue oficializado en la reunión realizada el miércoles y a la cual asistió, por la PDI, el prefecto Sandoval y los jefes de la JIPOL y la BIPE.
Otra institución que el miércoles se sumó a las pesquisas, y que constituye una absoluta novedad, es Gendarmería. A través de su departamento de Seguridad, se espera que levante información sobre quiénes visitan a reos vinculados con colocaciones anteriores o con ex movimientos extremistas, su perfiles y las relaciones que establecen al interior de las cárceles. "Lo que sucede en la calle se sabe primero en la cárcel", es un viejo dicho que recuerdan fuentes investigativas.
Cuando a mediados de 2010, tras la explosión de una bomba a tres cuadras de la casa del ex Presidente Piñera, el Fiscal Nacional reorganizó el trabajo y encomendó la tarea a Alejandro Peña, éste conformó un equipo con varios fiscales adjuntos (hoy dispersos en otras zonas) y por el fiscal jefe de Crimen Organizado de la Fiscalía Sur, Héctor Barros, quien asumió la dirección. Tras la salida de Peña, Barros fue sacado por un año del tema y no participó del juicio en el llamado "caso Bombas", pero tras ese fracaso se reincorporó y asumió la pelea judicial en casos puntuales.
Tras la bomba de Los Dominicos, su participación en las indagatorias fue menos pública al quedar ella a cargo del fiscal exclusivo Christian Toledo, pero su conocimiento sobre el tema siempre lo mantuvo como referente. Ahora, tras la bomba de Escuela Militar, liderará el equipo operativo (el que realiza diligencias y levanta la información) y tendrá a su cargo el trabajo de Carabineros, de la PDI, de Toledo y del fiscal Claudio Orellana. Este último, tras la reorganización anterior, había sido designado como apoyo del fiscal exclusivo, pero en la práctica no cumplió misiones en estos casi dos meses.
