Según estudio de Superintendencia de Salud. Mayor frecuencia de uso origina la diferencia, explican en la asociación de las aseguradoras.
Ellas acudieron a un millón de consultas psiquiátricas o psicológicas el año pasado
Aún teniendo idéntico plan de isapre, un hombre y una mujer pueden recibir distintos beneficios si se trata de atención psiquiátrica o psicológica.
Así lo reveló el informe anual de Prestaciones médicas 2013, elaborado por la Superintendencia de Salud, luego de analizar las atenciones médicas, frecuencia, costo y bonificación por sexo y edad.
En promedio, indica el informe, por cada consulta psiquiátrica la aseguradora reembolsa a una mujer el 30% del valor de la atención médica, mientras que al hombre un 35%. Lo mismo ocurre en atenciones psicológicas, a ellas se les cubre un 26% y a ellos un 30%.
Las más perjudicadas con esta diferencia son las afiliadas de los tramos entre 25 y 50 años, quienes resultan ser justamente las que más demandan este tipo de prestaciones.
Para el superintendente, Sebastián Pavlovic, "el sistema de isapres ha tolerado y justificado este tipo de diferencias que termina siendo discriminatoria en contra de las mujeres, a quienes se les otorga menor cobertura, prestaciones más caras y planes de salud distintos a los de los hombres".
El director ejecutivo de la Asociación de Isapres, Rafael Caviedes, reconoce que existe esta diferencia en la bonificación, pero enfatiza que "es mínima si se considera que las mujeres utilizan el doble de licencias médicas y casi el doble de prestaciones médicas que los hombres. Es decir, hacen un uso mucho más intensivo que los hombres de sus planes de salud y eso se refleja en mayores costos de los planes para este grupo", dijo.
En todo caso, reconoció que "hay que avanzar a tarifas similares entre hombres y mujeres".
En 2013, las isapres otorgaron más de un millón de prestaciones por salud mental a mujeres. De ellas, 264 mil fueron consultas psiquiátricas y 770 mil psicológicas.
Los hombres afiliados al sistema privado en cambio, acudieron a un total de 700 mil consultas (184 mil psiquiátricas y 585 mil psicológicas).
Es decir, del total de consultas, el 57% corresponde a mujeres y el 43% a hombres.
Para Victoria Beaumont, directora Ejecutiva de Altura Management, "en Chile la salud mental no está bien cubierta. Los tratamientos son muy inciertos en su extensión y resultados, lo que hace muy riesgoso para un seguro cubrir esta área médica. Es un tema país pendiente".
El académico del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello Manuel Inostroza dijo que este tipo de diferencia por sexo no se da en otros países.
-En el sistema de seguridad social Inglés (financiado con impuestos) y en el Alemán (financiado con impuestos y cotizaciones obligatorias), que se aplica a nivel mundial, existe una cobertura universal para todos los afiliados, donde no existe discriminación por factores de riesgo de ninguna especie, la cobertura es igual para toda la población, al revés de lo que ocurre en Chile.
Consultadas las isapres, sólo Cruz Blanca contestó. "No hacemos distinciones por género en la cobertura de estas patologías, sólo varía según el plan que contrate el cliente".
Según la Encuesta Nacional de Salud 2012, en Chile la depresión tiene una alta tasa de prevalencia. En mujeres alcanza al 25,7% y en hombres a 8,5%.
El secretario general de Sonepsyn (Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía de Chile), Juan Maass, dice que "los datos médicos indican que las mujeres requieren una orientación especial en esta área de la salud".
Ello, porque "desde el punto de vista clínico hay factores, como las etapas de la vida, que favorecen que este género sea más propicio a desarrollar enfermedades emocionales. Un ejemplo es el embarazo y el parto".
Agrega que "el carácter de las mujeres tiene un componente más emocional y reactivo que el de los hombres, lo que se traduce en estados de ánimo más inestables. Por eso, desarrollan cuadros patológicos más recurrentes como la depresión".
A nivel fisiológico, el especialista explicó que hay muchas enfermedades mentales que se detonan a raíz de patologías físicas como son las reumatológicas, la diabetes y la hipertensión, las que tienen una fuerte repercusión en el campo anímico de las mujeres.
Pero no es todo. Hay factores psicosociales que también inciden en una mayor frecuencia de consultas médicas.
"Hoy las mujeres están enfrentadas a mayores exigencias como es compatibilizar la vida laboral con la crianza de los niños y la casa, en muchos casos, con un marido ausente. Ellas no aflojan ninguna de sus tareas, las integran, haciendo todo a la vez", comentó Maass.
A esto hay que sumar las condiciones laborales que viven las mujeres. "Tienen que enfrentar un trabajo duro, en condiciones que se han igualado progresivamente con el hombre, pero muchas veces con desigualdad de sueldos. Hay empresas que prefieren contratar hombres en vez de mujeres, lo que termina generándoles tensión y presión".
Agregó "esta multiplicidad de factores aumenta el estrés, la ansiedad y la crisis de pánico en las mujeres"
