Tomás Leighton no había sido ni siquiera secretario de curso en el colegio. Hasta que el año pasado, cuando estudiando en La Girouette -ícono del red set- se convirtió en delegado de Tercero Medio y asistió a una escuela de formación política de Revolución Democrática.

Su meteórica carrera siguió en marzo recién pasado, cuando su colegio decidió participar en la Cones (Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios, agrupa a federaciones de estudiantes de varias regiones del país). Al poco tiempo, Tomás se convirtió nada menos que en el "coordinador nacional" del organismo.

De ahí a la fama. En poco tiempo se hizo conocido por provenir de un colegio particular pagado y, entre otros temas, luchar contra el lucro y la selección.

Claro que, recalca él, desde que entró a educación media se interesó en la política, participó activamente en las marchas de 2011 "y a partir de ahí me empecé a involucrar cada vez más".

Pese a su ajetreada agenda como dirigente, en la cual muchas veces le acompaña un compañero universitario de RD, "igual me está yendo bien en el colegio. Siempre he tenido promedio 6". Eso sí, reconoce que para la PSU sólo se está preparando "en la medida de lo posible". No pololea y quiere estudiar Filosofía.

Sobre su familia, no entra en más detalles excepto que sus padres son cineastas y no tienen militancia. Su abuelo, en cambio, fue dirigente en la Unidad Popular y ha influido en su vocación pública. "Igual que compañeros de curso, amigos, gente que uno conoce en las marchas. Las marchas son encuentros no sólo políticos, sino también sociales, donde uno aprende mucho".

-¿Te han detenido en alguna?

-No.

-¿Has tirado piedras?

-No. Creo que hay otras formas de canalizar la rabia.

-¿Cómo lo haces tú?

-Yo la canalizo con convicción y con la idea de poder cambiar las cosas a través de los movimientos sociales, la democracia, la política. Organizarse es la mejor arma que tienen los ciudadanos.

-Hablas muy bien para ser tan joven. ¿Cómo fue lo de asistir a una escuela de formación política?

-Siempre estuve muy interesado en el estudio de la política y en la participación. Ser joven significa estar comprometido con la realidad que vivimos, tratar de cambiar el sistema.

Reflexiona: "Lo que yo quiero crear es un país que sea distinto, donde no haya excluidos sociales ni culturales".

-¿Cómo ves al ministro Eyzaguirre?

-Nosotros vemos que si bien ha acogido titulares del movimiento estudiantil, hoy pasa por un momento complicado, donde pareciera estar muy solo y su posibilidad de revertir esa situación es interpretando la demanda del movimiento estudiantil. Tiene la posibilidad de fortalecerse si su convicción está con las demandas de las mayorías, que hemos defendido por ejemplo el derecho a estudiar como bien social.

-Pero dijo que no iba a seguir la voz de la calle.

-Está a tiempo de cambiar ese precepto, porque todos sabemos que la voluntad popular prima y nosotros tenemos la convicción de que eso va a ser así. Por eso estamos participando y tratando por todas las vías. Los cambios tienen que interpretar las voces populares, mayoritarias. Eso no es populismo, sino democracia, la reforma no tiene que ser hecha necesariamente por gente que sepa mucho, sino por gente que interprete lo que las mayorías quieren, que es lo importante.

-¿A futuro, cómo te ves, de dirigente universitario?

-No necesariamente. Me veo haciendo política de distintas maneras, no sé en qué en específico. Puede ser desde el sindicalismo, el movimiento estudiantil, desde la institucionalidad, desde la profesión que elija, siempre vinculándome con los otros.