Delante de la subsecretaria general de la Presidencia, Patricia Silva, el contralor Ramiro Mendoza irrumpió breve -pero enérgicamente- en el debate político del momento: el uso de recursos públicos en la Educación.

Lo hizo justo en la semana en que se debiese aprobar la reforma tributaria en el Congreso y que se inicia la discusión del proyecto que pone fin al lucro con recursos públicos en el sistema escolar.

"En Educación tenemos transferencias (de dinero) enormes, ¡enormes! (...) Transferencias enormes y resultados decepcionantes", dijo enfático.

La afirmación la realizó al inaugurar el "seminario-taller" internacional Rendición de Cuentas en América Latina, organizado por su institución.

"Muy buenos días a todos y, como está de moda, a todas, para que no digan después que el contralor es machista", dijo bromeando.

"Estamos jodidos"

Pero las risas dieron paso a un silencio sepulcral cuando la autoridad administrativa comentó una serie de debilidades institucionales respecto de las rendiciones de cuenta, señalando que en ocasiones son complejas y carentes de contenido.

Según señaló, el ciudadano ya no confía en los agentes públicos, pero tampoco en los privados y por ello, cuando se habla de "alianza público-privada lo que queremos decir es que estamos jodidos en lo público y en lo privado".

Hace pocos días el ex Presidente Ricardo Lagos aludió a la problemática de las relaciones entre ambos mundos y que, en medio de la discusión por la reactivación, el gobierno apela a dicha alianza.

Según Mendoza, la confianza de las personas en lo privado se ve disminuida por episodios como el Caso Cascadas y sus implicancias en la bolsa y en los fondos de pensiones.

Por ello realizó un llamado a perfeccionar las rendiciones de cuentas, a hacerlas verdaderamente accesibles y entendibles y que no le ocurra lo que a él le pasa personalmente: "Me gusta ir a algunas rendiciones de cuenta, porque sé que me voy a encontrar con un tremendo camarón... rendiciones donde lo que importa es el cóctel... Una vulgaridad".

Y advirtió que " "el ciudadano sabe que no se agota su expresión en su voto cada cierto tiempo".