En lo que va del año, el decomiso de mercadería falsificada subió 175% respecto de 2013. Se han sumado productos como stevia, multivitamínicos y cuchillos.
La desaceleración económica no da tregua con sus efectos directos y colaterales. Junto con el aumento del desempleo, crece también el comercio ilegal, sobre todo de productos falsificados, afectando de paso al comercio establecido que genera empleos formales y paga sus impuestos.
Según cifras de la Policía de Investigaciones (PDI), entre enero y agosto de este año, las incautaciones de productos falsificados que alimentan el comercio ilegal realizadas en las aduanas del país creció 175% respecto de 2013, "lo cual refleja solo una ínfima parte del volumen real que corresponde al comercio clandestino que existe en el país", dijo a "La Segunda" el jefe Nacional de Delitos Económicos de la PDI, Hugo Pérez Echeverría.
En ese período se incautaron 68.002 especies falsificadas, mientras que en igual período del año pasado la cifra fue de 38.802. En el primer caso, por un valor estimado de US$125 millones, y en el segundo, por US$64 millones. Entre las especies recuperadas -y por lo tanto eliminadas del mercado ilegal-, se cuentan perfumes, equipos electrónicos, juguetes, DVD (de películas, música y juegos), zapatos, carteras, bolsos, vestuario, relojes, cigarrillos, computadores, impresoras, libros, productos farmacéuticos y alimentos.
"Entre las curiosidades detectadas este año se cuentan el endulzante natural stevia, el multivitamínico Centrum, cuchillos Tramontina, lubricantes para autos y esmaltes para uñas, todos falsificados", señaló el prefecto Pérez. El funcionario de la PDI advirtió que la mayoría de los productos falsificados son de mala calidad y que en el caso particular de los juguetes y medicamentos, "ponen en riesgo la salud de los consumidores".
Dijo que entre los productos falsificados que más incautaciones llevan en el año se cuentan los cigarrillos, con un incremento de más del mil por ciento (de 1.952 cartones en el primer semestre de 2013, a 26.937 en igual período de 2014); y los licores, pasando de 295 a 870 botellas en similares períodos, respectivamente.
Agrega que por una vía menos visible que los puntos aduaneros y los pasos fronterizos clandestinos circulan otros productos y servicios ilegales, asociados a los delitos informáticos, tales como robo de tarjetas de crédito y débito; suplantaciones de identidad para hurtar dinero y estafas diversas con el uso de plataformas computacionales adulteradas (phishing y pharming).
Las regiones más afectadas por el comercio ilegal son Arica y Parinacota, Valparaíso, Metropolitana, Biobío y Magallanes. Esto, explica Pérez, porque algunas ofrecen condiciones geográficas especiales, tienen acceso a pasos fronterizos, o porque se trata de mercados grandes y atractivos. De este modo, dijo que siendo Arica un mercado comparativamente más pequeño, "se ha transformado en un centro de acopio del comercio ilegal, que se alimenta de los países vecinos, con traslado de mercadería a baja escala, pero que después de un tiempo, cuando se acumulan grandes volúmenes, ésta se traslada hacia mercados más grandes del país", explico Pérez.
Debido a esta situación, adelantó que la PDI está evaluando el aumento en esta ciudad de la dotación especializada en perseguir delitos económicos y el comercio ilegal.
El jueves pasado el prefecto Pérez participó en un seminario, realizado en Arica, sobre "Comercio ilegal: causas, consecuencias y desafíos", donde también intervinieron el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Ricardo Mewes; y el gerente de Asuntos Regulatorios de British American Tobacco (BAT) Chile, Nicolás Sánchez.
En la ocasión, Ricardo Mewes declaró que uno de los principales enemigos de su sector es el comercio ilegal y la piratería. Tomando como base una encuesta encargada a Adimark, afirmó que uno de cada dos establecimientos comerciales legales "ha sido víctima del comercio clandestino, sobre todo el ambulante, afectando la competencia y poniendo en riesgo a los negocios más pequeños o vulnerables". Agregó que otro de los riesgos asociados con el comercio callejero es la delincuencia, debido a que por lo general el delincuente se confunde con la multitud y le resulta más fácil robar a los consumidores en la calle que dentro de un establecimiento comercial.
El dirigente gremial informó que una de las formas para combatir el comercio ilegal son las denuncias a la policía o a los tribunales, pero admitió que, por lo general, no se concretan. Así y todo, dijo que gracias a las pocas que se realizan, se obtienen resultados, identificando a las redes o bandas que trafican con productos falsificados o robados.
En los sondeos de victimización encargados por el gremio del comercio, se señala que el 68% de los encuestados declara que sus denuncias formales no tienen efectos; o sea, que a través de ellas no se logra ubicar ni condenar a quienes ejercen el comercio ilegal.
Por otra parte, dijo que las encuestas realizadas a los compradores del comercio callejero y/o clandestino, indican que el 50% de éstos cree que no incurre en una falta o conducta ilegal, porque al mismo tiempo estiman que lo hacen para economizar. Por lo tanto, "estamos frente a un grave problema sociocultural del que tenemos que hacernos cargo", precisó Mewes.
Por otra parte, también alertó sobre la piratería de software, indicando que seis de cada diez programas computacionales que se usan en Chile son ilegales. Estimó que por esta vía se escurren unos US$372 millones al año, evadiendo de esta manera el pago de licencias y los impuestos correspondientes.
En tanto, Nicolás Sánchez dijo que "el contrabando de cigarrillos falsificados es el cuarto de los productos del crimen organizado que mueve más dinero a nivel mundial, después del narcotráfico, el tráfico de armas y la trata de blancas".
Según el ejecutivo de BAT Chile, a medida que se ponen más restricciones a la producción y venta formal de cigarrillos, sea por impuestos o normas de etiquetado, "aumenta el comercio de cigarrillos de contrabando y falsificados, en ambos casos ingresados de manera ilegal al país".
Aseguró que en los últimos cinco años este comercio ilegal ha subido del 2 al 6% del mercado de consumidores del país, "avanzando a pasos agigantados a la cifra límite del 10%". Este 6% del mercado equivale a US$120 millones menos de impuestos, señaló Nicolás Sánchez.
Sánchez estimó que después de que se apruebe la reforma tributaria, "Chile se ubicará en el primer lugar del ranking internacional del impuesto al tabaco, superando a Túnez y Grecia".
