Educación
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CEP: Sólo sectores de más ingresos priorizan usar platas de la reforma en educación

Analistas consideran que el tema podría estar volviéndose "elitista". Revise los datos desagregados por nivel socioeconómico.

por:  Patricio Pino M./La Segunda
viernes, 22 de agosto de 2014

La semana pasada, la encuesta CEP mostró que mientras para el gobierno la recaudación de la reforma tributaria debe ir primordialmente a educación, entre los consultados por el sondeo la prioridad estaba en salud, porque 55% asignó más importancia en este ítem. Sólo el 22% optó por priorizar la educación.

En las cifras desagregadas de esos porcentajes por grupo socioeconómico, mientras en el grupo medio sólo un 25% asigna prioridad a gastar la reforma tributaria en educación, en el sector bajo la cifra cae al 17%. Sólo en el sector alto se le asigna una mayor prioridad para educación, con 44%. El sector alto también da prioridad a la seguridad (11%).

El mismo desacople entre el grupo socioeconómico alto y el resto de los consultados se ve en la salud. Mientras que sólo el 35% de los consultados que pertenecen a este sector asignan prioridad a la salud, la cifra se eleva al 56% en el caso de los sectores medio y bajo. Esas mismas diferencias se aprecian también cuando se desagregan los datos por niveles de escolaridad, donde los que tienen menos años de instrucción (de 0 a tres años) son los que menos interés muestran en que la plata se invierta en educación, con sólo un 8% de los consultados. El mayor interés por la educación está en el grupo de quienes tienen 13 o más años de instrucción.

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-¿Cómo se explica la diferencia entre grupos socioeconómicos de dónde usar la plata de la reforma tributaria?

- La discusión sobre la reforma educacional ha ido adquiriendo un carácter más técnico y por lo tanto puede estar mostrando un sesgo elitista. Aspectos como el financiamiento, la propiedad de las escuelas o la desmunicipalización son temas complejos y su seguimiento por sectores medios y populares se hace más difícil. En la salud, en cambio, todavía no hay instalada una agenda precisa. Los problemas están concentrados en la gente que utiliza consultorios y hospitales públicos, por lo que resulta lógico que dichos sectores los destaquen como una prioridad.

- Llama la atención que las personas más vulnerables, que son los con menos enseñanza, no vean a la educación como prioridad de gasto.

- La gente de sectores medios y sobre todo bajos no ve la educación como el único medio de acceder al mundo laboral. Tienen la aspiración de conseguir un trabajo y un ingreso a una edad más temprana, y por eso la educación formal se ve como una expectativa distante, o inalcanzable en el caso de la universidad.

- ¿Y cómo se explica que sea el centro político el que le asigna más prioridad a la educación, en lugar de los grupos de izquierda?

- La diferencia entre la gente de centro y de izquierda no es significativa desde el punto de vista estadístico. Pero es probable que las personas de izquierda perciban que existen otras prioridades en materia social. La educación se vuelve más relevante para los sectores medios, que entran en la lógica aspiracional y ya no ven al Estado como su único medio de mejorar sus condiciones de vida. También puede estar ocurriendo que los sectores de derecha perciben que el actual debate sobre educación está muy ideologizado y por eso lo miran con distancia.

- El grupo alto también tiene interés en gastar el dinero de la reforma en seguridad.

- El sector alto es más consciente de la necesidad de invertir en prevención y control policial. La gente de clase media y baja tiene otro tipo de problemas sociales más urgentes: pobreza, mala atención de salud, bajos sueldos.

Hernán Larraín: "El desafío es transmitir una reforma confusa"

-De acuerdo con los resultados, ¿se puede pensar que en educación el Gobierno esta más en sintonía con las preocupaciones del sector de más altos ingresos?

-Las prioridades son las que conocemos desde siempre: salud, educación y seguridad. Los sectores bajos y medios han instalado algo que si bien estaba dentro de estas preocupaciones, no tenía fuerza en la opinión pública hasta antes de esta encuesta. Y eso es que salud es la primera prioridad y probablemente la materia de mayor urgencia.

Un segundo análisis es que uno puede entender que el Gobierno, más allá de las preferencias de los ciudadanos, ha impuesto una agenda centrada en educación, pero no cabe duda de que el movimiento estudiantil ha logrado ponerlo contra las cuerdas. El sector económico alto considera que tiene que invertirse más en educación porque tiene más información.

- ¿Esta menor priorización entre los grupos más vulnerables representa un problema de comunicación?

-Todos entienden la educación como fundamental. Ahora, lo que uno podría hipotetizar es que a mayor nivel educacional hay más conciencia de su importancia. Además, a este gobierno hay que hacerle muchas preguntas en términos comunicacionales por la reforma que está llevando adelante. Ojalá pudiera generar conciencia en los niveles de menor escolaridad, pero ahora su desafío es transmitir una reforma que ha sido muy confusa, con mucha improvisación y que ha generado temor en los padres. Con eso ya va a estar haciendo bastante.

-¿Qué pasa con la seguridad ciudadana, que tiene una marcada prioridad en los sectores altos?

-Para muchos, el problema de la seguridad y la delincuencia radica más bien en el trabajo de los jueces y las policías, más que en un problema de recursos. La sensación de inseguridad se da con mayor intensidad en los sectores vulnerables, pero frente a otros problemas sus prioridades siguen estando en salud y educación. Puede ser una demanda muy importante también para los sectores vulnerables, pero a la hora de priorizar hay otras cosas primero.

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