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Un día de PARRAnda en Las Cruces

La fiesta fue alegre y popular. El hijo del poeta que se preocupó de la cueca y el asado. Un chef entró a su casa a saludarlo y un fan de Haití escribió un libro para homenajearlo.  

por:  Catalina Cabello Desde El Tabo
sábado, 06 de septiembre de 2014

Foto CLAUDIO CORTES

¿Se dejó ver o no?, preguntaba una señora que se venía integrando recién al asado y a los pies de cueca que se celebraron ayer frente a la casa de Nicanor Parra en la calle Lincoln, en Las Cruces.

El antipoeta cumplió 100 años el viernes. Y la gente de Las Cruces y San Fabián -su ciudad natal- llegaron en caravana a festejarlo. Al principio miraban a su ventana esperando verlo, después se resignaron y empezaron la fiesta con el festejado ausente.

Las cerca de 20 personas que llegaron desde el pueblo natal de Parra lo hicieron con sus mejores atuendos. Las señoras de vestidos y labios rojos, moños apretados y zapatos lustrados. Los hombres de espuelas y gomina. A penas se bajaron de la van que los trajo, empezaron a bailar cueca, tocar los panderos, la guitarra. Todos eran estrellas en la cuadra.

La fiesta se vivía entre cámaras de televisión, despacho de radios, vino tinto, olor a asado, a cebolla, a pebre, a mar, sonidos de cuecas, cánticos de cumpleaños, risas y extractos del poema "Un hombre imaginario". El asado de cordero, las longanizas y las papas arribaron a eso de las cuatro de la tarde.

David: el cocinero de Parra

Hace dos años, el chef David Vivero le mandó un mensaje por Facebook a Juan de Dios Parra, hijo de Nicanor. El cocinero lo invitaba a celebrar su cumpleaños allá en San Carlos. Juan de Dios llegó hasta allá y desde entonces se formó una amistad.

Por ese encuentro, y la confianza ganada, David fue ayer el cocinero oficial de la celebración. Y, además, uno de los pocos que puede contar que saludó a Nicanor Parra en el día de su cumpleaños número 100.

"A las 1 de la tarde, Juan de Dios me dijo 'pasemos a verlo'. Me puse nervioso porque con don Nicanor hay que esperar el momento preciso y perfecto. Adentro, estaba Colombina y Chamaco. Conversé con él unos minutos. Lo vi muy bien, pero su mirada fue lo que más me llamó la atención: está llena de cariño, además él me dice don David y cree que soy un huaso chillanejo mezclado con Hamlet: lo docto y lo ladino junto en armonía, la combinación perfecta para él", cuenta.

El "tesoro tangible" que tiene David de Parra es un libro que el poeta le firmó. Los intangibles son dos: Don Nicanor le contó la historia de cómo se inspiró para escribir 'El hombre imaginario' y además se lo recitó todo en un restaurante frente a la playa de Las Cruces. "Yo siento que esto que me ha pasado con él es magia. No tiene explicación racional".

Su fan de Haití

Jean-Jacques Pierre Paul llegó hace seis años a vivir a Chile. Es médico y se está especializando en Salud Pública en la Universidad de Valparaíso. Vive en Las Cruces y varias familias del lugar lo han elegido como su doctor de cabecera. Un día, recién llegado, fue a la biblioteca de la comuna y al azar sacó el 'Poemas y Anti poemas' de Nicanor Parra.

"En una tarde, leí de la primera a la última pagina. Su poesía era nueva para mí porque los poemas franceses y caribeños no tienen nada que ver. Me gustó mucho Nicanor Parra", cuenta y agrega que él se considera no sólo un profesional de la salud, sino que un 'poeta imaginario'.

A Parra lo ha visto dos veces. Una vez manejando su escarabajo y otra vez comprando mariscos en Cartagena. Le dio miedo acercarse porque no lo quería molestar.

Su amor por la antipoesía lo llevó a hacer una residencia en la Biblioteca de Las Cruces para poder editar su libro 'Flores de mi existencia' que ayer vendía en un stand frente a la casa del poeta.

"Nicanor me inspiró e hice ese libro de poemas como un homenaje para él. Siento una felicidad enorme de estar en su cumpleaños", asegura.

Juan de Dios, la pieza clave

Juan de Dios Parra le tiene especial cariño al pueblo de San Fabián, donde nació su padre. "Es muy bonito, tiene rica miel, artesanías. El sábado parto para allá", cuenta.

Y es que el hijo de Parra irá por segundo año consecutivo a las 'Parrandas de Don Nicanor', una celebración que nació en San Fabián: en el gimnasio del colegio ponen stands, venden comida, y cuando se acerca la tarde llegan cantadoras, payadores y músicos. La fiesta suele durar hasta las 1 de la mañana. En ellas Juan de Dios canta y baila.

Fernando Jiménez, concejal de la comuna de la Octava Región, cuenta que la casa en que nació don Nica no existe hace treinta años y que en el lugar hay un sitio baldío. Están estudiando hacer una casa de la cultura.

Juan de Dios estuvo en constante contacto con la municipalidad para que la organización de la fiesta de cumpleaños le llevara a su padre lo que más le gusta: cuecas y un asado de cordero.

Según el concejal, Juan de Dios fue "vital" para la emotividad del festejo: "El estuvo en constante contacto con nosotros y nos guió muchísimo: nos dijo que a don Nica le gustaría una celebración con lo tradicional de San Fabián, su pueblo, pero allá en Las Cruces. No es que lo haya organizado, pero sí fue un nexo para lograr darle a don Nicanor una fiesta lo suficientemente emotiva. No cualquiera cumple 100 años".

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