El pasado 14 de julio no pocos recordaron que hace ocho años, en esa misma fecha, Michelle Bachelet realizó su primer cambio de gabinete.

La "barrera sicológica" del equipo ministerial era traspasada, no sin sobresaltos: venían de culminar el frenético ritmo del plan de cien días de gobierno y enfrentaban una fuerte pugna dentro de la Nueva Mayoría, con públicas recriminaciones y críticas a los ministros por la tramitación de dos reformas símbolo: la tributaria y la educacional.

Pese a las tensiones dentro del oficialismo y a que en Palacio habría una mala evaluación sobre el desempeño de algunas carteras, parlamentarios y cercanos al Gobierno aseguran que un ajuste ministerial está fuera de la agenda inmediata de la Mandataria, porque el foco está en sacar cuanto antes los proyectos de ley en trámite. Sin embargo, también admiten una creciente presión por evaluar a los secretarios de Estado, en especial después de que la última encuesta Adimark mostrara una baja de 9 puntos en la evaluación global del Gobierno y que sólo 7 de los ministros superaron el 50% de conocimiento ciudadano. Y que en la encuesta de La Segunda-UDD el equipo político apenas anotara un nota 4,4.

Ingrediente adicional ha sido la desaceleración económica, convidado de piedra que incrementó las demandas de los partidos por eficiencia en cada cartera, para mostrar un gobierno ejecutor y planes reactivadores concretos.

Con todo, para algunos no habría movimientos en el gabinete antes de fines de noviembre, cuando por ley debe terminar la tramitación del primer presupuesto diseñado por este gobierno, después de despachar la reforma tributaria, y con una mayor claridad de los cambios impulsados por el Mineduc.

En este contexto, y con el debate aún presente en la Nueva Mayoría sobre si los errores de estos casi seis meses de gestión se atribuyen sólo a un diseño comunicacional o tienen raíces más profundas en lo político, La Segunda consultó a los integrantes de la Cámara Alta sobre la gestión de los 23 secretarios de Estado. 35 de los 38 senadores aceptaron examinarlos de acuerdo a una escala de 1 a 7, según cuatro criterios: desempeño en sus carteras, relación con el Congreso Nacional, si han sacado "lustre" a sus ministerios en términos comunicacionales y, por cierto, su "sintonía" con la Presidenta.

Aunque el gabinete sacó nota azul, algunos ministerios no pasaron la prueba. En lo global, el promedio fue de 4,6. Y en las áreas de evaluación, el equipo sólo logró un 5 en la sintonía con Bachelet. El desempeño más bajo se registró en comunicaciones, con un 4,4; el promedio de las labores propias de las carteras fue de un discreto 4,7 y el reproche también se reflejó en el 4,6 que los legisladores les otorgaron al calificar la relación con el Congreso. "No se le ve en el Senado" o "creo que no hemos hablado nunca", fueron algunos comentarios de quienes respondieron.

Heraldo Muñoz: la mejor evaluación para la línea dura ante La Haya

"Lo agradezco mucho, pero este es un trabajo en equipo del Gobierno", dijo a La Segunda el canciller Heraldo Muñoz tras enterarse de que obtuvo el mejor promedio en la evaluación que hicieron los senadores del desempeño de los ministros, alcanzando un 5,8. Dos puntos por encima del influyente jefe de gabinete, Rodrigo Peñailillo.

En su buen ránking -5,9 en el desempeño de su cartera; 5,3 en la relación con el Congreso; 5,9 en su labor comunicacional y 6,2 en cuanto a sintonía con la Presidenta Michelle Bachelet- se conjugan dos elementos centrales, según dicen varios en el Parlamento.

Primero, la positiva valoración que tradicionalmente han tenido los ministros de RR.EE. Tanto la evaluación del gobierno en dicha área como la del propio jefe de cartera -así sucedió con Alfredo Moreno, Mariano Fernández, Alejandro Foxley y Soledad Alvear, por ejemplo- ha estado al tope de la lista o a sólo a algunos puntos del primer lugar. El rol de defender los intereses de Chile y de adoptar posturas duras ante ataques -por ejemplo- de algunos frecuentemente ácidos vecinos tiene escasos detractores en la opinión pública.

Pero además, varios en el Senado dicen que un hito que fortaleció la imagen de Muñoz ocurrió a mediados de julio, cuando la Presidenta anunció la decisión de impugnar la competencia de la Corte de La Haya para tramitar la demanda limítrofe interpuesta por Bolivia.

Esta determinación no fue fácil. Los abogados internacionales contratados por Chile se inclinaban por no presentar el recurso ahora -que paralizó el juicio, abriendo una discusión previa sobre la competencia del tribunal- e incluir dicho argumento en la contramemoria, en febrero próximo, cuando el litigio ya estuviera en tierra derecha. La razón: evitar una posible derrota al inicio del pleito judicial, en caso de que el tribunal desestimara la argumentación chilena en su totalidad o en parte.

En principio, la cúpula de la Cancillería suscribió la línea de los abogados internacionales. Sin embargo, la frustración ante el fallo de La Haya en el caso de Perú -que fue visto en Santiago como «salomónico» y alejado de la estricta aplicación del derecho- hizo que numerosos parlamentarios, algunos expertos y hasta los ex Presidentes de la República aumentaran la presión y pidieran públicamente impugnar ahora la competencia de la corte. En medio de ese clima, el gobierno optó por dicha línea.

"La señal de dureza ante la demanda y las constantes diatribas de La Paz fue importante", dice un senador opositor.

Además, la decisión de la Cancillería de complementar la estrategia jurídica ante la demanda paceña con una fuerte ofensiva diplomática y comunicacional -sumando a ex mandatarios y parlamentarios, entregando constante información a la comisiones de RR.EE. del Congreso y respondiendo en tono firme ante las críticas bolivianas- también ha contribuido a que el canciller haya potenciado su perfil público.

Sergio Bitar y los ministros bien evaluados: "Lo que se valora es la iniciativa y claridad de objetivos" 

El ex ministro de Educación y Obras Públicas Sergio Bitar opinó que "después de seis meses en que se han puesto sobre la mesa iniciativas que han sacudido a la sociedad y han generado gran debate, creo que el gabinete obtiene una buena evaluación".

"El canciller siempre es el mejor evaluado porque no tiene conflictos internos, en cambio los ministros que están en medio de disputas complejas, como Educación, se ven afectados. Son reglas generales a las cuales no escapa esta lista", agregó.

Sobre los ministros mejor evaluados, Bitar recalcó que "en mi experiencia la ciudadanía valora la iniciativa y claridad de objetivos, los ministros que fijan un rumbo y avanzan en él transmiten mejor, como ocurre en el caso de Energía".

No obstante, hace presente que "para quienes hemos vivido estos procesos, es bueno tener presente es que no hay que dejarse encumbrar ni bajonear con las encuestas. Lo central es fijarse metas, constituir un buen equipo y trabajar en serio".

Agregó que "en comunicación hay que tener pocas prioridades, tener más de tres es no tener ninguna y no se pueden transmitir".

Eugenio Tironi: "Mejor evaluados son los más dialogantes, con agenda clara y vocación de entendimiento"

La evaluación de los senadores, según el sociólogo Eugenio Tironi, pone en evidencia que "los ministros mejor evaluados en general son los más dialogantes, a quienes se ve con una agenda clara y vocación de buscar entendimientos".

"Peñailillo proyecta un liderazgo importante en el gabinete, ha sacado adelante la reforma al binominal y no ha descuidado la seguridad ciudadana; el canciller ha tenido una gestión particularmente brillante; Máximo Pacheco ha mostrado enorme capacidad de diálogo, agenda y metas claras; y Javiera Blanco tiene prestancia, conocimiento de los temas y simpatía innata", apunta.

Respecto a la baja calificación del ministro de Educación, Tironi sostiene que "los senadores evalúan en función de su propia experiencia y cercanía con los ministros, y es evidente que en el caso de Eyzaguirre no ha habido sintonía, desde luego con la oposición, pero incluso en la propia Nueva Mayoría".

Sobre los secretarios de Estado mal evaluados, el sociólogo asegura que "es obvio que obtengan nota baja, porque se trata de ministerios que tienen temas que hoy no son centrales, manejan menos recursos, una agenda un poco más difusa y en general carecen de agenda legislativa. Hay que recordar que anteriores ministros de Cultura eran más conocidos porque eran actores o actrices".

Francisco Vidal: "Ministros con mala evaluación es por desconocimiento; deben desplegarse más"

Para el ex ministro de Interior, Defensa y Segegob Francisco Vidal la calificación de los senadores al gabinete "es un buen promedio si se considera que la mitad de los encuestados son parlamentarios de derecha", destacando que ella es coincidente con las buenas ponderaciones que en otros sondeos de opinión pública obtienen ministros como Muñoz, Peñailillo, Pacheco y Arenas.

Valoró particularmente el caso del ministro del Interior. "Peñailillo tiene gran talento político y es un rostro nuevo que ha sorprendido gratamente, con el plus adicional de ser cercano a la Presidenta. La respuesta que le dio a Piñera fue una gran cuña periodística en la forma y el fondo".

Respecto a los ministros con nota roja, afirma que "eso tiene que ver más con el desconocimiento que con la gestión. El llamado que yo les haría es a mostrar más lo que hacen, desplegarse más. Por ejemplo hoy el principal desafío es la reactivación económica y el ministro Céspedes sólo es conocido por el 20%; él tiene capacidad, debe desplegar toda su agenda reactivadora y para eso tiene que estar en los medios y la opinión pública, para eso no basta ir a los seminarios de Icare".

Sobre la baja calificación de Eyzaguirre, apunta que "él está a cargo de la reforma más profunda y que toca más intereses, así que sacar nota azul es un mérito".

8 Ministros de los 23 lograron nota sobre 5. Ficha de la encuesta

El sondeo fue respondido por 35 de los 38 senadores: la presidenta de la Cámara Alta, Isabel Allende, y el vicepresidente Eugenio Tuma. Asimismo, Andrés Allamand, Pedro Araya, Carlos Bianchi, Francisco Chahuán, Juan Antonio Coloma, Alfonso de Urresti, Alberto Espina, Alejandro García-Huidobro, José García, Guido Girardi, Carolina Goic, Alejandro Guillier, Felipe Harboe, Antonio Horvath, Ricardo Lagos Weber, Hernán Larraín, Juan Pablo Letelier, Manuel Antonio Matta, Carlos Montes, Iván Moreira, Adriana Muñoz, Alejandro Navarro, Jaime Orpis, Manuel José Ossandón, Lily Pérez, Víctor Pérez, Baldo Prokurica, Jaime Quintana, Rabindranath Quinteros, Fulvio Rossi, Jacqueline van Rysselberghe, Ena von Baer y Patricio Walker. No respondieron esta encuesta Jorge Pizarro, Ignacio Walker y Andrés Zaldívar.