El proyecto contempla la construcción de plantas individuales de aguas servidas para evitar contaminar la zona y proteger el ecosistema.
Proyecto inmobiliario en el borde costero de Tunquén.
Luego de conocerse la decisión de la Superintendencia de Medioambiente (SMA) de iniciar una investigación contra la Inmobiliaria Punta de Gallo por su proyecto Arenas de Tunquén, la empresa salió a aclarar que la futura construcción se ubica en una propiedad de 50 hectáreas, donde casi 30 hectáreas no contemplan construcciones "y que tiene como eje principal ser responsable con el medio ambiente y con los habitantes de la comuna de Algarrobo, pues dará cabal cumplimiento a las normas legales que resguardan el derecho de las personas a acceder libremente a las playas, evitando lo que ocurre hoy en Tunquén, donde el acceso es en la práctica imposible salvo para quienes residen en exclusivos condominios y casas-parcela que han convertido el lugar en una playa privada".
Según un comunicado de prensa difundido por la empresa, "la inmobiliaria solicitó a la autoridad medioambiental la pertinencia con todos los antecedentes que se disponían al momento de hacer la presentación, recientemente también hubo una reunión con Monumentos Nacionales con el fin de analizar los eventuales vestigios arqueológicos que pudiesen estar dentro del área".
“Nuestro proyecto, es un proyecto amable y respetuoso del medioambiente, con una muy baja densidad habitacional, se levantará a más de 1,5 kilómetros de distancia del humedal, por lo que no reviste ningún tipo de riesgo para este. Además, asegura el libre acceso a todas las personas a la playa. Este proyecto cumple con todas las normas exigidas por el municipio y la ley medioambiental vigente; además de cumplir con todas las normas urbanísticas” explica el arquitecto Carlos Castro de la Inmobiliaria Punta de Gallo, quien además agrega que “voluntariamente la Inmobiliaria apoyará la protección del Humedal y otras iniciativas que protejan el ecosistema de Tunquén”.
“La empresa manifiesta su más profunda voluntad de diálogo con la comunidad que pudiera sentirse afectada por esta iniciativa que, en nada afecta, a los condominios cercanos y menos al humedal. En esto queremos ser enfáticos: No hay riesgo medioambiental alguno”, sostiene Castro.
El arquitecto, al ser consultado sobre los reclamos que han surgido de parte de vecinos, explica que se han desarrollado reuniones con algunos de los denunciantes a quienes se les explicó detalladamente las características del proyecto y, ante sus inquietudes, se les pidió que hicieran llegar propuestas para proteger el humedal, pero “hasta ahora no ha habido un pronunciamiento de parte de ellos. Por eso nos extraña la campaña pública que han iniciado algunos vecinos en contra del proyecto, con afirmaciones que no son efectivas, y el desinterés por mantener el dialogo. Nosotros siempre estamos abiertos a conversar y seguimos esperando sus propuestas”.
Cabe destacar que el proyecto contempla la construcción de 198 viviendas de baja altura, que no molestaran la vista de los vecinos, en terrenos de mil metros cuadrados y con un entorno paisajístico que no alterará el medioambiente y lejos del humedal. Además, considera el tratamiento de las aguas servidas para evitar la contaminación de terreno y del litoral.
La inmobiliaria reconoce su obligación de respetar las normas que consagran el derecho de todos los chilenos a acceder a las playas, por lo que se compromete a ello, facilitando accesos seguros, bien demarcados y señalizados; adicionalmente, el proyecto contemplará la presencia de un salvavidas permanente en la playa, dado que es un área no apta para el baño pero que sí tiene que contar con medidas de seguridad, según lo indicado por la Autoridad Marítima.
