Sin embargo, la insititución valoró que se denuncie los casos sospechosos.
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Los falsos avisos de bomba que han motivado operativos del Gope de Carabineros en Santiago y regiones tienen preocupados al Gobierno y a las policías, que hoy tuvieron una nueva reunión de seguridad en La Moneda.
El último bombazo en la capital afectó a la iglesia Santa Ana, el otro alcanzó a ser desactivado cuando lo hallaron transeúntes cerca de un jardín infantil. Ambos hechos se los adjudicó la "Célula Revolucionaria Felice Orsini", aunque negó que dejara una bomba afuera del establecimiento para niños de hasta cuatro años.
Esto, de acuerdo a Carabineros, tiene a la población en "psicosis colectiva", pero valoró que la ciudadanía denuncie la presencia de artefactos sospechosos.
"Ha habido una especie de psicosis colectiva de la ciudadanía que es entendible, pero hemos tenido amenazas que han sido absolutamente nada y las vamos a denunciar", dijo el general director Gustavo González, tras la reunión con el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, y al jefe de la PDI, Marcos Vásquez. "Es entendible que la ciudadanía tenga un grado de temor por los hechos que han ocurrido", añadió.
De todos modos, el jefe policial dijo que "por supuesto que necesitamos la ayuda de la comunidad, y si ellos ven un paquete que les parezca sospechoso es loable que denuncien el hecho a Carabineros".
El Gobierno se querelló contra quienes resulten responsables de los avisos de falsas bombas.
