Con una verdadera maratón de testigos se ha desarrollado el juicio oral contra el sacerdote John O'Reilly, en el cual se le acusa de abusos sexuales contra dos menores que estudiaban en el Colegio Cumbres.

Hasta ahora han declarado 22 testigos, de casi un centenar que deberían presentarse en los dos meses que duraría el juicio. De hecho, dada la extensión de algunos testimonios, la fiscalía liberó de esta obligación a nueve personas, entre ellos el periodista Matías del Río.

La declaración más extensa ha sido la de la perito del Cavas (Centro de Asistencia a Víctimas de Atentados Sexuales de la PDI), Tamara Allendes, con 5 jornadas. Incluso la profesional sufrió una descompensación en un receso.

La mayor parte de ese tiempo fue ocupada por el interrogatorio de la defensa, que se centró en los videos de las tres entrevistas que la perito realizó a la mayor de las niñas, C.H.M. a fines de 2012. Aunque la niña declaró ante el entonces fiscal del caso, Ignacio Pinto, en el Cavas dio un relato que por su brevedad no pudo someterse al test de credibilidad.

Sin embargo, la experta señaló que hay "un sentimiento de ambivalencia ante la figura del sacerdote y eso deviene en sentimientos de culpa". También destacó cambios conductuales al hablar del tema, como retraimiento e incomodidad.

La defensa apuntó a la "escasa capacidad probatoria" de las pericias y se detuvo en aspectos como la reiteración de preguntas o eventuales inducciones de ideas. El abogado que representa a O´Reilly, Luis Hermosilla incluso ha mencionado una "crisis del Cavas" como base de su teoría del caso.

El profesional de la familia de las menores, José Ignacio Escobar, retrucó: "Han tratado de instalar que hay una crisis en el Cavas pero la verdad es que los juicios en Chile hace 20 años lo utilizan regularmente para fundar sus decisiones. Desde el sistema antiguo lo usan como un argumento más", recalcó.

Aún falta la declaración de la segunda perito del Cavas, Paulina Godoy, que entrevistó a J.H.M., la menor de las niñas.

Cuatro psicólogas

También han declarado cuatro psicólogas vinculadas a la atención de las niñas. Dos de ellas, Ana Chevarría y Rossana Culaciati, dieron cuenta en informes de supuestos abusos.

Para el querellante Escobar su testimonio "ha sido impecable. Dos venían recomendadas por el mismo colegio, porque son reconocidas en el medio".

La defensa ha cuestionado su "idoneidad". En las audiencias, el abogado Mario Vargas, quien integra la defensa junto a Luis Hermosilla, afirmó que ellas "no declaran en calidad de peritos y la ley no reconoce la figura de testigos expertos". También se destacó que su área es la psicología clínica, no forense, y se apuntó a la interpretación de técnicas como la "casa de muñecas", usadas en las sesiones de Culaciati con C.H.M.

También han declarado allegados al Colegio Cumbres actuales y pasados. Entre ellos, Aida Litvak, ex profesora desde 2003, cuyo testimonio para Escobar "es súper importante, porque confirma que el acusado sacaba niñitas de clases y que era una conducta absolutamente validada".

La defensa ha desestimado estos testimonios y ha criticado la declaración a puertas cerradas de dos actuales apoderadas y una ex alumna. Vargas dijo que se ha pretendido "victimizar a los testigos" y que "dieron vuelta el colegio y no encontraron ningún testigo que pueda referir algo con connotación sexual, excepto esta señorita ex alumna, que relata algo que le habría ocurrido hace 20 años".

Esta semana han declarado la directora de preescolar del colegio, una apoderada, una nana y una carabinera.

"Detalles contundentes" o "recuerdos intervenidos"

En dos jornadas y en una sala especial, declararon la segunda semana del juicio C.H.M. (12 años) y J.H.M. (8 años), las hermanas supuestamente abusadas. La primera declaró dos horas y su hermana sólo la mitad.

El abogado de la familia José Ignacio Escobar, afirma que su testimonio "ha sido clave. Dieron un relato con precisiones y detalles muy contundentes, consistente con todo lo que habían venido diciendo antes. Eso es central", afirma.

Desde antes del juicio, la defensa del sacerdote ha apuntado a "recuerdos intervenidos" por parte de los fiscales, padres y psicólogas de las niñas. Incluso, exhibieron al tribunal los videos de sus entrevistas en noviembre de 2012 ante el primer fiscal del caso, Ignacio Pinto, donde sólo la mayor de las niñas hizo alusión parcial a los presuntos hechos. "Hemos planteado la existencia de una manipulación de relatos y de la implantación de falsas memorias", dijo entonces el abogado Luis Hermosilla.