La acción judicial es por tormentos y apremios ilegítimos aplicados a cinco intrenos del penal, uno de los cuales falleció.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) interpuso una querella contra cuatro gendarmes por tormentos o apremios ilegítimos aplicados a cinco internos que se encontraban recluidos en el Penal de Puente Alto, uno de los cuales falleció tras los actos de tortura a los que fue sometido.
El libelo se fundamenta en hechos que están tipificados en el artículo 150 A del Código Penal.
El INDH dio cuenta que el día 31 de diciembre de 2011, los reclusos fueron sorprendidos por personal del servicio de prisiones con un bidón contenedor de licor artesanal y un teléfono celular.
Frente a este hecho, los funcionarios de Gendarmería procedieron primeramente a exigir a los internos que confesaran quien era propietario del teléfono, mientras los golpeaban. Posteriormente los obligaron a desnudarse, a beber el mismo licor hallado y a hacer reiteradamente ejercicios físicos hasta hacerlos vomitar. Luego se les aplicó agua a presión con una manguera de incendios, gas lacrimógeno, golpes, y a uno de ellos se le puso un cigarrillo encendido en una de sus heridas, obligándolo posteriormente a pisar ese cigarrillo.
El escrito sostuvo que las víctimas fueron devueltas a sus celdas tras sufrir los vejámenes descritos, sin recibir en ningún momento asistencia médica. Uno de los internos sufrió una intoxicación alcohólica, "que al no ser tratada y, ser este además apremiado físicamente por su custodios, no recibiendo por tanto asistencia oportuna, situación que le provocó la muerte en horas de la madrugada del 1° de enero de 2012".
Según consigna la querella presentada por el INDH, los cuatro funcionarios de Gendarmería relacionados a estos hechos fueron formalizados producto de la investigación del Ministerio Público. Uno de ellos se encuentra en prisión preventiva, mientras los otros tres cumplen arresto domiciliario. En cuanto a los procedimientos internos de Gendarmería de Chile, se realizó un sumario que concluyó con la suspensión por dos meses de uno de los formalizados, y la amonestación de los otros tres. Ninguna fue dado de baja.
"El Instituto ha asumido un compromiso unánime por denunciar todo acto de tortura del cual tengamos conocimiento. Este caso se suma a las 11 querellas que ya hemos presentado contra Gendarmería. En este caso hay una pérdida de vida, lo que nos parece mucho más grave y, por supuesto, a las otras cuatro personas se les aplicaron acciones de tortura que esperamos sean sancionadas. Nosotros queremos llamar la atención al gobierno y a las autoridades competentes. Esto tiene que parar porque vivimos en democracia y en democracia no es tolerable la tortura", expresó la directora del INDH, Lorena Fries.