Fue como de película.

Eran cerca de las 20 horas de este lunes, cuando se producía el cambio de turno en Traumatología del Hospital Sótero del Río y ya habían terminado las visitas. De pronto, dos mujeres y un hombre ingresaron al edificio principal a través de una puerta trasera. Luego usaron una escala interior, destinada a emergencias, para llegar hasta el tercer piso, donde se encontraba internado desde el miércoles pasado Rodrigo Antonio Inostroza Rivera (35), herido de bala en una pierna.

Mientras al parecer las mujeres realizaban alguna maniobra distractiva, el hombre extrajo una escopeta hechiza de entre su ropa y efectuó un disparo al abdomen del hombre, sin importarle que en la misma sala hubieran paramédicos, enfermeras y cinco pacientes internados, cuyas camas están separada por poco más de un metro de distancia.

El autor y sus acompañantes escaparon por la misma escalera y abordaron un auto que los esperaba, sin que nadie se interpusiera en su camino.

El presidente de los paramédicos del Sótero, Héctor Martínez, dijo que en Traumatología de ese establecimiento ha habido "tres o cuatro baleos, con riesgo para la vida del personal y de pacientes que no tienen nada que ver con los delincuentes comunes. Nosotros soportamos a pacientes agresivos e insolentes. Traen TV, películas porno y amenazan a los funcionarios".

Agregó que han pedido separar a este tipo de pacientes, "pero la respuesta es negativa siempre, porque por la ley de probidad y de discriminación, no se puede". Según dijo, pedirían hablar con la dirección del hospital, para exigir "que nos garanticen la seguridad".

Ajustes de cuentas son habituales

El presidente de la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud, Oscar Riveros, aseguró que lo que ocurre en el Sótero no es raro. "Es habitual ver en los servicios de Urgencia enfrentamientos entre bandas rivales, no sólo en el hospital Sótero del Río, sino también, en el Padre Hurtado, El Pino, y en varios otros ubicados en comunas populares".

El problema es complejo, dice, porque "Carabineros se ve sobrepasado, con suerte hay dos funcionarios en cada hospital. Y los guardias del recinto asistencial tampoco pueden hacer mucho, ya que su función sólo es orientar e informar a los pacientes. Como Fenats hemos denunciado esto a las autoridades del ministerio de Salud, tanto de este gobierno como el anterior, pero la única respuesta es que lo van a analizar".

María Eugenia Saavedra, dirigente de la Federación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud dijo que al menos en el Sótero el aumento de las horas de visitas a pacientes "debía traducirse en cámaras y más guardias, pero no nos consta que las cámaras sean monitoreadas. Y la empresa externa de guardias es deficiente y tiene una alta rotación de personal, sobre todo jóvenes", señaló.

En un comunicado, la dirección del Sótero informó que "se han tomado las providencias y coordinación con la Gobernación y Carabineros de Chile, para activar el plan de resguardo a nuestros pacientes y funcionarios".

Colegio Médico: "Se requieren más carabineros"

La presidenta del Colegio Médico de Santiago, Izkia Siches, dijo que este tipo de hechos delictivos muy frecuentes en los servicios de urgencias de los hospitales.

"Siempre se producen riñas entre los familiares del herido y el agresor. Nuestro rol como médicos no es mediar en este tipo de peleas, pero tenemos que resguardar la integridad de los pacientes y de los funcionarios del recinto asistencial".

Comentó que hace poco ocurrió un caso en Maipú, en el hospital concesionado El Carmen. "Los parientes de un enfermo se enojaron con un médico y lo intentaron a agredir. Cuando se le pidió a los guardias que lo defendieran, ellos dijeron que no podían, ya que sólo estaban a cargo de resguardar el mobiliario del recinto".

Recalcó la dirigente: "Es necesario que en los hospitales se disponga de una mayor dotación de carabineros y guardias".